Dolci, una empresa de futuro
Irene Rubini, subdirectora general; Julio Rubini, presidente, y Mónica Plaza, directora de Dolci Ibérica.
Hace 18 años que Dolci se instauró en España vendiendo huevos de chocolate con sorpresa licenciada. Tan solo contaba con un empleado, un catálogo de dos líneas de producto y las ventas centradas en la Península Ibérica. A día de hoy la empresa cuenta con 13 empleados, un catálogo amplísimo de más de 15 líneas diferentes y sus ventas se han extendido por toda Europa, Latino América, y Asia, entre otros continentes. Un claro ejemplo de creatividad, innovación, y asentamiento empresarial. Una empresa 100% de capital y empleados de nuestro país que ha sabido reinventarse a lo largo de los años y mostrar lo mejor de las empresas de nuestro país a todo el mundo.
Dolci, trabajo constante
Su directora general, Mónica Plaza, que fue quien fundó la compañía, nos habla de cuáles han sido sus secretos.
- “Detrás de todos estos años hay mucho trabajo. Un trabajo en equipo entre los empleados, nuestros clientes y nuestros proveedores, … Es muy importante saber interpretar lo que nuestro consumidor quiere y lo que el mercado demanda. Es un cóctel de factores que hemos tenido la suerte que han coincidido y ha hecho que a día de hoy sigamos creciendo no solo como empresa, si no como especialistas en el sector”.
- “Nuestro futuro pasa por llegar a tener una mayor internacionalización, con nuevas líneas de producto emergentes, en las que ya estamos trabajando, para un consumidor que nos presentará una demanda diferente a la actual, además de seguir trabajando con nuestros clientes de toda la vida y los licenciatarios codo a codo. Todo esto es necesario, porque el negocio lo entendemos como un todo: no hay negocio si un cliente, un licenciatario o un proveedor, no ganan. Veo el futuro con el mismo ritmo de trabajo que hemos llevado hasta ahora, y con el mismo entusiasmo que tenemos por los proyectos que realizamos”.
Dolci Ibérica
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