¿Sabemos cómo alimentamos a nuestros perros?
El 'realfooding' ha llegado al mundo canino, según se desprende de un estudio realizado por Edgard & Cooper, marca de comida natural para mascotas, en el que el 85% de los encuestados afirma que lee las etiquetas y los ingredientes de la comida que le da a su perro. No obstante, el 20% de éstos reconoce que no las entiende.
‘Los perros no saben leer’ es el nombre de la campaña de concienciación que está llevando a cabo Edgard & Cooper, con la que busca remarcar la importancia de saber identificar y comprender la calidad de los ingredientes que componen la alimentación de las mascotas, para ser capaces de elegir una dieta equilibrada y completa para ellas.
Las etiquetas de los alimentos para mascotas aportan mucha información; por ejemplo, si se trata de alimentos completos (es decir, si por sí mismos aportan todos los nutrientes que necesitan los animales) o complementarios, como pueden ser los snacks, los premios o las galletas. Las indicaciones sobre sus fuentes de carne, por su parte, ayudan al comprador a determinar el proceso de fabricación a los que se han sometido; pues no es lo mismo “carne fresca” que “harina de carne”, “harina de pollo”, ”harina de carne de pollo”, “pollo deshidratado” o ”pollo seco”.
En el proceso tradicional de la elaboración de alimentos para mascotas, se utilizan mezclas de muchas carnes, las cuales se colocan fuera de la cadena de frío, y se llevan al proceso de extrusión. Para pasar por ese proceso, primero hay que calentarlas a altas temperaturas, para que vayan perdiendo la microbiota, lo que hace que se pierdan nutrientes y que haya que añadir antioxidantes sintéticos. Al final, esta carne se convierte en una harina y, mediante la extrusión, se crea el pienso. La carne fresca, en cambio, mantiene la cadena de frío y no se procesa antes de la extrusión, lo que tiene múltiples ventajas.
“Los perros comen para obtener nutrientes, y los ingredientes son el vehículo para que esos nutrientes lleguen a su cuerpo. Por eso, es importante saber de dónde proceden y su calidad nutricional”, afirma Marta Hervera, veterinaria, doctora y especialista diplomada en Nutrición Veterinaria y Comparativa.
Alimentación y hábitos de compra
Se estima que en los hogares españoles viven cerca de 7 millones de perros, y que sus familias se gastan más de 820 millones de euros cada año en su alimentación, según el último informe de Euromonitor International de 2022.
Los datos demuestran que el cuidado de la alimentación de los perros va en aumento. El 65% de los encuestados afirma que en lo primero que se fija a la hora de comprar es en los ingredientes, por encima de otros factores como la marca o el precio, aunque el entendimiento de las etiquetas sigue siendo, en muchos casos, un misterio.
El estudio —realizado a 400 personas con perro en España este mes de septiembre— refleja también que más de la mitad de las personas que tienen perro en España (55%) se asesora y busca ayuda de especialistas para ofrecer a su perro la mejor alternativa, en función de sus necesidades.
Lo más coherente a la hora de elegir la comida para los perros es asesorarse y saber entender las etiquetas y la información del producto que se va a comprar: si los ingredientes son de calidad, la confianza en el productor, la digestibilidad… sin depender de “modas” o tendencias. Sólo conociendo las pautas básicas de lo que necesita un perro para tener una dieta completa y equilibrada, se podrá elegir lo mejor para él.
'Los perros no saben leer'
'Los perros no saben leer' es el nombre de la campaña de Edgard & Cooper con la que el grupo quiere concienciar a los dueños de perros sobre la importancia de la alimentación de los mismos, teniendo en cuenta tanto sus necesidades nutricionales, como que el alimento sea sabroso. Leyendo las etiquetas de sus productos se puede ver la sencillez de sus ingredientes: carne fresca, frutas y verduras. Nada que haya sido ultra procesado o secado, y absolutamente nada de harinas de carne ni de pescado.
“Usamos carne fresca como ingrediente principal, manteniendo la cadena de frío y evitando cualquier procesamiento antes de la extrusión, por lo que la carne mantiene todos sus nutrientes naturales. Somos conscientes de que la carne fresca tiene una alta calidad nutricional, y es altamente digerible. Sabemos perfectamente qué fuentes de proteínas entran en nuestras recetas y ofrecemos esta total transparencia a nuestros consumidores, en nuestro etiquetado. Además, no se agregan productos químicos ni conservantes sintéticos a nuestros alimentos”, afirma Mikki Koot, veterinaria y experta en nutrición animal de Edgard & Cooper.