Un nuevo sistema para seguir compactando, con menos consumo y menos emisiones
Habitualmente las máquinas para compactar trabajan con unas revoluciones fijas y a partir de esas revoluciones los sistemas hidrostáticos e hidráulicos aportan aceite, etc. Todo ello a partir de posiciones fijas. Pero el nuevo sistema mide las posiciones variables y le va pidiendo al motor más o menos revoluciones. En cada momento aporta la potencia exacta que necesita del motor. En términos coloquiales “tanto necesitas, tanto te doy. Ni más ni menos”.
El nuevo sistema de Lebrero logra que el funcionamiento del motor térmico y de las bombas y motores hidráulicos de traslación y de vibración estén controlados electrónicamente con el objetivo de trabajar en las condiciones más eficientes en todas las situaciones. “Si en lugar de una constante –explica Javier Lebrero- las revoluciones son una variable, los sistemas que son variables o constantes los tengo que hacer siempre variables con respecto a la variable de las revoluciones del motor. Y aquí entra en juego la electrónica. La máquina, por tanto, va subiendo las revoluciones de motor y aportando más potencia en la medida en que se le va pidiendo más o menos”.
Es un sistema aplicable a cualquier tipo de compactador. “De momento –continúa Javier Lebrero- el sistema está corriendo sobre la máquina que tenemos expuesta en Smopyc, pero está en fase de prototipo. Aunque el proyecto está finalizado y el sistema listo para su puesta en marcha, estamos inmersos en un proceso de durabilidad y todavía no está comercializado. Una vez esté todo preparado, lo comercializaremos como una opción para nuestros compactadores”.
Alta tecnología y un enfoque nuevo
Desde luego, la idea de ahorrar no es nueva, pero Lebrero ha sabido dar un nuevo enfoque a este asunto. “En el mercado hay otros sistemas de ahorro de consumo, pero ninguno es como el nuestro, porque estamos ante un sistema complejo que se ha desarrollado por el único camino posible: que todo sea variable, que todo vaya relacionado a una función que depende de las revoluciones del motor. Esto obliga a medir todos los parámetros de la máquina. Hemos ido un poco más allá que otros sistemas”.
Otro dato importante: el sistema se amortiza antes de un año, algo muy relevante en máquinas con una vida media de 6 años.