El aceite de oliva virgen extra ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedad de hígado graso
El estudio que ha sido publicado en la revista Molecular Nutrition and Food Research, recoge el trabajo llevado a cabo por el equipo de investigación de los doctores Francisco Martín Bermudo y Lourdes María Varela Pérez, financiado por el Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación orientada a los Retos de la Sociedad. El objetivo de este trabajo era conocer los mecanismos moleculares mediante los cuales unas dietas ricas en grasas y basadas fundamentalmente en ácidos grasos monoinsaturados (AOVE y AOVE rico en compuestos polifenólicos) mejoraban las alteraciones fisiopatológicas causadas por el síndrome metabólico y el daño hepático, originadas por el mismo tipo de dieta rica en grasas, pero basada en ácidos grasos saturados.
Para hacer el estudio se alimentaron, durante 12 semanas, ratones estándar de laboratorio con una dieta rica en calorías y grasas saturadas (manteca de cerdo). Tras las 12 semanas, los animales desarrollaron un síndrome metabólico, con diabetes tipo 2 y esteatosis hepática. Tras este periodo, los ratones se dividieron en 4 grupos y se alimentaron con diferentes dietas durante las 24 semanas siguientes. Las dietas fueron: i) la misma dieta rica en grasas provenientes de manteca de cerdo (grasa saturada); ii) una dieta rica en grasas basada en AOVE (grasa monoinsaturada); iii) una dieta rica en grasas basada en AOVE rico en compuestos polifenólicos y iv) una dieta estándar que comúnmente toman los ratones de laboratorio y que no es rica en grasas. Además, hubo un grupo control de ratones alimentados con la dieta estándar durante todo el estudio. Los AOVEs que se emplearon se obtuvieron a partir de la variedad picual. La concentración total de compuestos fenólicos, expresados en equivalentes de tirosol, para el AOVE fue de 104 PPM y para el AOVE rico en compuestos fenólicos de 447 PPM. En todos los grupos de animales se realizaron análisis de sangre, análisis histológicos del hígado y el tejido graso, se buscaron marcadores de inflamación en el plasma y el tejido graso, se llevó a cabo un estudio de la composición lipídica de los hígados y finalmente se hizo un análisis de la expresión de genes en el hígado y tejido graso y de la expresión de proteínas en los hígados.
Menor inflamación en el tejido adiposo de los ratones alimentados con AOVE
Tras los nueve meses de estudio, 6 de los cuales los animales se alimentaron con los diferentes tipos de dietas, una vez que desarrollaron el síndrome metabólico, la diabetes y el daño hepático, se comprobó que en los animales alimentados con las dietas ricas en los AOVEs, los niveles plasmáticos y en el tejido graso de moléculas pro-inflamatorias disminuyeron significativamente al compararlos con los animales alimentados con la dieta rica en grasa saturada.
Al analizar la presencia de células inflamatorias en el tejido graso, se observó que en los animales alimentados con las dietas ricas en AOVEs había una menor presencia de esas células en comparación con los animales alimentados con la dieta rica en manteca de cerdo.
El AOVE revierte el daño hepático causado por una dieta alta en grasas saturadas
En el análisis de la grasa presente en los hígados de los ratones alimentados con los AOVEs detectamos una proporción superior de grasas. Es decir, los animales incorporaban en su tejido hepático las grasas presentes en los AOVEs. Cuando se estudió el daño hepático se comprobó que, en el grupo de ratones alimentados con el AOVE rico en polifenoles, el daño hepático causado por la dieta rica en grasas saturadas había disminuido significativamente. El análisis e interpretación del estudio de los genes y de las proteínas presentes en los hígados reveló que en los animales alimentados con los AOVEs se habían activado caminos moleculares que podrían intervenir en los procesos de reparación del daño hepático. Parte de esos caminos moleculares eran similares para ambos AOVEs y otros caminos moleculares eran diferentes según el AOVE empleado.
Conclusiones y perspectivas futuras
En conclusión, una dieta rica en grasas monoinsaturadas procedentes del AOVE es capaz de mejorar los parámetros de inflamación del tejido graso y disminuir el daño hepático en animales que ya tienen un síndrome metabólico, diabetes y esteatosis hepática. Esta mejoría es más evidente cuando los animales son alimentados con el AOVE rico en compuestos fenólicos. Estos efectos beneficiosos están causados por las grasas monoinsaturadas y por los compuestos polifenólicos presentes en el AOVE. Además, los mecanismos moleculares por los que esto ocurre probablemente sean la modificación en la composición lipídica de los hígados y la activación de programas de reparación hepática. Estas investigaciones nos llevan a pensar que el consumo de AOVE podría ser beneficioso en pacientes con esteatosis hepática, para ayudarle a cuidar su hígado y prevenir problemas más serios.
Con el fin de conocer los efectos de los polifenoles presentes en el AOVE, en etapas más avanzadas de la enfermedad hepática, que se pueden presentar en personas con obesidad y síndrome metabólico, los investigadores están llevando a cabo un segundo proyecto en un modelo de ratones que simula las hipertrigliceridemias familiares presentes en humanos. Este proyecto se está ejecutando en colaboración con el centro holandés TNO (The Netherlands Organization for Applied Scientific Research), y en el que además participan, las estudiantes de doctorado Amparo Luque Sierra y Leticia Alvarez Amor.
Referencia bibliográfica
- Jurado-Ruiz E, Varela LM, Luque A, Berná G, Cahuana G, Martinez-Force E, Gallego-Durán R, Soria B, de Roos B, Romero Gómez M, Martín F. An extra virgin olive oil rich diet intervention ameliorates the nonalcoholic steatohepatitis induced by a high-fat “Western-type” diet in mice. Mol Nutr Food Res. 2016 Oct 17. doi: 10.1002/mnfr.201600549.