La higiene postural del peluquero canino
Mesas y bañeras hidráulicas, secadores de gran potencia, tijeras de alta gama y un largo abanico de utillaje acompañan al peluquero canino en su labor diaria. No obstante esto y apareciendo de año en año novedosos artículos que facilitan su labor, haciéndola más cómoda y eficaz, esta profesión no deja de ser “artesana”, requiriendo del trabajo manual para su desempeño.

Los peluqueros caninos, al igual que los peluqueros para humanos, trabajamos con las manos y los brazos, la vista, la espalda, las piernas... en definitiva, con todo el cuerpo; por eso es importante, además de que las instalaciones estén bien adaptadas, que aprendamos a adquirir y a mantener, a lo largo de nuestra formación, una buena higiene postural, tanto para realizar nuestra labor de manera cómoda como para no sufrir de un desgaste físico prematuro.

El material adaptado para la peluquería canina ha ido renovándose en calidad y confort a lo largo de la historia de la profesión. Así, actualmente disponemos de mesas eléctricas que pueden bajarse casi a ras de suelo para poder favorecer la subida de perros grandes y alzarse hasta una altura más confortable para los momentos en los que trabajamos con animales de tamaño pequeño; y de bañeras de diferentes materiales y capacidades, elevables e incluso con ruedas. De la misma manera, tenemos cepillos, tijeras, peines y máquinas que garantizan no solo un correcto manejo sino también la máxima comodidad para nuestras manos, muñecas y brazos, pudiendo optar desde materiales antialérgicos hasta los más ergonómicos.

Otros puntos a tener en cuenta —y a los que no siempre se les da la atención necesaria— son la iluminación, la ventilación y la climatización de nuestros espacios de trabajo.
Evidentemente, un local que disponga de buena iluminación natural ofrecerá un plus pero, aún así, deberemos reforzarla con una iluminación adicional que sea lo suficientemente potente como para que no forcemos la vista que, en nuestro caso y a lo largo de los años, se verá seguramente mermada.


Por lo que respecta a la climatización, habrá que tener en cuenta que debe mantenerse una temperatura confortable, dentro de unos rangos seguros tanto para trabajadores como para los animales con los que se esté compartiendo estancia. En las zonas de secado, además, las temperaturas podrían aumentar peligrosamente durante los meses de verano.

Pero todo esto no es lo único que debemos tener en cuenta, y es que, además de lo anteriormente expuesto, nuestro trabajo diario debe de ir acompañado de una buena higiene postural. Siempre he acompañado a mis alumnos en su formación al respecto de ésta y es que, aprender a trabajar manteniendo una buena postura solo nos va a traer ventajas.


Quizá somos los profesionales con más “camino” los que más hincapié ponemos en este tema, seguramente porque somos los que, a lo largo de nuestros años trabajando, hemos podido sufrir consecuencias de malos hábitos diarios y, aunque no es realmente mi caso, a lo largo de mis años de experiencia, he visto como muchos colegas de profesión han sufrido dolencias de todo tipo debido a esto, incluso quedándose algunos de ellos por el camino, teniendo que abandonar de manera definitiva.
Un punto más a tener en cuenta sobre el mantenimiento de nuestra “máquina favorita”, nuestro cuerpo, sería nuestra salud mental y emocional. En nuestra formación como profesionales de la peluquería canina no debemos dejar a un lado el cómo aprender a gestionar nuestro tiempo para hacerlo más funcional y rentable, poniendo también especial atención al estrés, a las dificultades y a la indispensable paciencia que precisamos al tener que trabajar con animales, algunas veces poco colaboradores.

Un buen sistema de extracción de aire no solo es obligatorio en algunas comunidades sino que promueve la ventilación, creando un ambiente más saludable y evitando olores en espacios en los que se trabaja con animales.
Para finalizar, compañero estilista canino, quiero aconsejarte que te quieras, que inviertas en la comodidad de tu espacio de trabajo, ya no solo pensando en la rentabilidad que precisa cualquier negocio sino también prestando atención a tu salud y a la de tu equipo, tanto a nivel físico como emocional, creando un ambiente cómodo, eficiente, higiénico y agradable. Mantén un estilo de vida saludable, toma las pausas necesarias para tu descanso, alimentarte y beber, mantén tu espacio limpio y ordenado, crea unos buenos hábitos de trabajo, ponte normas que no debas exceder y disfruta, como yo, de esta profesión a la que me dedico desde hace más de 25 años, “sin averías” graves.
Pero... ¿Qué pasa con los perros? Pues lo voy a contar en el siguiente artículo donde trataré los protocolos que deben adquirirse para garantizar su seguridad, correcto manejo y confort.