Siempre con nuestro amigo
Todo animal doméstico puede viajar en coche, avión y barco, siempre siguiendo y respetando una normativa de seguridad. Antes de iniciar un viaje con su mascota, debe tener en cuenta que los desplazamientos de los animales de compañía están regulados por normas sanitarias comunitarias o nacionales para garantizar su salud y la de las personas.
En coche. Según información facilitada por Mundo Animalia, el coche puede ser la alternativa más cómoda para viajar con nuestra mascota. Lo más habitual será que nuestro animal ya esté acostumbrado a viajar en nuestro coche y lo haga de forma normalizada.

En los viajes largos hay que prever paradas periódicas cada 1 o 2 horas para que el animal pueda beber y “estirar las piernas” tal como lo haríamos nosotros mismos. Otro aspecto importante es donde colocamos a nuestra mascota en el coche. Si se trata de un animal grande lo más adecuado es acomodarlo en el maletero siempre que esté sea abierto y este separado del resto del coche por una reja para tal fin. En animales más pequeños se puede utilizar la parte de asientos traseros, el animal puede viajar dentro de su trasportín o sin él si utilizamos un cinturón de seguridad apropiado.
En viajes largos hay que tener en cuenta realizar paradas periódicas cada dos horas, que la acomodación sea lo más confortable y segura para la mascota, que en las paradas siempre se salga del vehículo con el animal atado, dejarlo sólo dentro del habitáculo y evitar que el animal saque la cabeza por la ventanilla.

En tren. Según Renfe, se permite el transporte de animales de compañía pequeños, entendiendo como tales, perros, gatos, hurones y aves (no de corral), cuyo peso máximo no exceda de 10 kg, siempre que no se opongan el resto de los clientes. El viajero que los lleve a su cargo se hace responsable de las molestias y daños que pueda ocasionar el animal. Siempre deben ir con la documentación y en las condiciones higiénico-sanitarias y de seguridad previstas en la legislación vigente. Referente a las condiciones del transporte, se admitirá como máximo un sólo animal por viajero, siempre dentro de una jaula o elemento cerrado, cuyas dimensiones máximas no superen 60 x 35 x 35 cm, y que dispongan de algún dispositivo que permita contener y retirar los residuos.

En avión. Según Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), en el caso de los aviones, el incumplimiento de estas normas da lugar a situaciones poco agradables para los animales y sus dueños, con inmovilización de las mascotas en instalaciones de cuarentena o la reexpedición del animal al país de origen. Casi todas las compañías aéreas aceptan animales en cabina si estos pesan menos de 8 kg, nuestra mascota será considerada 'Equipaje de mano' siempre que utilicemos un transportín adecuado. Sin embargo, si es más pesada viajará como 'equipaje', excepto los perros lazarillos. En estos casos es conveniente administrarle un sedante suave ya que la situación puede producirle un gran estrés. En el caso de Iberia, como el número de jaulas está limitado por el tipo de avión, el transporte de un animal deberá ser autorizado por la Oficina de Reservas y en ningún caso, la mascota podrá salir del habitáculo en el interior de la cabina. Dicho transporte se deberá hacer en la bodega del avión con recipientes que tienen como máximo 45 cm de largo, 35 cm de ancho y 25 cm de profundidad.

El recipiente, en todo momento, debe ser adecuado para el transporte, consistente, ventilado y con el fondo impermeable y seguro.
En barco. Según Mundo Animalia, los barcos suelen disponer de un espacio bien acondicionado destinado a los animales domésticos. Igual que ocurre en los aviones, los de pequeño tamaño podrán viajar con sus dueños en cabina. En los trayectos en ferry, cuando se desplace con su coche, muchas compañías permiten que el animal se quede en el interior de éste. Otra consideración a tener en cuenta; al igual que ocurre con las personas, los animales también pueden marearse.
En el extranjero. Con el paso de los años, cada vez más países permiten la libre circulación de mascotas, cuando estás se encuentren en perfectas condiciones sanitarias y dispongan de su pasaporte: Pasaporte para Animales Domésticos, el cual es vigente en toda la Unión Europea. A parte del pasaporte de nuestra mascota, se debe poder acreditar que está al día de los tratamientos de desparasitación y vacunación, en su cartillas sanitaria, y que le ha visitado un veterinario una semana antes del viaje, que corrobora la buena salud del animal. No obstante, se conseja informarse bien antes de la partida, ya que cada país impone su normativa.
¿Cómo los transportamos? El modo de transportarlos más común es mediante el trasportín, que puede ser de plástico duro o de tela. Existen de diferentes tamaños para adecuarse a cualquier tipología de animal doméstico. No obstante, hoy en día, en la mayoría de tiendas especializadas o veterinarios ya se puede encontrar trasportines aptos para ir en bicicleta y hasta un cochecito para nuestras mascotas.

Cuando se piensa realizar un viaje con algún animal, aparte de cómo transportarlo, también hay que pensar en si la mascota necesitará medicamento alguno para hacer frente a su mareo o a su nerviosismo, si procede. Y, lo que es muy importante, es seguir manteniendo, en la medida de lo posible, los mismos hábitos que tenía el animal en su hábitat común, en el nuevo destino. Como cualquier ser humano, sus quehaceres pueden verse afectados y sufrir algún trastorno temporal y pasajero. Por otro lado, es aconsejable llevar siempre un botiquín destinado para nuestra mascota, con sus medicamentos o elementos necesarios para cualquier imprevisto.
Teniendo todos estos aspectos en cuenta, las vacaciones con nuestros animales son unos días de descanso inmejorables e irrepetibles, ya que nadie nos dará más compañía de la que nos puedan dar ellos.