Cada tolva está equipada con un visor que proporciona el estado de secado del material y la visualización de la temperatura

Hoy en día, los plásticos y las fibras sintéticas se utilizan en todos los ámbitos de la tecnología y en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Aunque no son materiales naturales, han pasado a ser de uso cotidiano, incluso en la fabricación de objetos de valor, que ahora nos resultan totalmente familiares. Hasta hace unas décadas, un objeto de plástico, o una prenda de vestir de fibra sintética, transmitían la sensación de un producto fabricado en serie, ciertamente funcional, pero no siempre sinónimo de alta calidad. Hoy en día, la evolución tecnológica de los polímeros plásticos y sus características técnicas y estéticas ha alcanzado niveles impensables hasta hace algún tiempo. La era de los plásticos comenzó con la transformación de la baquelita y el celuloide. Sin embargo, el mercado de los plásticos ha evolucionado rápidamente para satisfacer las necesidades de una clientela cada vez más exigente.

Moretto apostó por la deshumidificación como factor clave para conseguir un proceso de moldeo y extrusión estable, capaz de garantizar un rendimiento bajo control y acorde con los parámetros exigidos. Por tanto, era necesario examinar el comportamiento en el interior de la tolva para mejorar significativamente el rendimiento del sistema.

Hace unos 30 años se iniciaron estudios exhaustivos y, mediante un software de análisis de 'elementos discretos', introducido en 2007, se llevaron a cabo una serie de experimentos para evaluar gránulo a gránulo el recorrido a través de la tolva tradicional. El análisis demostró que, con estas tolvas, no era posible garantizar la liberación de material correctamente deshumidificado, ya que no se podía asegurar que todos los gránulos cumplieran los tiempos de residencia requeridos.

Con la participación de la universidad y de consultores de ingeniería externos, junto con el departamento de I+D de la empresa, y mediante inversiones específicas, Moretto –firma representada por MTP– investigó el problema de la “tolva”, analizando conjuntamente la geometría, la dinámica de fluidos y la termodinámica del sistema. El superordenador Leonardo, capaz de realizar 22 billones de operaciones por segundo, permitió cartografiar el sistema desde distintos puntos de vista. Estos análisis desmontaron el proceso en su conjunto, poniendo de relieve las áreas susceptibles de mejora.

Moretto replanteó por completo la geometría interna y externa de la tolva, desarrollando el OTX (Original Thermal eXchanger), que revolucionó el proceso de deshumidificación y el concepto de la propia tolva, realizando un auténtico intercambiador entre energía y humedad, con una extraordinaria eficiencia energética.

El tiempo de secado se reduce en un 40% y, para el mismo rendimiento, el volumen de la tolva disminuye en un 40%. Además, gracias a la exclusiva geometría interna y a la máxima atención a los detalles, la eficiencia energética mejora en un 66%, lo que reduce significativamente los costes de un proceso tan intensivo en energía como la deshumidificación. Unos resultados increíbles que representan una enorme ventaja competitiva en comparación con las tolvas convencionales.

Evaluando los costes actuales de electricidad, este sistema garantiza el retorno de la inversión en menos de dos años.

Cada tolva está equipada con un visor que proporciona el estado de secado del material y la visualización de la temperatura, de modo que se conoce en todo momento el estado de funcionamiento de la máquina.

Algunos competidores mantienen un enfoque convencional en el tema de la deshumidificación, ya que desconocen los avances que han sido posibles gracias a los cálculos realizados mediante inteligencia artificial. La tolva OTX de Moretto es un producto exclusivo protegido por 7 patentes que ha supuesto una revolución en la deshumidificación de polímeros técnicos, asegurando a la empresa una posición de liderazgo en términos de eficiencia energética, competitividad y rendimiento de alta calidad.