Se confirma la primera travesía oceánica del mundo realizada por un buque autónomo con energía solar

Mahi Two, una embarcación de superficie sin tripulación (USV) propulsada por Torqeedo, se ha convertido en la que se cree que es la primera en cruzar el océano Atlántico utilizando únicamente energía solar.

La embarcación robótica autónoma partió de la costa española en septiembre de 2021 y tocó tierra en Martinica, en las Antillas Menores francesas, seis meses después, tras recorrer más de 4.300 millas náuticas.

El proyecto Mahi comenzó como muchas historias de éxito: en el garaje del fundador. Pieter-Jan Note reunió a seis amigos con diversos conocimientos de ingeniería. Pasaron los siguientes años construyendo y diseñando el software. “Nuestro primer intento de travesía en 2019 volcó durante una tormenta inusualmente fuerte en el Golfo de Vizcaya”, dijo Note. “Sin embargo, aprendimos mucho de ese corto viaje y utilizamos ese conocimiento para construir el Mahi Two”, añadió.

El Mahi Two, de cuatro metros de eslora, tiene un casco de material compuesto que le confiere resistencia, eficiencia y durabilidad. Está impulsado por un propulsor Torqeedo Cruise 2.0 que el equipo modificó para que girara. “Aprendimos de los intentos anteriores que no queríamos un timón”, dijo Note, “así que modificamos el propulsor para que girara y dirigiera el barco”.

El propulsor del Cruise pod funciona con dos baterías de iones de litio Torqeedo de 24 V, que se cargan con paneles solares Solbian. El sistema alimenta el propulsor, además del actuador de dirección, la electrónica y las bombas de achique. La dirección, la comunicación, la integración del hardware, la navegación y la gestión de la energía a bordo son gestionadas por el software USV de desarrollo propio de Mahi. La embarcación se comunica mediante un módem por satélite, un GPS y un sistema de identificación automática a bordo.

La aventura oceánica de Mahi Two empezó bien, a pesar de las rachas de mal tiempo. “Los primeros meses fueron impecables. Aparte de ajustar la velocidad para compensar la reducción de la producción de energía solar, el Mahi se enfrentó a los días tormentosos y nublados en el mar sin ningún problema”, recuerda Note.

Sin embargo, en enero llegó el desastre. El Mahi Two empezó a consumir más energía de repente. El equipo empezó a temer que el pequeño USV estuviera haciendo agua y las bombas de achique se esforzaron por compensar.

Pocos días después, el equipo perdió por completo la comunicación con el Mahi Two, a sólo 700 millas de su destino. Note recuerda: “Lo intentamos todo para salvar a Mahi. El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Martinica se puso en contacto con un velero que viajaba cerca de la última posición conocida de Mahi. Los competidores de una regata transatlántica de remo también buscaron, pero todo fue inútil. Mahi Dos parecía perdido”.

Note y el resto del equipo -Bertold Van den Bergh, Julien Meert, Andreas Belderbos, Quinten Lauwers y Koen Geurts- escudriñaron los gigabytes de datos que Mahi Two había enviado a casa, en busca de respuestas.

“Entonces”, dijo Note, “dos meses después de haber perdido la comunicación, recibí una llamada sorpresa del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Fort-de-France. El Mahi había sido encontrado. Después de todo, no se había hundido. Al contrario, había completado su misión, navegando hasta la costa de Martinica por sí sola”.

“Qué logro tan extraordinario el del equipo de Mahi”, comentó Maurice Bajohr, vicepresidente de calidad de Torqeedo GmbH. “La finalización con éxito de esta travesía transatlántica es una clara demostración de la increíble durabilidad y fiabilidad de la tecnología solar-eléctrica para misiones autónomas de largo alcance”.

Bajohr observó que los constructores y clientes de USVs están cambiando cada vez más a los accionamientos solares-eléctricos en lugar de los tradicionales motores de combustión interna para eliminar las emisiones y el ruido durante la recopilación de datos y la navegación, y para reducir los costes operativos de combustible y mantenimiento. Los motores eléctricos de Torqeedo se emplean actualmente en cientos de USV de todo el mundo. Estas embarcaciones altamente especializadas son utilizadas por operadores gubernamentales y comerciales para una amplia gama de misiones, como la cartografía del fondo marino, el estudio oceanográfico, la recogida de datos de sensores submarinos y las operaciones de vigilancia.

Parte del equipo del Proyecto Mahi ha creado recientemente una empresa, Mahi, para llevar al mercado soluciones de autonomía marítima. Están desarrollando productos de software y hardware que permiten a los vehículos aéreos no tripulados detectar obstáculos y otras embarcaciones con precisión y evitar colisiones de acuerdo con el Reglamento Internacional para Prevenir Colisiones en el Mar.