Aprovechar las virtudes

Recientemente se han conocido los datos del sector de la máquina-herramienta, facilitados por la asociación AFM tras un trabajo encomiable que realiza desde hace muchos años y que sitúa a esta asociación en una posición muy activa, especialmente si se compara con otras, de dudosa eficacia y existencia más que criticable. La cosa está floja. El escaso aumento del valor de la producción (+0,1 por ciento) durante 2004 con respecto al año anterior la sitúa en un periodo de estancamiento. No es nuevo todo esto, especialmente en el apartado de arranque de viruta, donde la actividad no acaba de arrancar, valga la redundancia, o al menos no lo acaba de hacer en los volúmenes que todos desearíamos. Este dato se complica a la hora de decidir si mostrarnos optimistas o pesimitas. Porque resulta que el consumo aparente de máquina-herramienta en España, sí que aumentó satisfactoriamente, en algo más del 6 por ciento, lo que viene a significar, que las empresas españolas sí están invirtiendo en maquinaria. Pero los fabricantes españoles han perdido peso en el extranjero, han visto caer sus exportaciones en un panorama de extrema competencia y por eso su producción no arranca. Esto aboca al fabricante español a prestar más atención al mercado nacional donde, y aquí viene la duda, ha debido colocar más máquinas en 2004, pero al mismo tiempo ha podido registrar una pérdida de cuota de mercado. El crecimiento medio de los países de Cecimo ha sido bastante superior al español. En una encuesta realizada por AFM en sus principales mercados, las máquinas españolas no han salido mal paradas, pero se nos exige más tecnología. Datos aparte, no parece discutible que nos enfrentemos a un panorama complicado. Pero también hay que recordar que a lo largo de los años se han vaticinado muchas veces desastres que luego no lo han sido. El fabricante español sabe aprovechar sus virtudes y así lo ha demostrado siempre.