Nuestras impresiones en BLE 2018
Del 9 al 11 de octubre, la ciudad de Londres acogió una nueva edición de Brand Licensing Europe, el mayor punto de encuentro del negocio de las licencias en Europa.
El presente año, el centro de convenciones Olympia tuvo un papel especial para Brand Licensing Europe, ya que ha sido la sede del evento en los últimos años. En 2019, BLE se traslada a ExCel y en cuanto a la oferta expositora se mantiene con una extensa variedad de propuestas de marcas y propiedades, que van desde el dominante entertainment infantil hasta las marcas de culto o aspiracionales para generaciones más adultas, así como nuevas e icónicas series de moda. En resumen, una amplísima gama de propiedades intelectuales dispuestas a cubrir todo tipo de intereses de fabricantes y adquirir notoriedad, exclusividad o conexión emocional con su target. También, dispuestas a adaptarse a empresas fabricantes de todas las categorías de productos de consumo, además de empresas de la distribución detallista o de servicios.
A nivel de visitantes, la sensación de que siempre están los mismos clientes y son pocos los nuevos que se acercan a la feria y visitan los stands, es uno de los comentarios recogidos durante nuestra visita al evento de licensing más importante a nivel europeo. Quizás ello esté vinculado al desgaste del negocio especialmente en categorías infantiles, así como a la concentración de players en los mercados.
En cuanto a la presentación de propuestas por parte de los expositores, se puede resumir en una línea de continuidad sin grandes novedades, aunque evidentemente hay nuevos proyectos que se lanzarán al mercado en los próximos meses. Por su parte, las empresas propietarias continúan realizando importantes esfuerzos en inversión y desarrollo de nuevos contenidos.
Pero parece que no todo sigue igual. Consecuencia del entorno que estamos viviendo, se están produciendo cambios en el negocio del licensing, comentarios como “cura de humildad”, son sintomáticos de que el negocio ha tocado fondo y se ha hecho visible en los pasillos de esta reciente feria de Londres y que gran parte de los protagonistas de la cadena de valor están por activar nuevas dinámicas en sus relaciones y manera de gestionar el negocios. Parece ser que la rigidez con las condiciones contractuales tipo mínimos garantizados o % de royalties se están flexibilizando y abriendo a nuevas fórmulas para acercar posiciones y llegar a acuerdos reales de win-win para propietarios y licenciatarios.
En el caso de los contenidos audiovisuales y las propiedades de entretenimiento derivadas, un asunto que preocupa por su complejidad es el modo en que se consumen los contenidos en las distintas plataformas (TV, VOD o YouTube) y cómo alinear los calendarios de lanzamientos de los programas de licensing, las fabricaciones o las entregas con un consumo del contenido audiovisual más veloz y menos controlable. Este control del calendario es crucial para alinear los intereses de propietarios, licenciatarios y retail.
Este objetivo común e interés de todas las partes por reposicionar el valor de la licencia está en la mayoría de las conversaciones: demasiada oferta de propiedades y de producto, pues el mercado no tiene capacidad de absorción. El consumo está cambiando y el negocio del licensing ha tomado buena nota. Las formas de relacionarse entre todos y cada uno de los eslabones de la cadena de valor requieren de un profundo cambio y reflexión, y parece ser que finalmente en BLE se confirmó esta realidad y nueva orientación del negocio.