El Observatorio de la Industria del Metal de Aspromec debate sobre las incertidumbres del sector del mecanizado

El pasado 27 de septiembre Aspromec, Asociación de Profesionales para la Competitividad del Mecanizado, convocó a especialistas del sector metalmecánico a un nuevo Observatorio de la Industria del Metal, en una jornada de debate en la que se trataron temas de actualidad relacionados con la metalmecánica. El espacio de debate sirvió para tratar temas como la subida de precios de la energía y de las materias primeras que está sufriendo el sector, así como la falta de profesionales jóvenes cualificados.

El debate giró en torno a cuestiones actuales como la crisis energética, la falta de personal cualificado, las claves futuras para alcanzar la competitividad, etc.

Se trata del segundo Observatorio celebrado en este 2022, después del que tuvo lugar el pasado mayo en Bilbao. Además de los miembros de Aspromec, el debate contó también con la presencia de Jordi Farrés, presidente de Adecat, César Molins, director general de AMES Group, Pere Calopa, director de compras de Comforsa, Francisco Sánchez, fundador de Dicomol y Núria Salán, presidenta de la Societat Catalana de Tecnología.

El coloquio entre todos ellos giró en torno a cuestiones de actualidad para el sector de la metalmecánica como son, los elevados precios de la energía y de las materias primeras, el futuro de la automoción, la competencia con los países asiáticos, la competitividad y las innovaciones dentro del sector mecanizado, y la falta de profesionales jóvenes formados.

Esta nueva cita del Observatorio de la Industria del Metal estuvo conducida, en ausencia del presidente de Aspromec, Oriol Caballé, por Alejandro Carrasco, director gerente de Röhm Ibérica, y David Sanz, general manager de Walter Tools Ibérica.

El Observatorio de la Industria del Metal empezó con un tema de candente actualidad en el sector del mecanizado, la crisis energética y los elevados precios del coste de la energía que está soportando el mercado. Todos los asistentes coincidieron en que, antes de la pandemia, una de las preocupaciones del sector mecanizado eran las dudas en torno a cómo iba a evolucionar la automoción con la entrada del vehículo eléctrico. Ahora, sin embargo, todo esto ha cambiado y en el sector metalmecánico han surgido nuevas preocupaciones más inmediatas que resolver, como, por ejemplo, los elevados precios de la energía.

Pere Calopa, director de compras de Comforsa destacó que “anteriormente las decisiones en cuanto a elementos como la materia prima o la energía, se tomaban a largo plazo, pero debido a la variación de precio que ha sufrido el sector en poco tiempo, esto ahora es imposible”. Toda esta subida de costes que está sufriendo el sector, no únicamente se aplica al precio de la energía, sino que también materias primas como el acero o los aceites han padecido un aumento de costes en poco tiempo. De hecho, todos ellos destacaron que, si normalmente el valor de coste de la energía representaba un 20% del coste final, ahora supone un 50%. En el caso de los aceites, la subida ha llegado hasta el 40% del coste y, por tanto, el sector se ve obligado a sumar costes a los productos que hasta ahora no se contabilizaban.

El Observatorio que tuvo lugar en Barcelona trató sobre los diversos temas que afectan a la industria en general y a la máquina-herramienta en particular.

Para hacer frente a estas subidas de precios, apuntaron que el sector debe empezar a indexar el valor de venta, el precio de facturación, por un índice marcado por el precio de valor de la energía. De esta forma las empresas podrán seguir manteniéndose en el mercado, puesto que con esta oscilación de precios el sector pierde realmente la orientación de qué valor tienen los productos. Este plus ya se está aplicando en diversas siderurgias europeas y ahí es cuando algunos clientes del sector están optando por el mercado asiático, que no se ve afectado por la subida de precios de la energía. Jordi Farrés, presidente de Adecat, expuso la situación con la que se encuentran muchas empresas del sector, las cuales “están adaptando sus turnos de trabajo al coste de la energía. Han pasado hacer turnos de noche y de fin de semana para hacerle frente”.

