Comprando en el futuro
Es difícil predecir con exactitud lo que pasará en el futuro, teniendo en cuenta que siempre lo vemos desde el presente y éste avanza muy rápido.
Para el profesor de psicología del consumo en ESCODI, Albert Vinyals, todo apunta a que en 10 años nuestro mundo será aún más tecnológico que ahora y el big data se sofisticará, hasta el punto de saber qué se quiere consumir antes incluso de desearlo. En este nuevo entorno, el binomio comodidad-rapidez será clave para que los negocios puedan tener éxito. El cliente, cada vez más perezoso, quiere que los procesos sean sencillos y nos encontraremos en un entorno contradictorio en el que van a convivir la uniformización de los gustos y las costumbres a escala global, con una híper-personalización de algunos productos (siendo el máximo exponente las impresoras 3D).
Albert Vinyals señala también que en el futuro convivirá un creciente activismo aplicado a las compras, con un consumo desaforado que cambiará la idea de posesión por la de lograr deseos inmediatos hacia productos que deben ser lo más nuevos posible. En este entorno, según el experto, las tiendas físicas sobrevivirán ya que pese a crecer los hogares unipersonales (ya representan el 25%), el consumidor sigue siendo un ser social que necesita el contacto humano, y el comercio de proximidad lo propicia. Para muchas personas, la única sonrisa que reciben al final del día puede ser la que les ofrecen en una tienda física.
Las tiendas físicas sobrevivirán, sí, pero cambiará su tipología. Albert Vinyals prevé una convivencia entre multinacionales, cada vez más tecnológicas y experienciales, con comercios de proximidad profesionalizados que apuesten por la experiencia emocional y la especialización. En contraposición, también tendremos más tiendas de conveniencia, con muy poca profesionalización, incluso descuidadas, y centradas únicamente en ofrecer proximidad y flexibilidad de horarios. Sin embargo, el experto considera que cada vez es más difícil predecir el futuro, ya que viene marcado por los cambios tecnológicos y éstos avanzan exponencialmente, por lo que es muy complejo proyectarlos a 10 años vista.