Tendencias en el sector de la puericultura
Tendencias de producto
La pandemia no ha variado las preferencias de los padres a la hora de escoger los productos de puericultura. Buscan artículos que faciliten su vida, que se adapten a sus estilos de vida y que sean, sobre todo, prácticos. Así, los padres aprecian cada vez más que el diseño vaya unido a la practicidad.
De esta manera, los productos más demandados suelen ser más compactos, versátiles, de uso duradero y funcionales, además, cada vez está cogiendo más presencia en el mercado la tendencia eco-friendly (artículos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente). Para Francisco Javier García, administrador de Micuna, “la sostenibilidad reflejada en todos los aspectos del producto, desde colores, materiales, embalajes serán tendencia. Los artículos fabricados en Europa recuperarán el terreno perdido en la última década”. A lo que Matias Massó, gerente de Matias Massó, añade que “los padres, que cada vez son más exigentes, siguen buscando productos seguros, de calidad, prácticos, versátiles y que faciliten su día a día. La tecnología también está cada vez más presente en los artículos para satisfacer las demandas de los padres, sin olvidar que deben ser sostenibles y respetuosos con el medio ambiente”.
Hábitos de compra
Como ya venimos detectando en los últimos tiempos, el consumidor es cada vez más exigente en la elección de los productos, y este año veremos una elección más racional, debido, probablemente, a que muchas familias se encontrarán con un presupuesto más limitado. El consumidor actual es una persona conectada, que tiene un acceso fácil a la información, y que compara y reflexiona mucho más antes de efectuar una compra. Además, como hemos comentado anteriormente, el consumidor está más concienciado con el medio ambiente, y desea productos prácticos y fáciles de utilizar. A lo que se le suma que suele ser más impaciente y quiere que el producto llegue con la mayor brevedad posible, y que sus posibles dudas se resuelvan con celeridad y de forma precisa. Según explica Mª Fernanda Ferrandís, directora de marketing de Saro, “los hábitos de compra han cambiado totalmente. La compra es mucho más racional y meditada, ya no existe la compra por impulso o se ha reducido notablemente. Ha bajado por dos motivos principales: el cambio de prioridades y la pérdida de poder adquisitivo de las familias”. Por su parte, Àlex Darriba, country manager Spain de Easywalker, opina que “los hábitos de compra han ido siempre de la mano de otros cambios, sociales, tecnológicos, económicos, de salud pública, ecológicos, etc. Lo que posiblemente haya cambiado ha sido la velocidad a la que se producen ahora estos cambios, aunque siempre han existido. Nuestro trabajo es observar las nuevas necesidades y adaptar nuestra oferta a esas tendencias”. Mientras que Matias Massó, gerente de Matias Massó, valora que “ya hace años que tenemos un consumidor más racional, exigente e informado, que antes de realizar la compra ya ha buscado y comparado en varias fuentes para encontrar la mejor relación calidad-precio. Espera que sus posibles dudas se resuelvan de forma rápida y precisa, y que los productos le lleguen con la mayor celeridad posible”. Y, Alfonso Martínez, director comercial de PlayGroup, considera que “el concepto status cuando se adquiría un producto de puericultura está cambiando. Los nuevos consumidores valoran más otros aspectos más allá del valor de la marca, hay otras prioridades a la hora de escoger los artículos”.
Durante la pandemia y, sobre todo, el confinamiento, muchos consumidores se adentraron en el e-commerce por primera vez y si su experiencia fue satisfactoria, siguen comprando todavía en este canal. El consumidor puede encontrar prácticamente cualquier producto, al contrario que en las tiendas físicas que tienden a reducir cada vez más los surtidos. Así, la tendencia de compra del consumidor ha cambiado, incrementando la preferencia por la comodidad, inmediatez y acceso a opiniones reales de otros compradores. La previsión es que la venta online siga en crecimiento, pero coexistiendo con la tienda física. Para Victoria Orruño, directora de marketing de Miniland, “existen nuevos perfiles de consumidor con sensibilidad hacia la sostenibilidad, pero también hacia otros modos de crianza que están irrumpiendo con fuerza en el mercado de la puericultura, lo que está influenciando también en los hábitos de compra. La digitalización, la compra online y la búsqueda de información por canales digitales son tendencias de compra que han tenido continuidad durante 2021”. Y, Núria Escuté, directora de negocio de Tuc Tuc Puericultura, destaca que “el online es cada vez más fuerte y debemos estar preparados para potenciar en los puntos de venta la parte técnica que el canal digital no puede ofrecer”.
