‘Animales de compañía y familias: Salud, innovación y sostenibilidad’

En los últimos años, la relación entre humanos y animales ha cambiado profundamente. Las mascotas han pasado de ocupar un lugar funcional o ‘decorativo’ en los hogares a convertirse en miembros activos del núcleo afectivo familiar. Este giro cultural ha tenido consecuencias en todos los ámbitos relacionados con el bienestar animal, desde la alimentación hasta la salud, el comportamiento y la tecnología. Precisamente sobre estos temas versó el webinar organizado por Zoomark, en el que participaron expertos en etología, innovación, startups, nutrición y tecnología aplicada al cuidado animal. Durante más de una hora, los ponentes ofrecieron un panorama amplio y matizado de los desafíos, avances y paradojas que surgen cuando el afecto humano, las nuevas tendencias de consumo y la ciencia se cruzan en la vida cotidiana de perros y gatos.
El encuentro arrancó con una reflexión sobre cómo el amor que sentimos por nuestras mascotas puede, en algunos casos, derivar en comportamientos contraproducentes. Maria Chiara Catalani, veterinaria especialista en comportamiento animal, fue muy clara al respecto. Según ella, muchas acciones que nacen del afecto terminan por afectar negativamente la calidad de vida de los animales. El exceso de snacks, por ejemplo, se ha convertido en una de las principales causas de obesidad en perros y gatos: compartir la comida, premiarlos constantemente o compensar ausencias con golosinas no siempre es un gesto de amor responsable. De igual forma, el uso de accesorios como bolsos, cochecitos o mochilas para transportar a los animales puede restarles oportunidades de socialización, de exploración y de contacto con el entorno natural. Además, se habló también de cómo el exceso de limpieza o la sobreprotección puede interferir en el desarrollo normal del sistema inmunológico de los animales, especialmente en los cachorros.


En esta misma línea se analizó la función de los snacks como herramienta de relación afectiva. Claudio Sciurpa, CEO de Vitakraft, abordó el valor emocional de estos productos. Según su punto de vista, los snacks son una forma de comunicación entre el animal y su cuidador, pero no deben convertirse en una fuente de riesgo para la salud. El desafío está en encontrar un equilibrio entre el placer del animal y la tranquilidad del propietario. Así, el representante de Vitakraft explicó que su estrategia consiste en reforzar la confianza del consumidor a través de un branding reconocible y la mejora continua del producto, tanto en composición nutricional como en textura, sabor y digestibilidad. La experiencia sensorial es fundamental, pero no debe comprometer el bienestar físico.
La parte más innovadora del webinar llegó con el análisis del papel de la tecnología en el mundo pet. Se habló de dispositivos cada vez más sofisticados que permiten monitorear la salud, la actividad física, el comportamiento y los hábitos de nuestras mascotas. Cámaras conectadas, collares con GPS, juegos interactivos, dispensadores automáticos de agua y comida, cajas de arena autolimpiables o monitores de signos vitales son solo algunos ejemplos de un mercado en expansión. A pesar de ello, los expertos coincidieron en que el uso real de estas tecnologías sigue siendo bajo. Aunque existe una gran variedad de dispositivos disponibles, muchos propietarios aún no los han incorporado a su vida diaria. Esto revela, por un lado, el enorme potencial de crecimiento del sector, y por otro, la necesidad de generar confianza y demostrar utilidad real.
Uno de los momentos más interesantes fue cuando se planteó si estas tecnologías están pensadas realmente para las mascotas o si responden, en el fondo, a las necesidades emocionales de sus cuidadores. En este sentido, Maria Chiara Catalani ofreció una visión crítica al respecto. Según explicó, los juegos interactivos o las conexiones remotas pueden parecer una solución para combatir la soledad del animal, pero en realidad muchas veces agravan su ansiedad. Si un perro o un gato ya pasa muchas horas solo, que una cámara le muestre la imagen o la voz de su cuidador puede resultar más frustrante que tranquilizador, ya que no reemplaza la presencia física, sino que solo la simula.
Esta reflexión condujo a una afirmación contundente: no podemos delegar en la tecnología el vínculo emocional que los animales necesitan. Su bienestar depende del tiempo real que compartimos con ellos, de la atención, el juego, el contacto directo. La tecnología puede complementar, pero nunca sustituir esa conexión.


Finalmente, se mencionó una herramienta poco convencional pero efectiva: la música. Específicamente, la música a 432 hertz, una frecuencia que ha demostrado tener efectos relajantes tanto en humanos como en animales. Utilizarla en casa puede ayudar a reducir el estrés y crear un ambiente armónico para todos los miembros del hogar.
El evento concluyó con un agradecimiento a todos los participantes y una invitación al próximo encuentro presencial en Zoomark, que se celebrará del 5 al 7 de mayo en Bolonia. A modo de resumen, se destacó que este es un sector vivo, en evolución constante, y que merece ser pensado con profundidad, respeto y sensibilidad. Las mascotas no son solo destinatarias de productos o servicios, sino compañeras con quienes compartimos emociones, rutinas y una forma de vida. El desafío es acompañarlas con inteligencia, conocimiento y, sobre todo, con amor consciente.