Descarbonización, retos y oportunidades en la náutica de recreo

Con el fin de dar voz y exponer los pasos que, poco a poco, se van dando en la industria náutica para abordar temas tan candentes como la descarbonización o la sostenibilidad del sector, ANEN ha organizado una jornada en la que ha puesto de relieve la situación del mercado náutico español a este respecto.

Jordi Carrasco, director general de ANEN, ha sido el encargado de abrir la jornada exponiendo el papel fundamental que juegan todos y cada uno de los actores presentes en la cadena de valor del mercado náutico, en lo que a sostenibilidad se refiere.

De la misma forma, ha hecho hincapié en el interés de la patronal en acompañar, apoyar y dar a conocer el escenario actual en el que se desenvuelve el sector, perfilando el futuro al que se dirige en términos de sostenibilidad.

No cabe duda de que la remotorización de las embarcaciones, así como el uso de combustibles alternativos, son la clave para conseguir de una descarbonización real que ayude a mejorar la sostenibilidad del segmento náutico. En este sentido, la propulsión eléctrica y la híbrida son grandes protagonistas de este cambio.

Algo que se debe tener en cuenta en toda esa transición es la baja densidad energética de los nuevos sistemas de acumulación de energía. La densidad energética de estos nuevos sistemas de acumulación es muy inferior, lo que representa un gran reto, porque las embarcaciones tienen un volumen limitado y unos pesos que pueden afectar al alcance o a la autonomía de estas embarcaciones.

Además, para medir la huella de carbono que puede producir una embarcación a lo largo de todo su ciclo de vida, debe tenerse se en cuenta el mantenimiento de los sistemas de propulsión que comporta, que en el caso de las baterías son ciertamente importantes.

Según los ponentes, existen sistemas de propulsión y sistemas de acumulación de energía adecuados para cada tipo de embarcación en función de su uso. Por otro lado, además de las baterías, el hidrógeno tiene también, en algunos casos, un alto potencial para reducir la huella de carbono.

Lo que queda claro es que en esta transición no parece que haya aún un líder destacado.

Los nuevos tipos de propulsión desarrollados supondrán un cambio de paradigma, planteando consideraciones específicas que atañen al segmento de los seguros, tanto de responsabilidad civil, como de daños o de incendios.

Tradicionalmente, los seguros hacen una nueva valoración de riesgos y calculan las primas basándose en datos históricos.

En este caso, la escasa experiencia y cantidad de información al respecto, puede dificultar el cálculo de las de las primas o condicionar las pólizas. Esto puede conllevar que las primas puedan ser algo más altas o se tengan que contemplar requisitos de seguridad adicionales.

Teniendo esto en cuenta, se puso de manifiesto durante el debate la ampliación de las coberturas, de forma que puedan incluir daños o pérdidas relacionadas con sistemas de propulsión eléctricos o el almacenamiento de baterías.

Tal y como indicaron los expertos en la materia, el mercado de las baterías tiene ya un cierto recorrido, si bien aún le queda mucho desarrollarse y evolucionar debido a la entrada de nuevas tecnologías.

Así, los intervinientes coincidieron en la necesidad de diferenciar cada una de estas tecnologías e identificarlas con un nivel de seguridad terminado.

A día de hoy, las baterías ya se consideran algo razonablemente fiable. Teniendo en cuenta su aplicación y de los sistemas que se dispongan a su alrededor, su seguridad aumenta o disminuye.

En el sector marítimo comercial, las normativas son muy estrictas y hay diversos requisitos de obligado cumplimiento en torno a la seguridad y la extinción de esos sistemas. En este sentido, la transmisión de conocimientos y la capacitación a usuarios, astilleros, fabricantes y técnicos se considera uno de los principales pilares para contar con un sistema de baterías óptimo. Cumplir esos parámetros básicos y esa mínima formación es uno de los factores de éxito.

Otro de los aspectos que influyen en esta seguridad es la existencia de normativa aplicable que, en el caso del sector marítimo, es mínimo.

De esta forma, y con el objetivo de dotar al sector de unos ciertos parámetros de seguridad, las sociedades de clasificación han generado su propia normativa, análisis y requisitos muy exigentes. La aplicación de esta normativa es costosa, pero también garantiza un cierto nivel de seguridad.

Según indicaron los profesionales de la industria, en el sector de recreo se puede diferenciar la normativa aplicable a lo que la propia batería y a la aplicable a lo que hay alrededor de esa batería.

Por otro lado, existen normativas en torno a los requisitos de instalación, recomendaciones y guías de uso que se deben establecer cuando se instalan las baterías abordo. Lo que sucede es que en todas estas normativas no se especifica de manera clara.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que se requiere de instaladores capacitados y certificados de alguna manera, que aseguren que las instalaciones van a cumplir una serie de requisitos y que se han instalado correctamente.

En el ámbito de la descarbonización y la sostenibilidad del sector náutico, los puertos deportivos desempeñan un papel muy destacado, siendo necesario contar con un suministro de energía renovable en los puertos para que alimente a las baterías de las embarcaciones.

Según los profesionales presentes en la jornada, en España, un puerto deportivo consume alrededor de 400.000 kilovatios por hora al año. Esta se incrementará con la incorporación de la propulsión eléctrica y las baterías, porque habrá que alimentarlas. Por otro lado, este tipo de sistemas, representan retos en cuanto a inversión y mantenimiento.

En el caso de la electricidad, si se quiere que la transición sea verdadera, no se debe perder de vista que es importante producir energía verde. Esa energía se puede producir in situ en los puertos u obtenerse a través de comercializadoras.

Sea como fuere, todo esto representa un reto tecnológico a la hora de adaptar las instalaciones y generar o disponer de la energía necesaria. De la misma manera, a nivel seguridad, las estaciones de carga eléctrica de embarcaciones representan riesgos. Por tanto, deben equiparse con los sistemas de contraincendios correspondientes, disponer de espacios designados y contar con las ventilaciones adecuadas.

Respecto a las administraciones presentes en esta evolución, Marina Mercante ya se encuentra involucrada.

A nivel de puertos deportivos, los ponentes señalaron al Ministerio de Industria como protagonista para la legalización de las instalaciones de baja o media tensión y también en el almacenamiento del hidrógeno a través de las normas almacenamiento de productos químicos.

Por otro lado, los organismos notificados tendrán que adaptarse y conocer las nuevas normas ISO que se están redactando, para incorporar los nuevos modos de propulsión y sistemas o vectores energéticos en las embarcaciones.

De esta forma, y a modo de conclusión, los intervinientes destacaron la necesidad de educar y dar a conocer a la opinión pública, a los usuarios y a los profesionales todas estas novedades para que la gestión de ese conocimiento sea lo más útil posible y permita avanzar sin tantas barreras.

Además, se debe intentar que las administraciones que apoyen iniciativas de ayudas y subvenciones a los profesionales y consumidores para completar su presupuesto, y poder llegar a llevar a cabo esta transición.