La importancia de la arena higiénica
Los propietarios de gatos saben de la importancia que tiene una buena alimentación, pero ¿qué pasa con la arena higiénica? Cuando se elige compartir la vida con un gato no se suele escatimar en cuanto a sus cuidados: camas, juguetes, material para el cuidado del pelo y, por supuesto, la alimentación. Sin embargo, este razonamiento no suele aplicarse con los lechos higiénicos, que en el caso de los gatos caseros es imprescindible.
En el pasado, debido especialmente a que los gatos tenían acceso al exterior, usaban la tierra de los jardines y, para aquellos que vivían en apartamentos, se elegía cualquier tipo de tierra, incluso serrín. Sin embargo, el mercado de los lechos higiénicos para gatos experimentó una gran evolución cuando Edward Lowe comercializó, en 1947, pequeñas bolas de arcilla como sustituto de lo conocido hasta entonces.
Dado que este nuevo producto higiénico suponía un avance en cuanto al control de los olores y la limpieza de la bandeja, no tardó el popularizarse.
Hasta ahora, el material más usado ha sido la sepiolita, por lo que se ha convertido en un producto muy fácil de encontrar y a precios muy competitivos. Se comercializa sin tratamiento alguno o con productos desodorizantes, incluso antibacterias, pero en muchas ocasiones éstos no son del agrado de todos los gatos.
Posteriormente se descubrió que añadiendo bentonita a la sepiolita se lograba un efecto aglomerante, de modo que según la va usando el gato se pueden retirar los restos, tanto los sólidos como los húmedos. Este tipo de material suele gustar mucho a los gatos porque la arena está más limpia; siempre que se retiren los desperdicios adecuadamente. No obstante, el recipiente debe ser limpiado integralmente cada cierto tiempo ya que es imprescindible desinfectarlo concienzudamente.
Pero no todo son ventajas. La incorporación de la bentonita no es del agrado de todos los propietarios ya que suele producir polvo (que en caso extremo puede ocasionar algún trastorno de la vías respiratorias, aunque no suelen ser graves) y porque se puede quedar adherido a las patas del animal, quien lo va esparciendo por toda la casa.
Recientemente apareció en el mercado un producto sintético a base de silicato de sodio. Es extremadamente absorbente y permite retirar fácilmente todos los residuos, igual que la aglomerante. Si bien el precio de compra puede parecer un inconveniente, su rendimiento gracias a su larga duración es considerable.
Por supuesto los propietarios de los gatos pueden optar por usar materiales como el papel de periódico, la fibra de madera, las novedosas arenas ecológicas (que, según los responsables de su comercialización, son restos de madera caídas de forma natural de los árboles), pero deben valorar si cumplen con los requisitos higiénicos mínimos en elhogar.
No obstante, es el gato quien elige en última instancia qué tipo de lecho higiénico prefiere usar, por lo que es mejor no hacer cambios bruscos una vez se haya acostumbrado a un tipo de arena concreto, ya que esto puede ser motivo de rechazo. No hay que olvidar que si el gato ha usado la arena siempre, sin cambios a lo largo de su vida, el hecho de elegir otra marca o material puede ocasionar que deje de utilizarla, siendo posiblemente síntoma de algún trastorno somático que requiera una revisión veterinaria.