Envases biodegradables para pan y bollería a partir de subproductos propios del sector panadero
“Buscamos un polímero biodegradable hecho a partir de cortezas de pan de molde y restos de bizcocho que pudiese ser utilizado más adelante en la conservación de estos productos para cerrar así el ciclo de vida”, explicó Rosa González, coordinadora técnica del proyecto en Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico.
Rosa González.
Esa era la idea original de este proyecto financiado por el programa de la Comisión Europea LIFE+ y en el cual han participado investigadores del Centro Tecnológico de Cereales-CETECE, Leibniz-Institut für Arartechnik Postdam-Bornim-ATB (Instituto de Agricultura, Alemania), Biocomposites Centre of the Bangor University (Centro de Biocomposites, Reino Unido) y Aimplas.
Con su colaboración, y el soporte de empresas como Panrico y Grupo Siro, se obtuvo ácido láctico mediante la fermentación enzimática de cortezas de pan de molde y restos de bizcocho suministrados por el sector de la panadería y bollería. El ácido láctico se polimerizó hasta conseguir PLA con el que producir envases de plástico. El resultado ha sido un nuevo material con el que se han fabricado bolsas y bandejas para envasar varios productos.
En palabras de Ana Garcinuño, responsable de I+D+i en Cetece, “Validamos el nuevo envase hecho con PLA para diferentes productos de la industria panadera al determinar su vida útil, conservación y calidad organoléptica. A pesar de que en un principio observamos que la vida útil del pan de molde y de las galletas se reducía al emplear bolsas de PLA, comparando con los envases actuales en el mercado, el comportamiento de mantecados caseros es perfecto”.
Al igual que ocurre con los envases de PLA comerciales, el PLA fabricado es, comparado con el envasado tradicional hecho con polipropileno (PP), más permeable al vapor de agua, por lo que puede ser un inconveniente para las galletas ya que absorben la humedad y se reblandecen, así como para el pan de molde, porque pierde humedad y se endurece. Sin embargo, la baja permeabilidad al oxígeno retrasa la formación de moho. Estas propiedades barrera son una ventaja para los mantecados caseros. En este caso, el film obtenido tiene la misma prestación que los envases tradicionales elaborados con fuentes de combustible fósil, por ejemplo el PP, lo que lleva a que tengan el mismo período de conservación y por lo tanto se convierte en una alternativa mucho más sostenible que la que se usa actualmente. Además, tiene otras ventajas que lo hacen más atractivo, como es la reducción de la rancidez del producto envasado con este material (la rancidez es la propiedad que determina hasta qué punto el producto envasado se ha degradado debido a la formación de peróxidos).
Asimismo, se llevaron a cabo pruebas de biodegradabilidad y compostabilidad de estos envases, de acuerdo con las normas específicas para envasado, y se confirmó su biodegradabilidad y su propiedad de transformación en compost, lo que significa que el producto puede ser tratado en las condiciones de compostaje industrial.
De esta manera, se valorizan los subproductos del sector del pan y la bollería que hasta el momento no se habían aprovechado y se obtienen envases biodegradables y ecológicos que se reutilizan en la misma industria.
El proyecto BREAD4PLA ha sido un proyecto demostrativo ejecutado a escala de planta piloto. El siguiente paso sería la industrialización, para lo que será necesario considerar aspectos logísticos, como es la recogida de suficiente cantidad de subproductos y su transporte a la planta de producción de ácido láctico. Los socios del proyecto están trabajando en este paso para hacerlo posible en un futuro.