Entrevista a Aleix San Vicente, director de Almarin
Siendo un referente en el sector náutico, Almarin trabaja constantemente en la búsqueda de soluciones innovadoras que ayuden a sus clientes a solventar sus retos diarios. Presente a nivel nacional e internacional, la compañía apuesta cada vez más por ofrecer soluciones tecnológicamente punteras, permitiendo una navegación segura y fiable. Aleix San Vicente, director de Almarin, cuenta para Náutica Profesional la evolución que ha seguido la compañía, así como los objetivos futuros a los que se enfrenta.
Aleix San Vicente, director de Almarin.
Almarin tiene una trayectoria destacada en el sector marítimo. ¿Cuáles considera que han sido los hitos más importantes en la evolución de la empresa desde su fundación?
Almarin acaba de cumplir 20 años, así que es complicado encontrar momentos o hitos clave en una historia de tantos años, pero si tuviera que escoger diría que la decisión de internacionalizar la empresa en 2012, culminando en uno de los mayores proyectos en los que hemos tenido el honor de participar, que es la actualización de la señalización marítima de Colombia. El otro fue la toma de decisión de entrar en el negocio de las marinas, del que Lindley, empresa hermana, es líder en Portugal que culminó en 2022 con la compra de la unidad productiva de la empresa Aister, que hoy en día podemos confirmar que ha sido un éxito.
Almarin es conocido por su trabajo en balizamiento marítimo. ¿Qué innovaciones tecnológicas han introducido recientemente en este ámbito para mejorar la seguridad y eficiencia de las rutas marítimas?
Recientemente actualizamos nuestra gama de boyas Balizamar -ahora Balizamar EVO- y de postes de señalización, convirtiendo ambos productos en modulares para mejorar la instalación y el mantenimiento. De esta forma, tenemos en stock las piezas en nuestro almacén y se ensamblan de forma fácil como si de un ‘lego’ se tratara. Estamos contentos con la buena acogida que están teniendo. Además, esa solución reduce al mínimo el uso de pintura en las boyas lo que las hace menos contaminantes.
El mantenimiento y la durabilidad son aspectos clave en las infraestructuras marítimas. ¿Qué enfoque sigue Almarin para garantizar la longevidad y el bajo coste de mantenimiento de sus productos?
Nos enfocamos en utilizar materiales de primera calidad, altamente resistentes a la corrosión y al desgaste, así como diseños que minimicen y faciliten las tareas de mantenimiento. Un ejemplo claro son nuestros pantalanes de hormigón, el diseño ha sido modificado para reducir a cero los elementos metálicos en la parte expuesta del pantalán garantizando una baja corrosión, además de adaptar el diseño para poder cambiar las uniones sin desmontar los pantalanes. Finalmente, una reformulación del compuesto de hormigón ha permitido alargar la vida útil de estos elementos.
El diseño de soluciones náuticas debe equilibrar funcionalidad y estética. ¿Cómo logra Almarin combinar estos dos aspectos en sus productos sin comprometer la eficiencia?
Un pilar de Almarin es la funcionalidad y durabilidad. Al trabajar en un entorno dónde la seguridad es vital, ese es el enfoque principal en el diseño de nuestras soluciones dejando el lado estético en un segundo lugar. Una vez asegurado ese principio se trabaja en la solución estética. En esto es importante la relación tanto con clientes como con usuarios. Recibir su feedback y propuestas de mejora es muy necesario para nosotros. En Almarin somos navegantes, lo que nos hace proveedores de la solución y usuarios de esta, eso nos da una perspectiva estética que aplicamos a nuestros productos, pero sin comprometer funcionalidad ni seguridad de la solución.
En cuanto a la expansión internacional de la compañía, ¿qué mercados clave está explorando Almarin y cuáles son los desafíos más grandes que enfrenta al competir en estos mercados?
Tradicionalmente, Almarin se ha enfocado en el mercado latinoamericano por idioma y cultura. El mayor desafío en estos países es encontrar partners locales con capacidad de afrontar los retos logísticos y de obra de cada país. Últimamente, el enfoque ha sido en países europeos como Francia y Holanda, que son mercados más maduros, pero con mayor competencia.
La digitalización y la automatización están transformando el sector náutico. ¿Cómo está abordando la compañía estas tendencias y de qué manera están influyendo en sus productos y servicios?
La digitalización de la empresa ha sido un foco en los últimos años. El aumento de facturación, operaciones y personas ha requerido del uso de herramientas de automatización como aplicaciones y el uso de PBI para mejorar procesos y poder escalar la empresa. Estamos empezando a ver el uso de inteligencia artificial en nuestros proveedores más tecnológicos como Rolec, el fabricante de torretas con el que trabajamos, cuya interacción con los distribuidores está empezando a ser mediante asistentes IA. Se abre un mundo nuevo para el que estamos formándonos antes de que sea demasiado tarde.
En términos de colaboración con autoridades portuarias y otros actores del sector, ¿cuáles son los proyectos recientes más destacados en los que Almarin ha participado y qué impacto han tenido en las operaciones marítimas?
Estamos viendo una tendencia en la integración puerto ciudad y reordenación de dársenas, especialmente pesqueras, donde se trata de evitar el uso de monoboyas, amarre de embarcaciones dispersas y la ceración de infraestructuras de amarre para flota pesquera. En este ámbito, estamos ahora mismo trabajando para la Autoridad Portuaria de Huelva, de Almería y Melilla para tres instalaciones de esas características que vamos a entregar antes de final de año.
La adaptabilidad es fundamental en una industria en constante evolución. ¿Cómo se asegura Almarin de que sus soluciones sean flexibles y capaces de responder a las necesidades cambiantes de sus clientes?
Ambas líneas de negocio en las que trabajamos, señalización marítima e infraestructura portuaria, son mercados bastante conservadores cuya evolución no ha sido drástica en los últimos años. En Almarin participamos en eventos del sector, tanto nacionales como internacionales, con la finalidad de ver qué se hace en otras partes del mundo y si tiene aplicación en el mercado local.
La seguridad marítima es un tema prioritario. ¿Cómo contribuyen los productos y servicios de Almarin a mejorar la protección de los navegantes y qué avances prevén en este campo?
Almarin contribuye ofreciendo elementos de señalización marítima para una navegación segura y unas infraestructuras fiables para embarcaciones y usuarios de los puertos.
Los mayores avances previstos son la digitalización de las ayudas, el uso de realidad aumentada para ver y utilizar la navegación marítima y la posibilidad de que las boyas trasmitan información a los navegantes para mejorar la seguridad en sus operaciones, viento, oleaje, etc.
Por último, ¿cuáles son los próximos pasos en la estrategia de crecimiento de Almarin y qué objetivos a largo plazo se han fijado para consolidar su posición en el sector?
Con la finalización de muchos plazos concesionales en España, Almarin quiere centrar su crecimiento en el mercado local y continuar siendo líder en este sector. El objetivo a largo plazo es exportar este mismo modelo a países vecinos como Francia e Italia.