Tendencia eco-friendly, en crecimiento continuo
La tendencia eco-friendly es la más señalada entre los profesionales del sector de la puericultura, que destacan el interés creciente de los padres por adquirir productos que estén elaborados con materias que respecten el medio ambiente, además de tener en mejor consideración a las empresas que emplean procesos sostenibles. Según destaca Alicia Ortega, directora de marketing de Artsana, “esto ya no es una tendencia, sino cada vez más una exigencia por parte de los consumidores de las marcas. En cuanto a producto, es algo que poco a poco vamos implantando en su desarrollo, pero también lo incorporamos en nuestra estrategia empresarial (flujos de fabricación, procesos, selección de proveedores con políticas de trabajo también responsables con el entorno, etc.)”. Y, Ferran Umbert, CEO de Baby Brands, afirma que “hay una sensibilidad cada vez mayor por el medio ambiente, sobre todo en productos de consumo diario, embalajes, y mayor consciencia y responsabilidad de que debemos cuidar el planeta entre todos. En nuestro sector, también es una inquietud que está presente, pero sin perder de vista el impacto en el precio y en la resistencia de los materiales”.
Aumento de las ventas de segunda mano
De siempre han existido las ventas de segunda mano y el préstamo en el sector de la puericultura, pero parece que en los últimos tiempos está creciendo, debido principalmente, en una parte, a la facilidad que tienen las familias para vender y comprar de segunda mano a través de aplicaciones móviles, y también a una mayor concienciación hacia el consumo responsable. La principal problemática, además de las ventas, se centra en que los productos de puericultura son extremadamente delicados y deben cumplir unas normas muy estrictas de seguridad que, en el caso de los artículos de segunda mano es muy difícil saber si se están garantizando. Según explica Ferran Umbert, CEO de Baby Brands, “el mercado de segunda mano sigue al alza, sobre todo en productos donde la variable precio es la clave en el momento de la decisión de compra. Debemos trasladar a nuestros clientes y que llegue a través de las redes sociales a los consumidores finales la clara realidad, que un producto de compra es la garantía de que el bebé va a estar seguro y que el producto va a tener todas las especificaciones que la norma exige. La segunda mano no garantiza que un artículo hay sufrido una rotura, desgaste o falta de algún componente que pueda derivar en una pérdida de seguridad del artículo que la compra original sí que lo garantiza. En sillas auto, es un segmento en el que claramente la segunda mano debería estar totalmente prohibida y desaconsejada, ya que no hay garantía de que esa silla auto no haya sufrido un impacto en usos anteriores”. Por su parte, Francisco Javier García, administrador de Micuna, opina que “sigue siendo una tendencia en crecimiento. La única forma de combatir la segunda mano es con innovación continua, con regulación prohibiendo la venta de productos sin normativas de seguridad y comunicando a los consumidores de los riesgos al consumir este tipo de artículos”. Para Josep M. Vallès, CEO de Smart Group Baby Corporation, “a la reducción del número de nacimientos se une el auge de la segunda mano, con lo cual el tamaño del mercado se ha reducido drásticamente. En sillas auto, la segunda mano es especialmente peligrosa y debería limitarse o prohibirse, introduciendo una fecha de caducidad en los productos, igual que sucede en EE.UU.”. Mientras que Núria Escuté, directora de negocio de Tuc Tuc Puericultura, afirma que “la segunda mano llegó para quedarse y cada vez está más presente, sobre todo en aquellos productos que su uso no es muy duradero. La medida para combatirla es avanzar en I+D+i. En el ámbito de la seguridad, debemos realizar esfuerzos en argumentar a los consumidores finales que una silla auto solo puede garantizar un uso seguro si es de primera compra. Nadie de segunda mano compra con la certeza de que esa silla haya tenido ya un accidente”. Y, Laura Rodríguez, del departamento de marketing de Telcomdis Kids, resalta que “en España nacen 1,24 niños por mujer, por lo que hay muchas familias con un solo hijo, lo que supone que los productos de bebé se utilizan poco tiempo y se revenden en el mercado de segunda mano, lo que mejora la economía tanto del vendedor como del comprador. Este mercado afecta mucho al sector, ya que antes en España no era común la compra-venta de artículos usados, y menos de bebé. Sin embargo, esa cultura ha cambiado totalmente y es complicado combatir esta tendencia si no es con productos nuevos e innovadores”.
Como observamos a través de las valoraciones de los profesionales, para combatir la segunda mano es necesario la formación continua de las familias para que sean conscientes de la importancia de comprar productos que garanticen la seguridad de sus pequeños, y además las empresas deben apostar por una innovación continua en los artículos para que cumplan con las necesidades e intereses de las familias y sean un reclamo de compra.