Los empresarios del metal catalán reclaman más financiación y una bajada de impuestos
Después de ver el acelerado descenso de las ventas y la demanda, el aumento de la morosidad de los clientes, los numerosos expedientes de regulación de empleo en pocos meses y el cierre inmediato de empresas metalúrgicas, los empresarios del sector del metal se manifestaron ayer para mostrar al Gobierno su insatisfacción y reclamar más ayudas exigiendo medidas concretas para poner solución a la difícil situación en la que se encuentran.
El acto reivindicativo estuvo organizado por la Patronal Metal·lúrgica de Catalunya y a lo largo de la jornada, los presidentes de las patronales del metal catalanas; Joan Maria Noguera, presidente de Apemta de Tarragona; Lluís Fita, presidente de Fegmetall de Girona; Estanislau Grau, presidente de Femel de Lleida y Antoni Marsal, presidente de UPM de Barcelona, hicieron un repaso a la situación del sector destacando la importancia que tiene éste para la economía catalana (un 12 por ciento directo del PIB catalán) y que no se puede permitir ponerlo más en peligro.

“Los tipos de interés bancario son cada vez más caros y muchas empresas no están recibiendo la financiación suficiente para seguir adelante” declaraba Ramón Marsal, gerente de Vilatel, S.L.U. de Tarragona. Frente a esto se evidencia una falta de flexibilidad del entorno para que las empresas puedan hacer frente al descenso de ventas. Según ellos, las acciones de respuesta y apoyo por parte del sector público han sido insuficientes, inoperantes o llegan con mucho retraso, en comparación con otros países.

Medidas concretas
Entre las medidas que proponen los empresarios del metal en el documento firmado por ellos, la primera es que se garantice que la financiación llegue realmente y directamente a las personas y a las empresas y que no siempre tenga que estar la banca por el medio, ya que está dificultando el proceso. Otra propuesta importante es que no se aumenten las tasas, impuestos y precios de servicios básicos por encima del IPC real o previsto, que se aplace como mínimo 12 meses el pago de los impuestos y de las cargas sociales, que mejore el funcionamiento y aplicación de la compensación de impuestos, que haya más flexibilidad en el mercado laboral, que se reduzcan los niveles de absentismo y que se reforme la Ley de Morosidad, sin alargar los plazos más allá de 60 días.

Otras medidas a más largo plazo que mencionó Estanislau Grau, son la transformación estructural del sector, la investigación, el desarrollo y la innovación, la recuperación de los oficios tradicionales y la creación de un sistema de formación profesional que funcione de verdad, y por último, la internacionalización de las pequeñas, medianas y grandes empresas.