Ir a trabajar con la mascota a la oficina es tendencia
Redacción Protección Laboral18/10/2017
Se las conoce como oficinas ‘dog friendly’ (que admiten perros), por ser el mejor amigo del hombre la mascota que se encuentra en las oficinas con más frecuencia. Sin embargo, otras mascotas como gatos, diferentes razas de pájaros, tortugas o peces también comparten sus horas con las de sus dueños en el trabajo. Los expertos opinan que tener animales en la oficina (u otros lugares de trabajo) nos humaniza, generando bienestar y mayor rendimiento laboral.
Las oficinas Dog Friendly suelen ser más productivas, pues –contrariamente a lo que se podría pensar- los dueños se concentran más en sus tareas laborales al tener a su mascota, se desestresan, se vuelven más creativos y se sienten más felices.
Un perro bien educado aporta beneficios a la oficina sin ningún inconveniente
Los entretenimientos clásicos de las start-up ‘rompedoras’, como el ping-pong, los snacks gratuitos, toboganes y otras ideas crean un ambiente distendido. Pero para impulsar de veras la moral, según una reciente investigación, las compañías deben optar por otras posibilidades. Las conclusiones del Hospital de Mascotas Banfield revelan que los perros en el lugar de trabajo son la clave para una oficina feliz. Aunque el estudio no sea científicamente riguroso, incluye la información de 200 profesionales de recursos humanos y 1.000 empleados de diversidad de empresas de Estados Unidos que fueron analizados a través de una encuesta sobre las mascotas en la oficina. En total, el 70% de los encuestados –incluyendo aquéllos cuyas compañías no permiten mascotas- afirmaron que las mascotas en la oficina mejoraban las condiciones de trabajo.
“Las respuestas indican de manera clara que los lugares que admiten mascotas se consideran como muy positivos, al mejorar la moral, contribuir a la retención del talento y proporcionar a los empresarios una baza competitiva en el proceso de reclutamiento de personal”, indica el informe del Hospital de mascotas, que añade que “más personas adoptarían mascotas si sus compañías contasen con políticas de admisión de perros en sus instalaciones”.
Estas políticas de admisión de perros no sólo benefician a los empleados, también pueden obrar maravillas para la compañía con el tiempo. El 53% de los empleados que trabajaban en oficinas que no permiten las mascotas afirmó que su compromiso con la compañía y la permanencia en la misma aumentarían si se permitiesen las mascotas. Por otra parte, el 65% de los decisores en materia de recursos humanos informó que los potenciales candidatos preguntaban frecuentemente sobre la política de mascotas de la empresa a lo largo del proceso de selección. Esas dos conclusiones sugieren que las compañías podrían retener mejor a sus empleados y atraer a otros al permitir que las mascotas acompañasen a sus propietarios durante la jornada laboral.
La tendencia de los ‘co-workers’ de cuatro patas se extiende y no es una ocurrencia pasajera
Incluso, las mascotas en la oficina serían un estímulo para los empleados que normalmente se quedan pegados a sus escritorios para que se movieran y recargaran su vitalidad. Las investigaciones demuestran que hacer pausas durante la jornada contribuye a aumentar la productividad del personal. Con una mascota en la oficina se hacen obligatorias las pausas para estirar las piernas en el exterior, o para hacer algunas caricias gratificantes al animal, lo que supone que incluso los más recalcitrantes adictos del trabajo estarían más dispuestos a apartar la mirada de la pantalla de su ordenador de vez en cuando.
Hay aún más pruebas de que los perros aportan mucha vida a las oficinas. Un estudio de 2012 de la Universidad de Virginia Commonwealth reveló que los empleados se sentían menos estresados cuando estaban cerca de perros en la oficina. Y es que los canes tienen algunas bondades medicinales muy importantes, incluyendo la capacidad de bajar la presión arterial, colesterol y sentimientos de soledad, afirman los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention).
Por supuesto, hay excepciones para la generalización de la fauna en la oficina: algunos perros no se comportan correctamente en el ambiente corporativo, y algunos empleados pueden ser alérgicos o simplemente no gustarles las criaturas de cuatro patas. Si una empresa permite perros, es importante desarrollar las políticas para mantenerlos controlados por la seguridad de todos. En cualquier caso, los expertos coinciden en que “un perro bien adiestrado, y que sepa comportarse, puede pasar junto a su dueño, sin molestar a nadie, toda su jornada laboral.
Las mascotas ayudan a sus dueños a sentirse más felices y como si estuvieran en su propia casa
El cambiante mundo del trabajo evoluciona, entre otras razones, por los usos y costumbres imperantes. La presencia de los llamados millenials (generación nacida entre 1980-1995 aproximadamente) en el mundo laboral está introduciendo cambios significativos.
