Según un artículo publicado en Cinco Días, después de 18 meses, EE UU empieza a ver la luz al final del túnel. Eso lo decide la NBER, la oficina nacional de análisis económico, pero suele hacerlo con varios meses de precavido retraso. Mientras llega ese momento, los economistas ya están percibiendo que se ha pasado del final de la caída libre a una cierta estabilización y parte de la actividad económica vuelve a crecer. Ahora que los primeros tramos del paquete de estímulo de 787.000 millones de dólares diseñado por la Administración de Barack Obama echan a rodar, la política monetaria se mantiene al más elevado nivel de estímulo posible y la banca empieza -también tras una importante ayuda del Estado-, a salir del agujero.
Lo que mejor se ha recibido ha sido la mejora en el índice de ISM industrial conocida el día 1 de septiembre y la revisión de las cifras del PIB del segundo trimestre que mostraban como la economía había echado el freno al deterioro.