KMP pisa fuerte
En el sudoeste de Francia un gigante empresarial domina el paisaje industrial: el grupo Airbus. Una buena parte de la economía de la región depende de esta multinacional europea y de su gran cadena de suministro en la zona de Toulouse. En 2011, cuando se supo que Airbus tenía previsto iniciar un nuevo e importante programa de fabricación, los emprendedores —y marido y mujer— Sébastien y Sonia Korczak decidieron abrir su propio taller de mecanizado, KMP, para prestar servicio al gran número de empresas aeroespaciales de la zona que, a su vez, trabajan para Airbus.
“Antes de optar por Haas otra marca de máquinas herramienta nos dijo que las Haas no servían para mecanizar materiales duros”, cuenta Sébastien Korczak. “En realidad no querían que supiéramos que las Haas sí que están preparadas para cortar material duro día y noche y que, además, no fallan. No sólo eso sino que son tan fáciles de usar que uno de mis operarios aprendió a utilizar el control en un solo día; hasta mi hijo de once años puede manejar estas máquinas”.
La empresa francesa KMP trabaja con su UMC-750 Automática día y noche, mecanizando piezas complejas aeroespaciales en titanio para Airbus.
“La marca Haas está bien posicionada en el mercado europeo y, como habíamos tenido una experiencia muy buena con la VF-2 de segunda mano, quisimos indagar un poco más sobre estas máquinas”, dice Korczak. “Otros fabricantes nos dijeron que las máquinas Haas sólo servían para aluminio y plástico, pero tuve la sensación de que estas críticas en realidad escondían algo. Al principio, queríamos una máquina de cinco ejes para diferenciarnos de tres empresas de la competencia que habíamos identificado en el mercado. Necesitábamos una máquina que funcionara bien a buen precio, pero no podíamos permitirnos una nueva. La Haas VF-2 de segunda mano fue la solución perfecta. Tiene mucha capacidad de almacenamiento para los programas, lo que nos permite usar técnicas de mecanizado sofisticadas”.
Sébastien y Sonia Korczak fundaron KMP, un taller de mecanizado subcontratista en Toulouse, con la intención de dar servicio a las grandes compañias aeroespaciales tier-2 y tier-3 en el área.
El éxito de KMP fue tal que a los seis meses la empresa ya había cambiado la VF-2 por un centro de mecanizado vertical Haas VM-2, un husillo más potente y, poco después, un centro de taladrado/roscado Haas DT-1. Las últimas adquisiciones de KMP han sido dos centros de mecanizado Haas UMC-750 de cinco ejes, uno de los cuales está robotizado y suele estar en marcha toda la noche. De hecho, KMP fue la primera empresa que instaló el UMC-750 en Francia.
“Miramos distintas marcas pero, con su peso de 8 toneladas, nos pareció que el UMC-750 era la máquina que necesitábamos para mecanizar materiales duros”, cuenta Korczak. “Vimos el UMC-750 sin la carcasa y su chasis rígido y sólido nos convenció. Además, el control Haas es muy fiable. De hecho, el UMC-750 viene de serie con varias macros esenciales para mecanizar con cinco ejes, en concreto para reposicionar dinámicamente las piezas”.
Según Korczak, la precisión de la máquina es un factor diferenciador clave, que ha ayudado a KMP a superar verdaderos retos de fabricación. Por ejemplo, en una ocasión, tenían una pieza a la que había que practicar unos orificios con una tolerancia de +/-3 µm. Los agujeros se realizaron mediante interpolación helicoidal en el UMC-750, y el cliente aprobó la pieza a la primera.
Alrededor del 80% de las piezas de KMP se producen en titanio, muchas de ellas son altamente complejas, disponiendo de superficies en forma irregular, caras inclinadas, angulos en agujeros pasantes y protuberancias de configuración irregular.
Alrededor del 80% de los componentes que KMP produce son de titanio —un metal duro y difícil de mecanizar—, principalmente para la industria aeroespacial, aunque también para deportes de motor. Muchas de las piezas son muy complejas, con superficies de formas libres, caras inclinadas, agujeros pasantes en ángulo y tetones con formas irregulares. A veces mecanizan entre el 80 y el 90% del bloque original. El caso de KMP demuestra que las máquinas Haas son capaces de manejar el titanio sin problemas. De hecho, gracias a la automatización, uno de los UMC-750 de la empresa mecaniza piezas de titanio durante las 24 horas del día.
La empresa también usa un sistema de automatización Eco-Tower 60 de Lang Technik, una solución sencilla e idónea para empezar a trabajar de manera automatizada, normalmente con lotes de hasta sesenta unidades. Así, un operario de KMP carga la torre Eco-Tower de bloques, pulsa un botón, puede marcharse a realizar otras tareas, vuelve y el lote de piezas ya está mecanizado. “La comunicación con el UMC-750 es muy directa; un técnico de Haas conectó los dos equipos en un abrir y cerrar de ojos”, dice Korczak.
Algunos agujeros de piezas complejas requieren ser taladrados a tolerancias de +/-3 µm usando interpolación helicoidal en el UMC-750.
“Para poder competir, tenemos que estar muy bien organizados y estructurados, y ofrecer un precio por hora atractivo”, concluye Korczak. “El precio y los costes de explotación de las máquinas Haas son una ventaja enorme que nos ayuda mucho”.
“Ahora tenemos la confianza para contratar a más personas y comprar más máquinas Haas, sobre todo centros de mecanizado universal. Estoy muy contento de que no hiciéramos caso de lo que nos decían otros fabricantes de máquinas herramienta. No habríamos llegado adonde estamos hoy. Vale la pena descubrir las cosas por uno mismo”.