Intza acude a EMO 2019 con sus conjuntos MQLC de lubricación y refrigeración exterior de herramientas
El equipo presentado por Intza en Hannover consta de microbombas alimentadas por gravedad y con salida por tubo coaxial. El aire y el lubricante se transportan por separado hasta la boquilla, donde se produce la proyección a presión.
Tanto el caudal de lubricante como el de aire pueden ser regulados y la cadencia de funcionamiento puede ser regulada, bien desde un generador neumático de impulsos, o bien desde una electroválvula. Además, dispone de una amplia gama de proyectores, que abarcan todas las necesidades: brocas, machos, discos y cintas de sierra, etc.
Lubricación por aceite-aire
Se trata de un sistema super-lean por microinyección de cantidades mínimas de lubricante y alta frecuencia para la lubricación de rodamientos de alta velocidad (electromandrinos), mecanismos de engranajes…
Se fabrica en 2 versiones:
- Dosificadores volumétricos que funcionan según el sistema de línea simple, en combinación con centrales de engrase con motor eléctrico.
- Microbombas de accionamiento neumático.
Estos equipos fabricados por Intza suministran un constante flujo de aceite-aire tanto en cantidad como en frecuencia.
Su alta repetibilidad de funcionamiento (hasta 2 impulsos/segundo en el caso de las microbombas de accionamiento neumático) proporciona una incesante aportación de caudal mínimo con muy poca variación en volumen y tiempo.
Intza fabrica también grupos para la aspiración del aceite acumulado y excedente en los mecanismos de las instalaciones con lubricación mínima.
Principios del engrase por aceite-aire
Poniendo una gota de líquido sobre una placa y soplando sobre la misma se observa cómo se ensancha en dirección al paso del aire: el líquido es transportado por la corriente de aire y aumenta la superficie mojada, es decir, hemos estirado la gota.
El mismo principio se aprovecha en el engrase por aceite-aire: el dosificador lleva el aceite a una tubería con corriente de aire. Las gotas son transportadas y estiradas a lo largo de la pared de la tubería en dirección al punto de engrase, llegando a éste en forma de corriente de aceite fina y continua.
Este proceso puede observarse perfectamente en una tubería transparente: en la entrada las gotas son gruesas, al paso por la tubería van transformándose en finas y uniformes, y a unos aproximadamente 40 cm ya no podrá observarse temporalmente ninguna variación en el espesor del flujo. De esta manera, al final de la tubería se rocían finísimas gotas de aceite de forma continua sobre el punto de engrase, sin producirse neblina. El aporte de aceite es intermitente, en tanto que el de aire es continuo mientras funcione la máquina. Asimismo, el aire comprimido proyectado continuamente sobre el punto de engrase actúa como barrera contra las partículas de suciedad.