Las primeras oficinas Dog Friendly que ofrecieron la ventaja de llevar el perro al trabajo, aparecieron en EEUU. Allí, los empresarios de nuevo cuño tratan de aplicar políticas orientadas al bienestar de sus empleados en el convencimiento de que un trabajador feliz resultará, sin duda, más productivo.
Grandes empresas como Google permiten que sus empleados lleven sus perros al trabajo. Es una forma sin precedente y poco convencional que prima aspectos permisivos con el empleado que le hagan sentirse mucho más cómodo en su puesto laboral. Sabido es que, a mayor productividad del trabajador, mayores beneficios para la empresa. En España, ya existen oficinas Dog Friendly, y sus ventajas van siendo comprendidas en nuestro país paulatinamente. Empresas como Utopicus, Redbility, Airbnb España o Blitz, entre otras, ya están abriendo sus puertas a la compañía canina en las oficinas patrias.
En cualquier caso, parece que se trata de una marcada tendencia mundial y no de una moda estrambótica deseosa de romper las convenciones en el mundo del trabajo. De hecho, la encuesta anual de trabajo generacional realizada por Addison Group señala que el 14% de los millennials concede un valor significativo al hecho de que la compañía sea Dog Friendly.
La rutina de las oficinas adquiere rasgos divertidos y peculiares. En este sentido, Sonia Ortiz, responsable del coworking en Blitz Gràcia, una de las empresas pioneras en aplicar el ‘dog friendly’ en Barcelona, afirma que “las mascotas están al lado de sus dueños en una camita o bien a los pies de la mesa. Normalmente se quedan junto al dueño y se mueven cuando bajan a la calle a pasear cada dos o tres horas, así como en el descanso para la comida. Algunas veces se aventuran a explorar la oficina y nos van saludando a todos”.
Los perros paseando, sin alboroto, por la oficina introducen una dinámica paradójicamente más humana entre los trabajadores, lo que aumenta la productividad y la creatividad, al tiempo que se reduce el estrés (según los estudios). Sonia Ortiz ratifica los beneficios y añade que “los animales fomentan la relación entre las personas, y siempre consiguen sacarnos una sonrisa y desestresarnos, son el compañero ideal para tomarse unos segundos de descanso y después retomar el trabajo con más energía. Así nos sentimos como en casa”.
Lo que hoy puede pasar por una ‘boutade’ (ocurrencia poco seria) va adquiriendo poco a poco carta de naturaleza. De todos modos, la libre admisión de perros resultará complicada en empresas de corte clásico.
Ciertas aves son unos compañeros inseparables y crean una dinámica nueva en el contexto laboral
Llevar a los perros de compañía al trabajo podría reducir el estrés según un estudio publicado en el Diario Internacional de Gestión de Salud en el Trabajo, basado en el análisis de 75 casos. Los investigadores compararon a los trabajadores que llevaron al trabajo a sus propias mascotas con los que tenían perros -pero los dejaron en casa- y con el personal que no era dueño de mascotas. Después de más de una semana, se cotejaron los niveles de estrés de los empleados, la satisfacción laboral y los sentimientos de apoyo y compromiso con la empresa. Los niveles de la hormona del estrés, que se midieron con muestras de saliva, parecieron disminuir en los empleados con su perro presente, y aumentaron en los que no eran dueños de mascotas y en los que no llevaron a sus perros al trabajo.
Otros beneficios reconocidos de trabajar con perros son:
-Aumento de la felicidad de los empleados. ¿A quién no le gusta sentir la alegría de ser saludado efusivamente por su perro al volver a casa? Los animales domésticos hacen que el lugar de trabajo sea más favorable. La mirada de una mascota libera oxitocina (hormona precursora de la felicidad) en su dueño/otras personas. Los empleados que quieren aumentar su estado de ánimo sólo necesitan pasar unos minutos con su mascota para volver a sus tareas relajados, más creativo y felices.
-Mejora de la cultura/clima de trabajo. La oxitocina también aumenta la confianza y el altruismo, dos rasgos altamente deseables en un lugar de trabajo exitoso, por lo que tener mascotas alrededor puede tener un impacto positivo en la cultura de trabajo de cualquier organización. Expertos en recursos humanos creen que permitir las mascotas en la oficina puede fomentar la comunicación, la apertura y el trabajo en equipo.
Las oficinas Dog Friendly suelen ser más productivas, pues –contrariamente a lo que se podría pensar- los dueños se concentran más en sus tareas laborales al tener a su mascota, se desestresan, se vuelven más creativos y se sienten más felices.
