Una oportunidad aprovechada
Lo leíamos hace poco: según datos de NPD, 8 de cada 10 padres dejan a sus hijos jugar con dispositivos móviles y en la mitad de los casos se trata de dispositivos conectados. Y lo que es más importante, el mismo informe explicaba que no se veía "una tendencia en los niños o en sus padres de abandono del juguete tradicional". Es decir, ambos modos de juego se están complementando.
Tal y como hemos apuntado en alguna ocasión, el sector del juguete está sacando partido al hecho de que los niños cada vez juegan más con móviles y tabletas, lanzando al mercado productos adaptados a los pequeños, subrayando su potencial educativo, así como juegos que combinan los juguetes tradicionales con el uso de dispositivos electrónicos, como es el caso de Skylanders, de Activision Blizzard, y Apptivity, de Mattel.
Hace años, el sector del juguete perdió al público de entre 9 y 12 años, que se pasó a los videojuegos. Esto no volverá a suceder: primero porque los padres tienen muy presente la importancia del juego tradicional; segundo porque a los niños le siguen gustando los juguetes tradicionales, y tercero porque tanto fabricantes como detallistas, esta vez sí, son conscientes de que han de ofrecer una oferta de juego amplia y variada, que dé respuesta a todas las necesidades y preferencias de los niños. Ellos son quienes mejor conocen a su público y quienes mejor saben qué es lo que quieren los niños y cómo ofrecérselo.
Una prueba de que los jugueteros están respondiendo bien la tenemos en los datos de mercado también de NPD: el segmento de juguetes electrónicos ha crecido un 38,6% en valor entre enero y julio de 2013, gracias a Furby, otro juguete conectado y con aplicación móvil propia, y a las tabletas dirigidas a los niños. Todo apunta a que un año más estos dispositivos se convertirán en uno de los productos estrella de la campaña navideña.