No se trata sólo del precio
Hay muchas dudas respecto a cómo irá la campaña navideña: la debilidad del consumo y las caídas en ventas de juguetes que ha ido registrando NPD durante los nueve primeros meses del año (un 13,6% hasta septiembre) hacen pensar en unas navidades difíciles para los sectores dirigidos a la infancia. Pero no todo son motivos para el pesimismo. Al contrario.
El Pulsómetro del sector juguetero (que se publicará en la edición Express de noviembre de Juguetes B2B), recoge una declaración muy significativa de Pedro Luna, director de las jugueterías JAC, recordando que se han regalado juguetes "incluso durante la guerra". Y es que tanto los juguetes como los productos dirigidos a los niños siempre han sido una prioridad, y más en campaña navideña, por lo que es posible que el ahorro que las familias han hecho a lo largo del año vaya en favor de un mayor gasto a final de año.
Además, hay que recordar que los sectores infantiles no están sufriendo tanto la crisis como otros, dado que, como es natural, las familias intentan que sus hijos sean los menos afectados por el ahorro. De hecho, las ventas de juguetes sólo llevan dos años bajando y no cuatro, como otras industrias, y 2012 podría ser el primer año que cerrara con caídas de dos dígitos.
Es decir, la situación no es fácil, pero tampoco es imposible. Hay que pensar que estos artículos son considerados de primera necesidad, especialmente en Navidad, y que los padres son conscientes de que comprar juguetes o artículos de puericultura de calidad no es un gasto, sino una inversión. No hay que dirigirse únicamente a un padre preocupado por el ahorro, sino sobre todo a un consumidor que medita mucho la compra, consciente de las necesidades de sus hijos y del valor del producto que adquiere. El precio es importante, pero no es ni mucho menos el único factor a tener en cuenta.