El sector de los moldistas en Portugal

Este reconocimiento internacional, junto al dinamismo y un márketing agresivo de la industria de los moldes en Portugal significa que los moldes “made in Portugal” se encuentran diseminados en más de setenta países.

A pesar de que Portugal es un país de dimensiones reducidas, su industria de fabricación de moldes es una de las más importantes del mundo, y exporta aproximadamente el 90 por ciento de su producción. En 2003, la exportaciones alcanzaron los 303 millones de euros. Alemania, Francia y Estados Unidos, fueron los mercados más representativos. En conjunto, absorbían alrededor del 53 por ciento de las exportaciones totales portuguesas.

Hoy, la industria de fabricantes de moldes en Portugal consiste en aproximadamente 300 pequeñas y medianas empresas, localizadas en Marinha Grande y Oliveira de Azeméis, empleando a un total de 7.500 trabajadores.

Según los datos de la ISTMA –Associaçao internacional do sector, Portugal se encuentra en undécima posición entre los más grandes fabricantes mundiales de moldes, y en octava posición con relación a los moldes para plásticos, exportando cerca del 90% de su producción.

Los fabricantes de moldes lusos se encuentran a la cabeza de las aplicaciones más actuales como son CAD/CAE/CAM, empleando las últimas versiones de cada programa, y otras aplicaciones tecnológicas utilizadas para el diseño y producción de moldes. Las compañías también han invertido en máquina herramienta innovadora y de alta precisión, más específicamente en el área del mecanizado de alta velocidad y prototipado rápido.

El optimismo del sector está asegurado gracias a factores como son el desarrollo tecnológico, una correcta planificación de la producción y control de calidad, la constante modernización del equipamiento e inversiones dirigidas a la formación profesional.

Para ofrecer un producto diferenciado que los competidores no pueden ofrecer, la industria de moldes portuguesa, enfatiza la producción de moldes altamente especializados de precisión principalmente para inyección de plásticos. Para alcanzar tanta capacidad, se llevan a cabo constantes inversiones en nuevo equipamiento.

Por ejemplo la inversión de nuevos equipos, que alcanza cerca del 10 –15 % del total de las ventas, significa que, en términos proporcionales, las compañías portuguesas invierten más en nuevas tecnologías y equipos que cualquier otro de sus competidores extranjeros.

Por otra parte, el problema de transmisión y recepción de datos en el diseño y producción de moldes, que se hace posible gracias a los sistemas de información instalados en las compañías portuguesas, ha traído notables beneficios a las relaciones cliente/suministrador. Las compañías multinacionales se han pronunciado a favor de los moldes portugueses, no sólo para reducir tiempos, sino también por confianza y avances tecnológicos. Desde 1986, fecha de la adhesión portuguesa a la Unión Europea, los mercados europeos han resultado los mejores clientes de los moldes portugueses. Los fabricantes del país vecino también cuentan con un alto grado de especialización. Algunas compañías trabajan exclusivamente en cavidades o bases de molde, otros en pulidos, larga escala o moldes de alta precisión. En comparación con otros países europeos, el empleo de ingeniería simultánea es más extenso.

La importancia del márketing es también un factor muy asumido y el personal de ventas habla por lo menos dos lenguas extranjeras. Otra característica, que contrasta con el sector de países competidores, es el nivel de formación de los directores que es tan elevado como el de los técnicos cualificados. En esta línea, se han instalado institutos en Marinha Grande y Oliveira de Azeméis.

Cefamol- la Asociación portuguesa para la Industria del Molde, es una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1969, que fomenta el desarrollo de la industrial promueve los moldes portugueses en el extranjero, representa la industria en negociaciones con el gobierno y con las organizaciones oficiales, ambas en Portugal y más allá de la frontera lusa.

Un tipo de operación incluye cooperación y búsqueda técnica y tecnológica e información con asociaciones counterpart, y otras instituciones conectadas a la industria nacional e internacional.

Hoy, Cefamol tiene aproximadamente 130 miembros, que representan cerca del 90 por ciento de la capacidad del producción nacional.

En 1991, Cefamol colaboró en la creación de Centimfe, Centro Tecnológico para moldes, herramientas especiales e Industria plástica, ubicada en Marinha Grande.

Centimfe está provista con los últimos productos informáticos y apoya a todas la compañías que pretenden mejorar sus métodos, tecnologías, cualidad y productividad.

La industria productora de moldes también se benefician del apoyo de Cenfim, un Centro de Formación Profesional para el sector del metal con centros en el norte y el sur del país.

Los cursos impartidos en el centro incluyen enseñanza administrativa para directores, formación para jefes de departamento y técnicos, entrenamiento profesional en materiales y uso de CAD/CAM y programación CNC en general. El trabajo de Cenfim ayuda a actualizar las competencias y conocimientos técnicos para cada profesional del sector de la industria del molde y áreas relacionadas.

Hoy en día, la producción de moldes es una de los sectores más competitivos de la industria portuguesa a nivel internacional. El progreso y la evolución de la esta industria es gracias a una consolidada experiencia y know how, así com en diseño o desarrollo, hasta su competitividad e inversiones en alta tecnología.

El sector de los moldes portugués es relativamente joven, con cincuenta años de actividad. Está constituido por cerca de 300 compañías, principalmente concentradas en Marinha Grande (65%) y Oliveira de Azeméis (30%) y emplea a 7.500 trabajadores.

Con un valor añadido de más de 80 y exportando el 90 por ciento de sus producción, ha demostrado, a lo largo de los años, una alta capacidad de adaptarse a la evolución a mercados y tecnologías.

El éxito de la industria de los fabricantes portugueses recae básicamente en los siguientes aspectos:

• Una buena imagen internacional.
• La alta capacidad de adaptación a la evolución tecnológica del mercado.
• Una precisa percepción de innovación y modernización.
• Alta capacidad productiva, especialmente en lo referente a las nuevas tecnologías basadas en equipamiento.
• Significante experiencia en recursos humanos.

Es posible observar cómo los niveles de exportación durante los últimos años fueron siempre de un 85 por ciento sobre el total producido, que confirma la fuerte tendencia exportación del sector portugués, una línea que se ha visto reforzada durante los últimos años.