La gestión en tiempos de crisis
El sector juguetero español ha caído un 10,6% en valor y un 13,3% en unidades vendidas en 2012, según datos de NPD. Se trata de la caída más grande desde que NPD recoge datos de nuestro mercado, además el mayor descenso entre todos los países europeos. Y aun así, podría haber sido peor, ya que tanto los datos como las previsiones más pesimistas apuntaban a una caída de entre el 15% y el 20%, salvada gracias a las últimas tres semanas de la campaña, que han sido las únicas de 2012 que han cerrado con alzas en las ventas frente a los mismos días de 2011.
En el resto de Europa, la situación no es tan negativa, pero se mantienen las incertidumbres. De unos crecimientos de entre el 3% y el 6% en los últimos años, se ha pasado a unos descensos del 2% en los cinco principales mercados, registrando así la primera caída en ocho años, según explica también NPD.
De todas formas, no todos los datos apuntan al pesimismo:
- Los detallistas y fabricantes han gestionado bien una campaña muy difícil. Tanto NPD como los profesionales con los que hablamos durante la reciente feria de Nuremberg explicaban que se han gestionado mejor los inventarios y no queda tanto sobrante en el canal como el año pasado, por lo que el inicio de 2013 se presenta más fácil que el de 2012. O al menos no tan difícil.
- Los consumidores siguen valorando la importancia del juguete y buscan productos de calidad, estando dispuestos a gastar más a cambio de un artículo que ofrezca posibilidades de juego. Si miramos los juguetes más vendidos tanto en España como en el resto de Europa, nos encontramos con las tabletas para niños y las muñecas Monster High, que están en franjas de precio elevadas en comparación con el resto de juguetes.
- Uno de los motivos que apunta NPD para las caídas en las ventas es el menor porcentaje de novedades. Resulta comprensible que las compañías no arriesguen en momentos difíciles, pero es importante recordar que los consumidores valoran productos nuevos y que se diferencien de la oferta existente.
2013 no será fácil, pero tanto fabricantes como detallistas han aprendido mucho de los años más difíciles y están más que preparados para afrontar un ejercicio que a pesar de todo ofrece tantos retos como oportunidades.