Además del precio de la energía, las empresas industriales españolas tienen que enfrentarse a otro problema de liquidez, la amortización de los créditos ICO que otorgó el gobierno español para hacer frente a los efectos de la pandemia del Covid-19 y cuya amortización empieza ahora. Los asistentes al debate coincidieron en que muchas empresas se encontrarán ante la tesitura de pagar el crédito o poder pagar el coste de la energía.

Otro de los grandes problemas del mecanizado es la falta de jóvenes profesionales en el sector. Aunque en España existe una tasa de desempleo juvenil en torno al 40%, los empresarios del sector industrial padecen una falta de personal cualificado y las escuelas de formación no tienen demanda de nuevos alumnos. Núria Salán, presidenta de la Sociedad Catalana de Tecnología, apuntó que “la falta de formación, es la clave. Si bien actualmente hay un problema con el coste de la energía, una vez solventado, el problema de la formación de profesionales seguirá ahí.” El sector tiene una grave problemática, ya que, es frecuente encontrarse con profesionales con falta de formación que de forma habitual tienen dificultades para distinguir diferentes tipos de acero y las deficiencias que presenta, y eso supone un coste para la empresa.

Los asistentes al Observatorio coincidieron en que los jóvenes no se decantan por estudios relacionados con el área industrial. Esto se debe a la falta de promoción que se hace en la primaria y al desconocimiento que hay del sector por parte de los profesionales del ámbito educativo obligatorio. Los niños toman su decisión respecto a qué se quieren dedicar en su etapa adulta con 10 – 12 años, por tanto, los referentes que tengan en ese periodo serán clave para decidir su futuro. Ahí también entra en juego la labor de exponer referentes femeninos del sector industrial, para que las niñas también quieran escoger estudios relacionados con la industria.

La automoción europea, junto a la aviación, es uno de los sectores que se mantiene puntero frente a la competencia asiática. En el debate se apuntó que, aunque la entrada al mercado del vehículo eléctrico reducirá el número de piezas mecanizadas para su motor, comparado con un vehículo de combustión, la calidad del mecanizado que ofrece Europa frente a China sigue siendo superior. Si bien, China compite por precio, después la industria española acaba perfeccionando las piezas y aumentando la calidad. Aun así, los expertos ven a China como una amenaza, ya que, aunque el mecanizado europeo es superior, hay muchos materiales que son necesarios para los vehículos eléctricos, como el litio, que provienen de China.

Por otro lado, los expertos también destacaron la demanda de energía que se necesitará para cubrir las necesidades del mercado automovilístico eléctrico y que es un punto que aún está por resolver.

Foto de familia con los participantes en la reunión del Observatorio del Sector Industrial de Aspromec en Barcelona.

En cuanto a términos de innovación, los ponentes coincidieron en que las mejoras radicales son las que menos se dan en el mecanizado, siempre son incrementales. Francisco Sánchez, fundador de Dicomol, destacó que “quizás en la fabricación seriada sí se puede innovar más en términos de procesos, pero en el caso del molde esto es más limitado y cuesta aplicarla. Si bien, si ha habido una mejora importante en la detección de fallos de las piezas de forma digital.” Aun así, se destacó la importancia de la asociación entre empresas del sector, para poder ser así más competitivos frente a los mercados internacionales. De esta forma, las empresas también podrían hacer frente al traspaso generacional, hecho del que se destacó la diferencia entre, por ejemplo, España y Alemania, donde las empresas llegan a ser de octava generación. En España, en cambio, debido a la burocracia de transmisiones existente, es poco habitual que sobrepasen las dos o tres generaciones.

Donde más puede mejorar la industria del mecanizado es en términos de logística, apartado en el que la robótica ha jugado un papel trascendental para el progreso. Los robots han registrado unas mejoras en coste y velocidad muy relevantes en pocos años. De hecho, aunque hoy en día sí que hay tareas repetitivas en las que el operario tiene que estar presente, esto a largo plazo será inviable y se eliminará.

Por último, un campo en el que la tecnología ha aportado grandes mejoras para el mecanizado es en la medición. Actualmente, es posible llegar a los 0 defectos gracias a la tecnología en este campo. Es ya es imprescindible para el sector industrial, tanto para seguir mejorando sus productos, como para optimizar la producción y sus costes.