El maullido del gato doméstico
Entre los distintos métodos de comunicación oral que utilizan los gatos están el ronroneo, el bufido, el gruñido y las llamadas sexuales. Estas las emiten las hembras cuando están en celo para atraer la atención de los machos.
Realmente, en la naturaleza el maullido es la forma de comunicación de los cachorros para llamar a su madre en caso de alarma, por ejemplo, cuando tienen frío o hambre. Por lo general se trata de sonidos cortos y agudos —de menos de un segundo de duración y entre 250 y 800 Hz— que emiten los gatitos con menos de 4 semanas de edad. El maullido por frío es el más agudo, si bien se va igualando a los demás a partir de la cuarta semana de vida.
El gatito también puede maullar por otras razones, por ejemplo, cuando está encerrado, cuyo tono es más grave, o cuando se siente solo, para lo que reserva los maullidos más largos.
En honor a la verdad, si el gato no hubiera sido domesticado no hubiera conservado el impulso de maullar cuando se hace adulto; por eso, cuando un gato se comunica con sus dueños siempre utiliza un maullido agudo, muy semejante al que utilizaba cuando necesitaba algo de su madre. Lo reserva para conseguir algo de ellos. Este comportamiento, que consiste en la persistencia de comportamientos infantiles durante la edad madura, se llama neotenización. Esta es la razón por la que los gatos maúllan a sus dueños y no a otros gatos.