Un perro bien educado aporta beneficios a la oficina sin ningún inconveniente
Compañeros caninos en la oficina
Los entretenimientos clásicos de las start-up ‘rompedoras’, como el ping-pong, los snacks gratuitos, toboganes y otras ideas crean un ambiente distendido. Pero para impulsar de veras la moral, según una reciente investigación, las compañías deben optar por otras posibilidades. Las conclusiones del Hospital de Mascotas Banfield revelan que los perros en el lugar de trabajo son la clave para una oficina feliz. Aunque el estudio no sea científicamente riguroso, incluye la información de 200 profesionales de recursos humanos y 1.000 empleados de diversidad de empresas de Estados Unidos que fueron analizados a través de una encuesta sobre las mascotas en la oficina. En total, el 70% de los encuestados –incluyendo aquéllos cuyas compañías no permiten mascotas- afirmaron que las mascotas en la oficina mejoraban las condiciones de trabajo.
“Las respuestas indican de manera clara que los lugares que admiten mascotas se consideran como muy positivos, al mejorar la moral, contribuir a la retención del talento y proporcionar a los empresarios una baza competitiva en el proceso de reclutamiento de personal”, indica el informe del Hospital de mascotas, que añade que “más personas adoptarían mascotas si sus compañías contasen con políticas de admisión de perros en sus instalaciones”.
Estas políticas de admisión de perros no sólo benefician a los empleados, también pueden obrar maravillas para la compañía con el tiempo. El 53% de los empleados que trabajaban en oficinas que no permiten las mascotas afirmó que su compromiso con la compañía y la permanencia en la misma aumentarían si se permitiesen las mascotas. Por otra parte, el 65% de los decisores en materia de recursos humanos informó que los potenciales candidatos preguntaban frecuentemente sobre la política de mascotas de la empresa a lo largo del proceso de selección. Esas dos conclusiones sugieren que las compañías podrían retener mejor a sus empleados y atraer a otros al permitir que las mascotas acompañasen a sus propietarios durante la jornada laboral.
La tendencia de los ‘co-workers’ de cuatro patas se extiende y no es una ocurrencia pasajera
Incluso, las mascotas en la oficina serían un estímulo para los empleados que normalmente se quedan pegados a sus escritorios para que se movieran y recargaran su vitalidad. Las investigaciones demuestran que hacer pausas durante la jornada contribuye a aumentar la productividad del personal. Con una mascota en la oficina se hacen obligatorias las pausas para estirar las piernas en el exterior, o para hacer algunas caricias gratificantes al animal, lo que supone que incluso los más recalcitrantes adictos del trabajo estarían más dispuestos a apartar la mirada de la pantalla de su ordenador de vez en cuando.
Hay aún más pruebas de que los perros aportan mucha vida a las oficinas. Un estudio de 2012 de la Universidad de Virginia Commonwealth reveló que los empleados se sentían menos estresados cuando estaban cerca de perros en la oficina. Y es que los canes tienen algunas bondades medicinales muy importantes, incluyendo la capacidad de bajar la presión arterial, colesterol y sentimientos de soledad, afirman los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention).
Por supuesto, hay excepciones para la generalización de la fauna en la oficina: algunos perros no se comportan correctamente en el ambiente corporativo, y algunos empleados pueden ser alérgicos o simplemente no gustarles las criaturas de cuatro patas. Si una empresa permite perros, es importante desarrollar las políticas para mantenerlos controlados por la seguridad de todos. En cualquier caso, los expertos coinciden en que “un perro bien adiestrado, y que sepa comportarse, puede pasar junto a su dueño, sin molestar a nadie, toda su jornada laboral.
Las mascotas ayudan a sus dueños a sentirse más felices y como si estuvieran en su propia casa
Nuevos trabajadores, nuevos hábitos
El cambiante mundo del trabajo evoluciona, entre otras razones, por los usos y costumbres imperantes. La presencia de los llamados millenials (generación nacida entre 1980-1995 aproximadamente) en el mundo laboral está introduciendo cambios significativos.
Las primeras oficinas Dog Friendly que ofrecieron la ventaja de llevar el perro al trabajo, aparecieron en EEUU. Allí, los empresarios de nuevo cuño tratan de aplicar políticas orientadas al bienestar de sus empleados en el convencimiento de que un trabajador feliz resultará, sin duda, más productivo.
Grandes empresas como Google permiten que sus empleados lleven sus perros al trabajo. Es una forma sin precedente y poco convencional que prima aspectos permisivos con el empleado que le hagan sentirse mucho más cómodo en su puesto laboral. Sabido es que, a mayor productividad del trabajador, mayores beneficios para la empresa. En España, ya existen oficinas Dog Friendly, y sus ventajas van siendo comprendidas en nuestro país paulatinamente. Empresas como Utopicus, Redbility, Airbnb España o Blitz, entre otras, ya están abriendo sus puertas a la compañía canina en las oficinas patrias.
