Las claves del licensing en 2019
En un mercado caracterizado por la alta competitividad, en el que no encontramos ninguna licencia dominante, presentamos aspectos clave a tener en cuenta este año en el licensing.
2019 destacará por el gran número de estrenos cinematográficos previstos y la emisión de nuevas temporadas de series de televisión ya consolidadas. Además, las licencias digitales y las dirigidas al target juvenil/adulto tendrán cada vez más peso en un mercado en el que dominan las propiedades preescolares y de entretenimiento. Aun así, tanto licenciatarios como distribución en los últimos años han continuado apostando por las llamadas ‘licencias seguras’, para no asumir riesgos, aunque en el mundo del licensing todo es imprevisible.
Origen de las propiedades
La evolución de la sociedad, las nuevas tecnologías y los cambios en los hábitos de consumo de contenidos en todas las generaciones provocan cambios en el entorno del licensing. Uno de los aspectos más perceptibles es que aparecen nuevos espacios de los que pueden derivar propiedades. Si tradicionalmente el cine y las series de televisión eran los orígenes más comunes, a estos se añaden ahora escenarios como las plataformas de estreaming, los canales de Youtube o los videojuegos pensados para Smartphone, entre otros.
El valor de la licencia: Es fundamental que la licencia sea aplicada de manera natural al producto, para que realmente transmita el valor añadido que supone la conexión emocional con la misma. Y no sólo se habla de diseño sino también de plasmar el ADN y los valores de la propiedad en un producto concreto. Las licencias no funcionan igual en todas las categorías ni en todos los artículos. Entender el producto que quiere el consumidor, cómo lo quiere y saber adaptar los valores de la licencia al artículo adecuado son factores clave.
Cambios en la manera de consumir contenidos
Las nuevas generaciones son capaces de consumir mucha variedad de contenido y de marcas a la vez, y lo hacen de una forma muy fugaz y diversa, lo que exige un alto grado de inmediatez de respuesta a las empresas. Por su parte, la televisión, uno de los principales canales de comunicación, ha pedido fuerza frente a otros medios como las redes sociales o plataformas VOD, lo que provoca que se tenga que variar en los plazos de desarrollo de producto y que tenga que producirse un cambio en la forma que se comunica al cliente final.