Ni la comida casera es siempre mejor para los perros ni los gatos deben comer dietas veganas: desmontando mitos sobre alimentación animal
La alimentación de nuestros animales de compañía es fundamental para garantizar su bienestar y longevidad. Es vox populi que existen ciertos alimentos comunes en nuestras dietas que pueden ser extremadamente tóxicos para perros y gatos: chocolate y cafeína, uvas y pasas, cebolla, xilitol y alcohol. Pero Picart, compañía especializada en bienestar animal, advierte de que no son los únicos que tener en cuenta para evitar intoxicaciones graves.
Con la evolución de la producción alimentaria y los cambios medioambientales, han surgido nuevas fuentes de alimentos tóxicos para nuestros peludos, riesgos emergentes que exigen nuevas medidas preventivas. “Es esencial no basar las decisiones alimentarias de nuestros perros y gatos en creencias y consultar siempre con veterinarios y especialistas en nutrición animal”, señala Xavi Bará, director técnico de Picart. Para ello, es importante desmontar algunos mitos y creencias erróneas que pueden poner en peligro a nuestros animales de compañía. Estos son algunos de ellos:
“Si no es tóxico, es bueno”
“La comida casera es mejor”
Una alimentación casera puede ser saludable, pero para ello es fundamental diseñar un plan de alimentación con un veterinario que tenga en cuenta todos los factores en torno a nuestro peludo, asegurarse de que las carnes tengan la cocción adecuada, lavar las frutas y verduras, y evitar ingredientes peligrosos (cebolla, uvas, chocolate…) para prevenir la contaminación por bacterias y otros patógenos. “Todo eso ya está contemplado en una comida comercializada de calidad, pues está especialmente formulada por nutricionistas veterinarios teniendo en cuenta aspectos como la raza, el tamaño, la edad y otras necesidades. Además, la producción pasa por todos los controles de calidad”, destaca Bará.
“Si es orgánico, es inocuo”
No hay evidencia científica concluyente de que los productos orgánicos sean menos tóxicos para las mascotas que los convencionales. La seguridad alimentaria debe basarse en la calidad del alimento y la supervisión veterinaria, no en etiquetas como 'orgánico'. “Los productos orgánicos, definidos por la ausencia de ciertos aditivos y modificaciones genéticas, no implican necesariamente una garantía de inocuidad superior en comparación con sus equivalentes 'convencionales'”, comenta Bará.
“Las dietas grain free son más saludables”
“Los gatos pueden comer dietas veganas”
“La carne es mejor que la harina de carne”
La carne fresca tiene indudablemente muchas ventajas, como una mayor palatabilidad e integridad de las proteínas, pero su composición nutricional puede variar en función de las partes de la ternera que se incluyan, mientras que la harina de carne proporciona una fuente consistente y totalmente controlable de proteínas, minerales y grasas al obtenerse mediante un proceso de cocción que elimina el agua y parte de la grasa.
Más allá de mitos y creencias, “es crucial que los propietarios de mascotas se mantengan informados y consulten con profesionales veterinarios antes de introducir cambios en la dieta de sus animales, especialmente ante la llegada de nuevos productos alimentarios al mercado”, advierte Bará, quien insiste en que la elección de alimentos específicamente diseñados y probados para mascotas, elaborados por especialistas en nutrición animal, sigue siendo la medida preventiva más confiable para garantizar su bienestar y seguridad.