Los fabricantes se convierten en asesores de empresas

Los directivos de las empresas consultan habitualmente a asesores externos, ya sea sobre temas financieros, estrategia, responsabilidad corporativa, ciberseguridad o presión política (lobbying). Como las empresas modernas dependen de todos estos factores para tener éxito, resulta evidente la oportunidad que se abre a los fabricantes para actuar como asesores empresariales de confianza desde 2017 en adelante.

Las empresas necesitan seguir el ritmo de una demanda cada vez mayor de los clientes y comercializar sus ideas con más rapidez que nunca. Las empresas de fabricación digital están desempeñando un papel fundamental para lograrlo, asesorando a los directivos sobre las técnicas y servicios que mejor se adaptan a sus necesidades comerciales.

No se trata solo de que las empresas aprovechen el papel asesor adoptado por los fabricantes. Para sobrevivir y tener éxito en el clima competitivo actual, los propios fabricantes tienen que adaptar sus soluciones y servicios a las necesidades del cliente, ofreciendo información y asesoramiento sinceros durante todo el proceso. Con el reciente anuncio gubernamental de nuevos planes para aumentar la inversión en I+D, es el momento ideal para que los fabricantes británicos investiguen y proporcionen soluciones innovadoras a los clientes y empresas en general.

Un asesoramiento eficaz formará parte del proceso de salida al mercado del cliente. Para los fabricantes digitales, esto se consigue ofreciendo lo último en soluciones digitales que produzcan piezas con una velocidad y calidad imposibles hasta ahora. Aquí es donde entra en juego, por ejemplo, la impresión 3D.

La impresión 3D brinda a las empresas la posibilidad de reinventar su modo de diseñar y fabricar las piezas. Este tipo de impresión puede eliminar los costes de creación del molde, ofreciendo la opción de construir prototipos más complejos y de usar combinaciones de productos diferentes en todas las fases del desarrollo.

El método de fabricación digital exige menos pasos de procesamiento. El hecho de que permita producir según la demanda reduce y simplifica la cadena de suministro, creando una experiencia más ágil y uniforme para el cliente.

Y lo que es más importante, la impresión 3D se está convirtiendo en una opción cada vez más popular para la producción de series reducidas. La capacidad de imprimir simultáneamente varios componentes, así como la posibilidad de crear formas geométricas intrincadas y complejas que exigen grandes tolerancias dimensionales suponen importantes ventajas para las empresas. Así pues, los sistemas heredados pueden ser fácilmente sustituidos o completados, permitiendo también una experiencia de ingeniería inversa si fuera necesario.

Pero la impresión 3D puede no ser adecuada para todas las empresas, por lo que es importante sopesar la pertinencia de otras soluciones de fabricación digital. El mecanizado CNC, un proceso en el que se usan ordenadores para controlar las herramientas de fresado y torneado a alta velocidad, está transformando poco a poco los procesos de producción en una serie de sectores, a los que proporciona rápidamente piezas y prototipos.

El mecanizado CNC puede ser más apropiado que la impresión 3D si una empresa va a producir hasta 200 piezas en lugar de 50, así como para el diseño de piezas muy pequeñas. Es este profundo conocimiento del servicio más económico y escalable el que convierte a los fabricantes en asesores expertos para las empresas.

Para los fabricantes digitales será habitual ofrecer un asesoramiento honesto y minucioso sobre qué servicio o servicios son más adecuados para el cliente, actuando así como un asesor de confianza. La solución más eficiente suele ir más allá de la simple impresión 3D, y muchas empresas podrían no ser conscientes de las ventajas que el mecanizado CNC, el moldeo por inyección y otras técnicas de fabricación digital pueden ofrecerles. Es en este contexto donde los fabricantes proporcionan un asesoramiento de gran valor.