Mascotas en otoño
La luz
Los períodos de luz disminuyen en otoño y esto afecta a nuestras mascotas por varias razones:
-La muda: al haber menos luz, los mantos de pelo de los perros y los gatos cambian y se preparan para tener un pelo más grueso y poder protegerse del frío hibernal. Aunque la luz artificial hace que nuestras mascotas muden el pelo durante todo el año, en otoño el cambio se acentúa. Por lo tanto, deberemos acentuar el cepillado y la limpieza de los pelos muertos de nuestras mascotas. Atención especial con los gatos: debemos cepillar bien a nuestros mininos y así evitar que se les formen bolas de pelo en el estómago, algo que puede ocurrir más fácilmente en otoño y el pelo de los gatos cae mucho más.
- El celo: las perras sufren dos períodos de celo, a principios de otoño y a principios de primavera; mientras que las gatas tienen varios celos que se corresponden con las estaciones más luminosas del año. El otoño afecta a las perras pero al disponer de luz artificial en nuestras casas, las perras y gatas domésticas pueden tener más ciclos de celo. Puesto que ya de por sí el otoño incrementa el riesgo de que nuestras mascotas tengan camadas que no queremos, debemos extremar las precauciones.
Efectos en la salud de las mascotas
El otoño también influye en la salud de nuestras mascotas. Al hecho de haber menos horas de luz, hay que añadir las enfermedades que pueden padecer durante esta época del año.
La Leishmaniosis
Sacar a pasear al perro es algo que hacemos todos los días del año: llueva, haga frío, calor o viento. Pero la Leishmaniosis, una de las peores enfermedades que nuestra mascota puede padecer se debe controlar ahora en otoño. La razón es que quizá le ha picado un mosquito portador de la enfermedad durante el verano y en otoño debemos hacerle una prueba específica para saber si ha sido así. Es en otoño, pues, que los síntomas de la Leishmaniosis se pueden detectar con las pruebas que el veterinario hará a nuestro perro.
Los catarros
Nuestras mascotas no se resfrían igual que nosotros pero sí que sufren procesos similares con los cambios de temperatura en esta época del año. Lo más común es la traqueobronquitis, algo parecido a una tos pasajera pero que puede empeorar si no tomamos las medidas necesarias. La traqueobronquitis, o “tos de la perrera” se contagia por el aire a través de la tos o de estornudos cuando hay varios perros juntos y puede afectar a todo tipo de perros aunque es peligroso si tenemos un cachorro y se contagia.
La artrosis
Si tenemos un gato o un perro que sufre artrosis –ya sea por la edad o por otras causas–, debemos saber que nuestra mascota empeorará en otoño. Para evitarle mayor sufrimiento debemos procurar que no se moje con la lluvia y pase frío. Para ello siempre se puede recurrir a chubasqueros, secarlos bien con una toalla o ayudarles con algún tipo de anorak o abrigo.