Compañías europeas como Dassault Aviation, AELS y Constellium, junto con la israelí IAI, comparten conocimiento con los centros tecnológicos implicados en el proyecto Sentry
Reciclar aviones de forma más eficiente
El proyecto europeo Sentry es una iniciativa enmarcada dentro del ambicioso programa Clean Sky de colaboración público-privada entre la Comisión Europea (CE) y la industria aeronáutica establecido para hacer cambios significativos en el impacto ambiental de la aviación. En él participan diversos centros tecnológicos entre los cuales se encuentran Gaiker, que asume la evaluación ambiental y la coordinación del conjunto del proyecto, Lortek, que se encarga del desmantelado selectivo de las piezas, y Azterlan, que aporta su experiencia en el ámbito de la metalurgia del aluminio.
El proyecto tiene el objetivo de llevar a cabo un reciclaje diferenciado de las aleaciones con las que se fabrican los paneles integrados en el fuselaje de las aeronaves para conseguir que los materiales empleados no se desvíen hacia productos de menor valor añadido y puedan volver a ser incorporados a la que fue su aplicación original.
En la actualidad, a pesar de que los paneles estén compuestos por distintos materiales, el proceso de reciclaje se hace de forma conjunta. Esto significa que el aprovechamiento de las materias primas empleadas no es completamente eficiente. “Se trata de conseguir un ciclo cerrado para que los materiales puedan seguir siendo incorporados en la misma aplicación y lograr un reciclado en el grado más alto”, explica el coordinador del proyecto, Sixto Arnaiz.
El experto añade que el proceso de reciclaje que se ha definido permite recuperar por separado cada una de las aleaciones de aluminio empleadas en la fabricación de los paneles, que son tan específicas que no se pueden mezclar con otras si se quiere conservar sus propiedades. Esto es así especialmente en las que llevan litio, metal “muy reactivo y muy delicado que aporta ligereza”.
Además, compañías líderes mundiales como la aeronáutica francesa Dassault Aviation y la israelí IAI, la metalúrgica de aluminio francesa Constellium y la especialista holandesa en reciclaje de aeronaves a su fin de vida AELS, tienen un papel relevante en el proyecto, cuya fase de definición y análisis metodológico ya ha sido ejecutado. “Hemos hecho la parte teórica y queda la puesta en práctica y la comprobación de que lo definido funciona bien”, agrega Arnaiz.
Para Arnaiz, la incorporación y diseño de nuevas soluciones en el sector aeronáutico, como el uso de nuevas aleaciones y paneles más ligeros, debe cumplir con los requisitos técnicos pero también ambientales, lo que es una de las metas del área de ecodiseño del programa Clean Sky.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 300.000 euros, de los que la Comisión Europea asume el 75% a través del VII Programa Marco. Con una duración de 16 meses, arrancó el año pasado y tiene previsto presentar sus conclusiones a finales del próximo mes de julio.