En cualquier caso, parece que se trata de una marcada tendencia mundial y no de una moda estrambótica deseosa de romper las convenciones en el mundo del trabajo. De hecho, la encuesta anual de trabajo generacional realizada por Addison Group señala que el 14% de los millennials concede un valor significativo al hecho de que la compañía sea Dog Friendly.
La rutina de las oficinas adquiere rasgos divertidos y peculiares. En este sentido, Sonia Ortiz, responsable del coworking en Blitz Gràcia, una de las empresas pioneras en aplicar el ‘dog friendly’ en Barcelona, afirma que “las mascotas están al lado de sus dueños en una camita o bien a los pies de la mesa. Normalmente se quedan junto al dueño y se mueven cuando bajan a la calle a pasear cada dos o tres horas, así como en el descanso para la comida. Algunas veces se aventuran a explorar la oficina y nos van saludando a todos”.
Los perros paseando, sin alboroto, por la oficina introducen una dinámica paradójicamente más humana entre los trabajadores, lo que aumenta la productividad y la creatividad, al tiempo que se reduce el estrés (según los estudios). Sonia Ortiz ratifica los beneficios y añade que “los animales fomentan la relación entre las personas, y siempre consiguen sacarnos una sonrisa y desestresarnos, son el compañero ideal para tomarse unos segundos de descanso y después retomar el trabajo con más energía. Así nos sentimos como en casa”.
Lo que hoy puede pasar por una ‘boutade’ (ocurrencia poco seria) va adquiriendo poco a poco carta de naturaleza. De todos modos, la libre admisión de perros resultará complicada en empresas de corte clásico.
Ciertas aves son unos compañeros inseparables y crean una dinámica nueva en el contexto laboral
Cura anti-estrés
Llevar a los perros de compañía al trabajo podría reducir el estrés según un estudio publicado en el Diario Internacional de Gestión de Salud en el Trabajo, basado en el análisis de 75 casos. Los investigadores compararon a los trabajadores que llevaron al trabajo a sus propias mascotas con los que tenían perros -pero los dejaron en casa- y con el personal que no era dueño de mascotas. Después de más de una semana, se cotejaron los niveles de estrés de los empleados, la satisfacción laboral y los sentimientos de apoyo y compromiso con la empresa. Los niveles de la hormona del estrés, que se midieron con muestras de saliva, parecieron disminuir en los empleados con su perro presente, y aumentaron en los que no eran dueños de mascotas y en los que no llevaron a sus perros al trabajo.
Otros beneficios reconocidos de trabajar con perros son:
-Aumento de la felicidad de los empleados. ¿A quién no le gusta sentir la alegría de ser saludado efusivamente por su perro al volver a casa? Los animales domésticos hacen que el lugar de trabajo sea más favorable. La mirada de una mascota libera oxitocina (hormona precursora de la felicidad) en su dueño/otras personas. Los empleados que quieren aumentar su estado de ánimo sólo necesitan pasar unos minutos con su mascota para volver a sus tareas relajados, más creativo y felices.
-Mejora de la cultura/clima de trabajo. La oxitocina también aumenta la confianza y el altruismo, dos rasgos altamente deseables en un lugar de trabajo exitoso, por lo que tener mascotas alrededor puede tener un impacto positivo en la cultura de trabajo de cualquier organización. Expertos en recursos humanos creen que permitir las mascotas en la oficina puede fomentar la comunicación, la apertura y el trabajo en equipo.
Perros, resortes de la cuenta de resultados
Las oficinas dog friendly generan beneficios económicos a la empresa. Es una solución de bajo costo (o incluso de coste cero) para aumentar la participación, satisfacción y retención de los empleados. Algunas empresas invierten grandes sumas en beneficios para sus plantillas. Permitir que los empleados lleven sus perros y gatos al trabajo podría tener el mismo efecto positivo que las otras ventajas caras. La fidelidad de muchos trabajadores depende de si las empresas admiten o no las mascotas en sus instalaciones.
Además, una empresa que admite mascotas puede ser una herramienta de reclutamiento potente para atraer el mejor talento. En EEUU, algunas empresas se promocionan entre la fuerza laboral exhibiendo su política de aceptación de mascotas. Existen videos que muestran en las redes sociales las peripecias de los empleados con sus mascotas. Huelga decir que esos documentos no sólo tienen éxito –y réditos para las empresas-, también se hacen virales en la red. Sólo hay que ver el caso de Ettore, un labrador retriever, que ostenta el galardón de ‘empleado del año’ y que es feliz yendo a la oficina con su dueño (disponible en youtube con el criterio de búsqueda “dogs at the office”).