España, segundo país del mundo en felicidad infantil
España es el segundo país del mundo con los niños más felices, según el estudio Global Kids Happiness Index, de The Marketing Store, que forma parte de The new definition of Childhood.
Según este índice, los niños más felices están en México, país al que siguen España, Brasil y Alemania, con Estados Unidos en la quinta posición. El estudio se ha llevado a cabo entre 4.000 niños de entre 6 y 12 años en Alemania, Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, España, Francia, Japón, México, Polonia y Reino Unido. Tal y como deja claro la encuesta, en estos países los niños son mayoritariamente felices.
El juego, fundamental para la felicidad de los niños
El trabajo explica que los factores que hacen que los niños sean más felices son la familia y los amigos, según los encuestados. El tercer factor en importancia es el juego, con la excepción de Japón: el orden era el juego, los videojuegos y sólo después venían los amigos y la familia.
Los demás ingredientes de la felicidad cambian según los países. Así, en China se valora la competición y los logros, mientras que los niños estadounidenses citan a menudo a los animales. En Japón se tienen en cuenta las artes y manualidades.
A los niños les gusta ser niños
La edad también es un factor a tener en cuenta. El 76% de los niños de 6 años explican que se sienten felices "la mayor parte del tiempo", porcentaje que baja al 62% en el caso de los niños de 12 años. Del mismo modo, el 58% de los primeros considera que el mundo es "un buen sitio", porcentaje que baja al 41% en el caso de los niños mayores.
En este sentido, hay un dato que destaca la encuesta. A pesar de lo que en ocasiones parece cuando vemos ciertas tendencias en el mercado de productos infantiles, los niños no quieren crecer y manifiestan sentirse muy felices siendo niños. The Marketing Store recomienda, no sin una buena dosis de sentido común, que las empresas que se dirigen al público infantil dejen de empujarles a crecer y les ofrezcan medios para disfrutar aún más su niñez.