El reciclaje del metal duro revierte beneficios

Situada en Austria y como parte del grupo Sandvik, Wolfram Bergbau und Hütten es uno de los mayores productores mundiales de tungsteno. Las reservas de este componente crítico en las herramientas de metal duro enterizas de Sandvik Coromant se estima que están en torno a los siete millones de toneladas (lo que equivale a 100 años de consumo). El acceso a materias primas esenciales es clave para mantener la posición de Wolfram, pero la planta también invierte en herramientas ya creadas. En este artículo se explica cómo los fabricantes pueden sacar el máximo partido a los recursos existentes.

¿Por qué agotarlos innecesariamente? Según la fundación ClimateWorks Foundation —una organización benéfica, cuyo propósito es encontrar soluciones de prácticas recomendadas que ayuden a las empresas a reducir su consumo de dióxido de carbono—, la economía circular es un “sistema en el que el material fluye, definido como consistente en nutrientes biológicos y ”técnicos", diseñados para seguir circulando con una alta calidad y volver a entrar de forma segura en la biosfera, ofreciendo valor a cambio de la menor cantidad de energía y recursos físicos".

La economía circular no solo ofrece ventajas medioambientales. Tan pronto como las herramientas de Sandvik Coromant pierden sus propiedades, lo más fácil es clasificarlas como inútiles. No obstante, los materiales utilizados para crear esas herramientas siguen siendo útiles.

Desde una perspectiva ecológica, la fabricación de herramientas nuevas a partir de metal duro reciclado requiere un 70% menos energía que hacerlo a partir de materias primas. La producción también es más sostenible y usar materiales reciclados emite un 40% menos dióxido de carbono que al empezar de cero.

Con la introducción de cualquier proceso nuevo, el éxito suele residir en la capacidad de satisfacer las necesidades del negocio. La adopción de la economía circular resuelve tanto los retos de la sostenibilidad global como la necesidad de enfrentarse a un asunto al que pocos clientes quieren prestar atención: los desechos.

Supervisar el ciclo de vida completo de un producto aporta a los negocios mayor control de sus recursos. Este control significa que una empresa puede revisar los costes de forma efectiva, a la vez que ayuda a los clientes, quienes se beneficiarán de la venta de sus productos usados, estableciendo una relación con el proveedor que no termina con la adquisición inicial.

Es posible reciclar el 95% de una plaquita de metal duro usada. De este metal duro, el tungsteno representa en torno al 75%. La planta de Wolfram ha desarrollado un proceso de reciclaje interno, del que se pueden beneficiar los clientes de Sandvik Coromant de todo el mundo.

Sandvik Coromant organiza la recolección de las herramientas de metal duro usadas de sus clientes antes de transportarlas a la planta. Ahí, los managers encargados del reciclaje, realizan un análisis por espectrometría de fluorescencia de rayos X con un sistema de escaneado que determina la composición de las herramientas recibidas. Tras una compresión inicial, el nuevo polvo de herramientas forma un polvo de metal duro.

A continuación, este polvo se somete a una purificación química, que ayuda a recuperar materiales con las mismas propiedades encontradas en el tungsteno de las minas de Wolfram. El resto de elementos del metal duro también se gestionan de forma sostenible. Por ejemplo, el cobalto recuperado de las herramientas usadas se envía a un tercero para su reciclaje.

El programa de reciclaje de Sandvik Coromant admite herramientas de metal duro de todos los fabricantes indistintamente del tamaño, la industria y el lugar.

Como socio responsable, el negocio debe incorporar el reciclaje a su estrategia de gestión de recursos. No obstante, ofrecer brocas de metal duro para una mayor seguridad del proceso al mecanizar materiales tenaces es otra consideración medioambiental.

La mayoría de las industrias en las que el taladrado juega un papel importante en la producción diaria compran con una única preocupación en mente. ¿Cuánto durará esta herramienta? Muchos se plantean esta pregunta desde la perspectiva del coste por uso, pero una herramienta duradera también es importante para quienes quieren extender el uso del producto desde un punto de vista medioambiental.

Sandvik Coromant ha desarrollado la última incorporación a su gama de productos, la broca CoroDrill 860 con la geometría -GM, teniendo en cuenta estos factores. La herramienta es mucho más resistente al desgaste que su predecesora, la broca CoroDrill R840, debido a su geometría avanzada y calidad exclusiva, las cuales resultan en una herramienta más duradera.

El servicio de reacondicionamiento de Sandvik Coromant optimiza la vida útil y el rendimiento de la herramienta, garantizando una geometría como nueva, que ofrece una seguridad del proceso sobresaliente. Para una vida útil extendida, las herramientas deben poder someterse a múltiples reacondicionamientos. La broca CoroDrill 860-GM no solo ofrece un rendimiento líder en el mercado, sino que, además, al ser más larga por diseño, maximiza la vida útil disponible. Con la recomendación de tres reacondicionamientos por herramienta, CoroDrill 860-GM ofrece de forma efectiva cuatro herramientas en una única solución. Una vez finalizada su vida útil, la herramienta puede entrar en el programa de reciclaje de Sandvik Coromant, ofreciendo un retorno económico a la inversión inicial del cliente.

Wolfram demuestra que la gestión de los recursos no termina con la compra. Los productores deben estudiar el ciclo de vida completo de sus productos, desde la perspectiva de la sostenibilidad y de la rentabilidad. Aunque los programas de reciclaje pueden reducir las emisiones de carbono y reforzar las relaciones con el cliente, los productores también deben tener en cuenta la longevidad de las herramientas que crean, lo que ampliará más si cabe la sostenibilidad de un negocio.