Tendencias en Inteligencia Artificial
Juan Bello, Lead Analyst Technology Research en AuraQuantic
25/11/2022Para dar un valor completo de la Inteligencia Artificial, muchas empresas están invirtiendo de manera significativa en equipos de ciencia de datos. Se trata de un campo interdisciplinar que usa métodos científicos y de otro tipo para extraer valor de los datos, y que combina habilidades de otras áreas como la estadística y la informática con el conocimiento empresarial para analizar datos recopilados de múltiples fuentes.
En este sentido, el principio fundamental de la IA, que es replicar y luego superar la forma en la que los humanos perciben y reaccionan ante el mundo, se está convirtiendo en la piedra angular de la innovación. Es por ello por lo que la IA, impulsada por varias formas de Machine Learning, que reconocen patrones en los datos para permitir predicciones, puede agregar valor a los negocios en dos sentidos. Primero, proporcionando una comprensión más completa de la abundancia de datos disponibles; y segundo, confiando en las predicciones para automatizar tareas excesivamente complejas o repetitivas.
En la actualidad, la IA mejora el rendimiento y la productividad de las empresas mediante la automatización de procesos o tareas que antes requerían esfuerzo humano. Además, puede dar sentido a los datos a una escala que ningún humano jamás podría.
Pero, ¿qué tendencias nos depara el futuro más inmediato en IA? En primer lugar, es destacable la Ingeniería en IA, lo que significa que la introducción de la IA en las compañías no puede deberse a una moda, sino que debe ser una herramienta que debe materializarse en aplicaciones prácticas y en automatizaciones que impacten de forma positiva en la actividad diaria de las organizaciones.
La hiperautomatización es otra de las tendencias que ya estamos viendo en IA, con la importancia de aplicar las últimas tecnologías en IA para automatizar escenarios que antes no era posible automatizar, y aumentar así las capacidades de los empleados y poder liberarlos para que realicen tareas de un mayor impacto.
Otra de estas tendencias es la Inteligencia de Decisión, que supone uno de los activos más importantes que tienen las compañías para tomar decisiones. Y es que, en estos momentos, las compañías disponen de múltiples fuentes de datos que captan y generan grandes volúmenes de información, pero la capacidad para manejar estos datos y convertirlos en información útil para la toma de decisiones es un valor diferencial. Los datos en sí no tienen ningún valor, necesitan los servicios de la IA para realizar analíticas predictivas y prescriptivas que recomienden qué deben hacer las personas con esos datos.
Y dejando de lado las películas en las que las máquinas toman el poder y empiezan a ejecutar tareas de forma autónoma sin el consentimiento de las personas, otra de las tendencias en la IA es que esta debe ser explicable y segura. Es decir, las personas deben entender de forma segura y clara por qué se toman las decisiones.
Nos encontramos ante una revolución cognitiva en la que muchas de las competencias y tareas repetitivas que, hasta ahora eran feudo del ser humano, pasan a ser fácilmente realizables con sistemas y procesos de Inteligencia Artificial (IA).
Es por ello que debemos dirigir bien esta tecnología, ya que es el modo de garantizar sus enormes beneficios para las compañías y la sociedad en general.