El registro de ecogestión europeo cumple diez años con un éxito desigual
Cataluña lidera las certificaciones EMAS
Más de la mitad de empresas españolas registradas en el sistema de gestión ambiental europeo EMAS son catalanas. Según datos de la Comisión Europea, de las 289 organizaciones inscritas en el EMAS, 136 están ubicadas en Cataluña. Hace diez años que se aplica este sistema de gestión y auditoria medioambiental de carácter voluntario.
Desde que se puso en marcha el registro europeo EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) hace diez años ya son 289 las empresas y entidades españolas que se han adherido a este sistema voluntario de gestión medioambiental. No obstante, el seguimiento es algo desigual ya que más de la mitad de empresas adheridas (136) están ubicadas en Cataluña. Le siguen a mucha distancia Baleares (25 organizaciones), Madrid (23) y Andalucía con 21 organizaciones.
EMAS es un sistema de gestión y auditoría ambiental para entidades que operan en el Espacio Económico Europeo (UE más Noruega, Liechtenstein e Islandia) y que tiene como objetivo fomentar la adaptación de estas empresas a métodos de producción y comercialización de menor impacto ambiental. Para fomentar la adhesión a este registro, que es voluntario, las administraciones ofrecen ventajas como desgravaciones fiscales. Además, formar parte de este registro proporciona a la empresa nuevas oportunidades de negocio, mejora su imagen y su eficiencia.
Este registro se dirigía en un principio a empresas industriales y no fue hasta el año 2001 que no se abrió a las empresas del sector servicios. Éstas representan la mitad aproximadamente del total. Además de empresas, hay organismos públicos que se han adherido a este sistema, como recientemente ha hecho el ayuntamiento de Leeds.
Cómo adherirse
Para adherirse a este registro, una empresa primero debe definir cuáles son sus principios y objetivos medioambientales, además de realizar una evaluación medioambiental de su actividad. En base a lo anterior, se aplica un sistema de gestión medioambiental que debe estar de acuerdo con el anexo I del Reglamento de EMAS. La aplicación de este sistema se someterá a auditorias periódicas y a una declaración con la descripción de la empresa, su actividad y productos, su política medioambiental y el sistema de gestión que aplica, impacto ambiental y objetivos. La declaración incluirá también la fecha y la situación de la empresa en relación a sus objetivos.
El siguiente paso es solicitar un examen global de esta declaración a una entidad acreditada, llamada verificador, y comunicar el resultado la administración de su comunidad autónoma o estatal. A partir de este instante la declaración se hace pública.La empresa recibe a cambio una acreditación y un logotipo.
Aunque no se trata de lo mismo, fuentes del Ministerio de Medio Ambiente señalan que la adopción de la norma ISO 14001 puede ser un punto de partida para adoptar el reglamento EMAS. La norma ISO 14001 es también un sistema de gestión ambiental, aunque la forma de realizar las auditorías no es tan exigente ni especifica, ni tampoco su periodicidad.
Tres empresas en tratamiento de superficies
La Asociación Técnica Española de Galvanización organizó este año una jornada donde se trató el reglamento EMAS en una ponencia titulada Reglamento EMAS: más allá de la ley. Su aplicación en la pequeña y mediana empresa. En la conferencia, a cargo de Soledad Aycart, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, se habló de los beneficios de este sistema y de su evolución en España en los últimos diez años. Según los datos proporcionados, en el sector del tratamiento de superficies existen tres empresas registradas en España: dos aragonesas y una catalana.
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