Andalucía, un Clúster aeroespacial de gran potencial
Con más de cien años de historia y tradición en el sector aeronáutico, Andalucía es hoy por hoy un importante polo aerospacial europeo, un sector de presente y de futuro que en la última década ha sabido aprovechar la instalación de la FAL del A400M, (una las tres grandes líneas de montaje final de aviones en Europa) y la participación en otros grandes programas aeronáuticos internacionales para impulsar un crecimiento notable y progresivo en términos de facturación, empleo, innovación y competitividad.
En este periodo el Clúster Aeronáutico Andaluz ha multiplicado por tres el volumen de ventas hasta alcanzar los casi 2.000 millones de euros y, también el empleo, con más de 11.000 trabajadores, cada vez de mayor cualificación. Actualmente representa el 17% del PIB industrial manufacturero andaluz y el 1,28% del PIB global en la comunidad, lo que le ha llevado a convertirse en uno de los focos productivos estratégicos más importantes en la economía regional y en uno de los principales polos aeronáuticos europeos, tras Toulouse y Hamburgo.
Andalucía, a través del eje Sevilla-Cádiz, es posiblemente el enclave que cuenta con unas mayores posibilidades de crecimiento para los próximos años gracias a la apuesta decidida que se viene realizando por parte de todos los actores implicados en el sector (empresas, administración, agentes sociales y Universidad), y a las sólidas bases con las que cuenta para seguir impulsando su desarrollo.
Estas fortalezas se componen de una estructura empresarial sólida, articulada en torno al Clúster Hélice, y sostenida sobre las principales tractoras en Andalucía y España, Airbus y Airbus Military, con la presencia de tres Tier One especializados en aeroestructuras (Alestis, Aernnova y Aciturri), y una industria auxiliar con gran experiencia y creciente especialización en ámbitos de gran proyección como electrónica y aviónica, nuevos materiales o sistemas no tripulados.
Asimismo, dispone de una amplia y avanzada red de infraestructuras de apoyo empresarial y a la I+D, como el Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía Aerópolis y el Parque Tecnológico Tecnobahía o el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC). En esta red también se ubican otros centros de excelencia vinculados a la actividad aeronáutica, como el Centro de Simuladores de Vuelo y Entrenamiento de Tripulaciones, las nuevas instalaciones de experimentación y ensayos con sistemas aéreos no tripulados, ATLAS en Jaén (que estará operativo a finales de año o principios de 2014) y el proyecto CEUS en Huelva.
Cuenta también con un gran capital humano, salido de las universidades andaluzas, y con líneas de investigación punteras desarrolladas por equipos muy cualificados en sus Escuelas de Ingenieros y en organismos públicos de investigación (OPIs). Y por último, tiene una hoja de ruta clara, un programa de acción aeroespacial para los próximos años consensuado con todos los agentes implicados en el sector y que establece los nuevos objetivos y retos de cara al futuro.
Estamos, por tanto, ante un sector, el de la industria aeronáutica, que a pesar de la crisis económica, resiste, continúa creciendo de forma sostenida, y lo más importante, sabe lo que hace y lo que tiene que hacer, y cuenta para ello con las mejores bazas para seguir situando a Andalucía como uno de los polos aerospaciales internacionales más relevantes y de mayor potencial para los próximos años.