Las claves del sector de la puericultura en 2023

Los precios de los productos y los suministros se han ido encareciendo durante todo el año, con lo que el poder adquisitivo de las familias ha ido disminuyendo. Los profesionales destacan el ambiente de incertidumbre que complica hacer previsiones sobre el comportamiento del consumidor, que todo indica que será más cauto a la hora de hacer sus compras.

El año 2022 se acabó con una alta inflación, que todo hace prever que continuará durante este año. Una situación que está provocando que, aunque el volumen de ventas sea igual o más alto, las unidades vendidas hayan descendido. Así, la inflación seguirá marcando la evolución del sector de la puericultura en 2023. Los detallistas, por su parte, esperan no tener que asumir todo el incremento desde el punto de venta, ya que consideran que sus márgenes ya son demasiado estrechos. Esto acabará repercutiendo en un incremento del coste final para el consumidor, que tendrá que asumir también parte del incremento de los costes.

Además de la inflación, son varios los factores externos que están provocando un desajuste en la economía en general y que están afectando considerablemente a la evolución del sector de la puericultura. Los costes del transporte, el alza de precios de las materias primas, la guerra de Ucrania… Todos ellos son aspectos que las empresas del sector de la puericultura no pueden controlar, pero que, según vayan evolucionando, afectarán en mayor o menor medida a su actividad económica.

La evolución de los factores externos tendrá una gran repercusión en el mercado de la puericultura este año, al igual que ha sucedido hasta ahora. Además, a ellos se les unen aspectos más concretos que afectan al sector, como el descenso de la natalidad y la venta de segunda mano. Las expectativas para 2023 son moderadamente positivas, siempre que no haya nuevos imprevistos que generen mayor incertidumbre. Tenemos que estar preparados para hacer frente a un mercado cada vez menos previsible. Es fundamental conocer bien al consumidor y encontrar la manera de mejorar la experiencia de compra, además de apostar en todos los ámbitos por la innovación, la digitalización y la profesionalización.

En tiempos complicados, el precio vuelve a colocarse en el primer puesto de aspectos principales a tener en cuenta cuando se realizan las compras. Debido a la situación actual con el incremento de la inflación, el presupuesto ajustado y la cautela de los consumidores, todo hace pensar que el precio de los productos determinará su venta.

Los productos más demandados son los más compactos, versátiles, de uso duradero y funcionales, y, además, cada vez está cogiendo más presencia en el mercado la tendencia eco-friendly. Los padres buscan artículos que faciliten su día a día, que se adapten a sus estilos de vida y que sean, sobre todo, prácticos. Respecto a los hábitos de compra, los profesionales valoran que estamos ante un consumidor experto que adquiere lo que quiere y que se ha informado antes. Las compras de impulso han perdido relevancia y se busca un producto de calidad y con un precio medio ajustado.

La sostenibilidad de los productos, el respeto por el medioambiente, la reutilización o la lucha contra el cambio climático son algunas de las preocupaciones que han pasado a formar parte de los intereses de los consumidores, que se muestran cada vez más concienciados. El sector de la puericultura no es ajeno a esta realidad y ya está trabajando en este ámbito, consciente de que la sostenibilidad es uno de los principales retos de futuro que deben afrontar.

La digitalización de las empresas es un factor clave, así las compañías cada vez enfocan más sus estrategias en mejorar su comunicación externa con los clientes y partners en el ámbito digital. La digitalización de los servicios y la omnicanalidad en el proceso de compra y entrega de pedidos está mejorando la experiencia de compra del cliente de productos de puericultura. Los nativos digitales están a punto de llegar a la edad de ser padres, y por ello es importante que los negocios puedan estar donde se encuentra el consumidor. En este sentido, los detallistas destacan también la importancia de poder conectar con los padres y madres a través de diferentes canales, para que sean los propios consumidores los que puedan escoger cómo quieren interactuar con el punto de venta.

Estrechamente vinculado a la digitalización, un factor que se considera relevante desde el punto de venta es la mejora de la experiencia de compra. En este sentido, es verdad que la digitalización del establecimiento y la apuesta por las nuevas tecnologías pueden ayudar a que esta experiencia sea única y diferenciada, aunque los profesionales coinciden en apuntar que uno de los factores que les diferencian y que precisamente ayuda a que la experiencia sea excelente es, precisamente, el asesoramiento y el trato personal. Así, no se trata únicamente de que el consumidor tenga a su disposición las últimas tecnologías en el punto de venta, sino de ofrecerle un trato profesional e individualizado, con un asesoramiento adecuado y adaptado a sus necesidades. Para ello, es importante que las tiendas puedan contar con equipos formados y profesionalizados.

Con el incremento de los costes generalizados, y ante una posible recesión que podría repercutir en la economía de los hogares, la segunda mano y el préstamo, tendencias de consumo que no son nuevas, previsiblemente ganarán todavía más relevancia en 2023, principalmente en productos de pequeña puericultura o artículos cuyo tiempo de uso es muy reducido. Ante esta situación, los profesionales no se cansan de repetir los peligros que representan las compras de segunda mano o el prestamismo, sobre todo en aquellos productos en los que la seguridad es un factor determinante, como las sillas auto.

Otra de las problemáticas históricas es el descenso de la natalidad, que año tras año va en caída libre. Todos los profesionales del sector coinciden en señalar que el Gobierno y demás administraciones tienen que fomentar la natalidad a través de más ayudas y planes concretos.