Confemetal demanda más formación para mejorar la competitividad industrial
26 de enero de 2011
Según la organización, esa renovación e innovación ha de asentarse en mejorar la formación, desde los dispositivos de orientación profesional hasta la formación universitaria, poniendo el mayor énfasis en las estrategias de aprendizaje permanente y en los itinerarios flexibles de formación, la formación en el puesto de trabajo y el desarrollo de centros de referencia sectorial para la formación y la promoción de la cultura emprendedora y la formación de empresarios y gestores en nuevos modelos de gestión y organización.
Para Confemetal, esas son las directrices para la formación de los trabajadores de todos los niveles, muy especialmente los industriales, que en España permitirían aumentar la cualificación del personal, verdadero factor decisivo en la competitividad de un sector económico que en otros países está en la base de su recuperación. Adicionalmente, en una situación de desempleo tan devastadora como la actual, la formación es el principal instrumento de las políticas activas de empleo, y quizás la herramienta más eficaz para asegurar la permanencia de puestos de trabajo en grave riesgo de desaparición. La formación, asimismo, permitirá a las empresas adaptarse y aprovechar el cambio económico y tecnológico y la globalización en curso, y mejorar el tejido productivo y el bienestar del conjunto de la sociedad.
En el sistema de formación que las propias empresas y los trabajadores sufragan, sin recursos impositivos adicionales, permite además, mejorar los niveles de promoción social y personal para los trabajadores, especialmente para los grupos menos favorecidos, y aprovechar el capital humano de las empresas para las que se ha convertido en un instrumento de gestión de primer orden. El sistema de formación continua, cuya financiación y organización es modelo fuera de las fronteras españolas, se ha convertido en un factor de articulación territorial, de integración y de cohesión social, manteniendo sus principios básicos de protagonismo de los agentes sociales, ámbito estatal, libertad de adscripción y desarrollo de la formación, y unidad de caja, que se han mostrado hasta ahora eficacísimos.
Confemetal subraya también en su informe que el carácter sectorial de la formación permite dimensionar eficientemente los medios y las acciones a llevar a cabo, la adaptación de modo preciso de la oferta de formación a las verdaderas necesidades de cada segmento de actividad y la reducción de la excesiva burocratización. En este escenario, son difíciles de entender argumentaciones contra la formación continua con poca base real, que no toman en cuenta su calidad, el rigor de su ejecución y su grado de adaptación a las verdaderas necesidades del tejido productivo español.
La actividad aumenta tímidamente
La actividad productiva del metal, medida por el Indicador Compuesto del Metal (ICM), aumentó en el mes de noviembre un 1,4%, tras la caída del 6,9% de octubre. En el tercer trimestre, la actividad del metal anotó un descenso del 2,4%, después de los incrementos positivos del primer y segundo trimestre del ejercicio. En la media hasta el mes de noviembre, el indicador de actividad registó un crecimiento del 0,8%, mientras que en el mismo período del año anterior anotaba una caída del -26,1%. A falta de un mes para finalizar 2010, este 0,8% resultaba un escaso crecimiento, si tenemos en cuenta el mal resultado del año 2009 (-24,6% de media anual) y el tirón de las exportaciones del sector, que no han podido compensar una demanda interna muy negativa. Por sectores, cabe destacar en 2010 el aumento de la producción en la metalurgia, de la fabricación de vehículos de motor y de la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos, mientras que descendió en el resto de ramas.
Mercado laboral: siguen los resultados negativos en empleo
Según la EPA —Encuesta de Población Activa— sectorial (CNAE2009) el número de ocupados en la industria del metal (divisiones CNAE2009 del 24 al 30 y el 33) alcanzó la cifra de 974.500 personas en el tercer trimestre de 2010, lo que supone una caída del -2,4%, que es inferior a la registrada en el tercer trimestre de 2009. En términos absolutos, se observa una reducción de 23.500 empleos en comparación al mismo período del año anterior, cifra que va reduciéndose en comparación a la registrada en los trimestres anteriores. En la media anual hasta el tercer trimestre se anota un total de 971.433 ocupados, lo que supone sesenta mil puestos de trabajo menos que un año antes y una tasa de variación del -5,9%.
Por su parte, el número de parados en la industria del metal EPA alcanzó la cifra de 88.900 personas en el tercer trimestre (-30,6%), disminuyendo con respecto al trimestre anterior en 2.700 personas y con respecto al mismo período del año anterior en 39.200 parados menos. Esta reducción del paro en el metal ha sido consecuencia de la disminución de la población activa en el tercer trimestre: un -5,6% interanual y 62.700 personas menos. Finalmente, la tasa de paro bajó dos décimas con respecto al trimestre anterior, hasta el 8,4% de la población activa en el tercer trimestre de 2010.
El número de afiliados en alta a la Seguridad Social en el conjunto de ramas industriales del metal (CNAE2009 del 24 al 30 y el 33) se situó en el mes de noviembre en 758.660 personas, lo que supone una caída del -3,6% en comparación a los 786.924 afiliados del mismo mes de 2009. En la media de los once primeros meses de 2010 se llega a la cifra de 764.573 afiliados que, frente a los 811.212 afiliados del mismo período del año anterior, supone un descenso del -5,7%, lo que pone de manifiesto la persistente pérdida de empleo en el sector en lo que va de ejercicio, después de un año 2009 en el que se redujo considerablemente el número de afiliados a la Seguridad Social (-114.000 de media anual).
Las exportaciones siguen aumentando muy por encima de las importaciones
Las exportaciones de productos metálicos en el mes de octubre aumentaron un 17,6% en comparación al mismo mes del año anterior, constatándose que sigue el importante impulso de las exportaciones, después de los incrementos de septiembre, un 12,6%, y del 21,6% de agosto. En la media de los diez primeros meses de 2010 las exportaciones aumentaron un 15,7% en comparación al mismo período del año anterior. En la evolución trimestral, se registraron incrementos del 17,4% en el primer trimestre, del 16,7% en el segundo, y del 12,4% en el tercero. Por su parte, las importaciones subieron un 5,1%, lejos del incremento de las exportaciones y después de la caída del -5,9 % de septiembre, lo que refleja la atonía de la demanda interna. Hasta octubre la media mensual refleja un aumento del 9,1%, mientras que en la evolución trimestral, se anotó una tasa anual del 4,9 % en el primer trimestre, el 19% en el segundo y el 4,7% en el tercero. El déficit comercial en el período de enero a octubre disminuyó un 28,2%, debido al mayor crecimiento acumulado de las exportaciones en comparación con el de las importaciones.
Según los tipos de bienes y para el acumulado hasta el mes de octubre de 2010, cabe destacar el aumento de las exportaciones de metales comunes y sus manufacturas un 34,7%, de las de maquinaria, aparatos y material eléctrico un 11,3%, las de material de transporte un 11,3% y las de instrumentos mecánicos de precisión, el 14,5%. Por su parte, las importaciones de metales comunes y sus manufacturas aumentaron un 31,6%, las de máquinas, aparatos y material eléctrico un 11,4%, las de instrumentos mecánicos de precisión un 9,1% y las de material de transporte caen un -4,2%.