¿Las nuevas tecnologías fomentan un consumidor más exigente o más impulsivo?
El e-commerce alimenta el consumo, aunque las nuevas tecnologías dan la oportunidad de desarrollar pautas de compra más inteligentes y adaptadas a nuestras necesidades.
Como compradores de productos licenciados estamos acostumbrados a buscar información sobre las mejores opciones en Internet, a encontrar nuevas tiendas en la red, a ponernos en contacto con ellas e incluso manifestar nuestras valoraciones sobre sus servicios en las plataformas sociales. Esto es posible gracias a los avances de las nuevas tecnologías. Esta dimensión se ha adentrado en nuestra sociedad para quedarse y ha propiciado una serie de cambios en la actitud del consumidor y, consecuentemente, en todo el mercado del licensing.
Juanjo Cáceres, el autor del libro 'Consumo Inteligente', habla sobre la facilidad que aportan las nuevas tecnologías: “Todos tenemos acceso desde nuestros terminales electrónicos en línea a la compra de cualquier producto de consumo o cualquier servicio”. Esto nos dirige a una pregunta: ¿Esta comodidad fomenta un consumidor más impulsivo?
El Black Friday, así como los acontecimientos que combinen la compra presencial y en línea, son técnicas que fomentan la impulsividad del comprador
Según el experto, las ventajas que aporta el e-commerce alimentan el consumo pero esto no implica necesariamente un incremento de la compra por impulso: “Influir sobre la impulsividad del consumidor en línea requiere implantar nuevos mecanismos que capten su atención y generen impulsividad. Este proceso de implantación aún se está desarrollando y, por lo tanto, va por detrás de las técnicas tradicionalmente usadas en los puntos de venta físicos”. En esta línea, destaca que las mejores técnicas para fomentar la impulsividad del comprador son aquellas que combinen la impulsividad presencial y en línea, como el Black Friday.
Nuevas alternativas de consumo
Las oportunidades de información que otorgan las TIC -más comúnmente conocidas como Tecnologías de la Información y la Comunicación- conducen a un consumidor más crítico. Los consumidores pueden valorar más opciones a la hora de comprar. Entre ellas, ha aflorado la economía colaborativa: rechazar la capacidad de poseer en exclusivo y optar por compartir.
Por otro lado, este amplio horizonte de información, ofrece numerosas oportunidades para desarrollar unas pautas de consumo más beneficiosas y mucho más adecuadas a nuestras necesidades diarias. Sin embargo, el experto opina que el consumidor exigente y con compromiso social no es un mito, pero no es una actitud dominante: “La compra con criterios sociales solo la realiza una minoría y es uno de los últimos criterios que se tienen en cuenta en una decisión de compra”. Así, opina que, a pesar de la magnitud de los retos y amenazas que impone el cambio climático, la sensibilidad ecológica no atraviesa su mejor momento y el consumidor aún tiene que concienciarse mucho más.
Consejos para un consumo más inteligente
En esta línea, su libro ‘Consumo Inteligente’ reúne un conjunto de consejos, los cuales se recogen en los títulos de los capítulos, para educar a los compradores:
- No te consideres consumista: somos consumidores/as
- No confundas tus intereses con los de otros
- Sé crítico y no te creas nada
- La calidad no la indica el precio
- Sé consciente de tus debilidades
- No consumas pensando en tu imagen
- El producto no siempre es saludable (aunque lo diga)
- Pregúntate qué oculta el producto
- Puedes (y debes) ser un consumidor combativo