Implementar la responsabilidad ampliada del productor es fácil, si sabes cómo
Laura Sanz de Siria, secretaria general de Confecoi y coordinadora de Implica
13/03/2025Con la entrada en vigor de la responsabilidad ampliada del productor (RAP), que obliga a las empresas que introducen envases industriales y comerciales en el mercado a financiar y organizar la recogida de sus residuos, en virtud de la nueva Ley de Residuos 07/2022 y el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases, una de las primeras cuestiones que hay que responder es a qué empresa le aplica la RAP.
Según la legislación vigente, toda aquella empresa que utilice envases y embalajes, industriales y comerciales, para transportar y vender sus productos en el mercado español, así como las empresas envasadoras, tienen la obligación de asumir la organización y financiación para gestionar los residuos de envases resultantes. Esto también afecta a los negocios extranjeros que introduzcan envases en el mercado español. Para cumplir con la legislación, deberán tener un representante autorizado en España o, si no, esta obligación recaerá en el importador.

Cómo organizar la RAP
La segunda pregunta es cómo se pueden cumplir con las obligaciones de la RAP. Mientras que en un SIRAP, sistema individual para gestionar la responsabilidad ampliada del productor, la empresa asume esta RAP de forma individual, en un SCRAP, sistema colectivo que nace para dar solución a todas las empresas que quieran cumplir con esta obligación, es el SCRAP el que asume la RAP de las empresas adheridas en su nombre de manera conjunta.
En el caso de optar por un SCRAP, como es el caso de IMPLICA, hay que conocer que está sujeto a reglas de funcionamiento internas (como obtener un trato igual entre envasadores, contar con mecanismos de compensación para los mismos…) y a la autorización administrativa nacional. En caso de sanción, el SCRAP es el responsable.
También tiene como cometido ayudar a calcular la contribución financiera de las empresas envasadoras adheridas, para sufragar la gestión de residuos de envases, y tiene la obligación de informar sobre cualquier novedad relacionada con la RAP.
Otra interrogante que conviene resolver es la de si una empresa puede adherirse a más de un SCRAP, que estará determinado en base a la tipología del producto. Aquellos productores de envases comerciales e industriales de un solo uso, que introduzcan en el mercado el mismo producto y material, solo podrán formar parte de un SCRAP. La excepción se encuentra en los envases primarios, destinados a diversas actividades económicas. En el caso de que el producto vaya en envase reutilizable, de la misma categoría (doméstico, comercial o industrial) y material, sí que podrán combinar varios SCRAP. Para ello, se debe garantizar la trazabilidad y pertenencia de los envases, en cada uno de los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) del mercado.

“Entre las ventajas de pertenecer a IMPLICA, un SCRAP que hoy en día ya cuenta con más de 1.000 empresas adheridas, se sitúan la rentabilización de costes, una sólida experiencia técnica y la integración de la gestión ya existente”, destaca Laura Sanz de Siria.
Tipos de SCRAP
Además, es importante saber que existen diferentes tipos de SCRAP en función de los sectores y del tipo de residuo o material. Los hay especializados y también están los SCRAP multimaterial y multisectorial, como IMPLICA, que agrupa varios sectores y materiales.
Una vez resueltas estas primeras dudas, ya se dará cumplimiento a las denominadas obligaciones transferibles que aparecen en el Real Decreto 1055/2022: organizar la gestión de residuos de envases; establecer un sistema de devolución, depósito y retorno (SDDR) para los envases reutilizables comercializados por los envasadores de los SCRAP; cumplir con los objetivos del real decreto, y llevar a cabo planes empresariales de prevención y ecodiseño en caso de que apliquen.
En este último párrafo aparece el término SDDR, que es un sistema en el que se cobra en concepto de fianza o alquiler al consumidor o comprador para garantizar el retorno del envase reutilizable, teniendo en cuenta que este depósito no puede ser superior al valor de reposición en caso de pérdida del envase.
Estas nuevas medidas garantizan la viabilidad de los sistemas SDDR de envases reutilizables, ya que regulan un marco jurídico que establece unas reglas del juego para productores y consumidores industriales, primando la reutilización por delante del reciclaje. En este caso concreto, IMPLICA es el SCRAP pionero en reutilización.
Las ventajas de ‘implicarse’
Entre las ventajas de pertenecer a IMPLICA, un SCRAP que hoy en día ya cuenta con más de 1.000 empresas adheridas, se sitúan la rentabilización de costes, una sólida experiencia técnica y la integración de la gestión ya existente.
El SCRAP cuenta con la autorización para gestionar en todo el territorio nacional los envases y residuos de envases comerciales e industriales que introduzcan las empresas en el mercado español, tales como envases de papel y cartón (cajas plegables y estuches para impresiones, revistas o productos gráficos, tubos de cartón para poster), envases de plásticos (film transparente para paletizar mercancía, botellas o bidones para tintas o líquidos de impresión, bolsas de polietileno), envases de madera como, por ejemplo, palets; envases metálicos (latas o bidones metálicos para barnices, disolventes o tintas de impresión, tapas o elementos metálicos usados en el cierre de envases), u otros envases (combinaciones de papel, plástico y aluminio para embalajes especiales o recubrimientos para mayor protección).
IMPLICA se diferencia de otros SCRAP existentes por su asistencia personalizada, contando con formación individualizada para cada empresa y con un punto de información para tratar cualquier petición directamente. Además, gracias a estar respaldada por la Confederación Empresarial del Ecoenvase Industrial (CONFECOI), cuenta con una gran trayectoria técnica, al llevar más de 25 años ayudando a los envasadores en el cumplimiento de la legalidad vigente.

“IMPLICA es el SCRAP que responde a la necesidad de las empresas de cumplir las nuevas obligaciones legales de la RAP gracias a la implicación de la cadena de valor completa”, remarca Sanz de Siria.
Respeto de la gestión existente
Uno de los principios de IMPLICA es el respeto de la gestión existente, revisando el flujo actual de los envases y adaptándolo a la nueva legislación, manteniendo la cadena empresarial y de reciclaje. Ejemplo de ellos son los acuerdos de colaboración firmados con los principales representantes de la industria del reciclaje, tales como la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) y con la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (Asegre) o con otras entidades, tales como la Asociación Nacional de Distribuidores de Materiales de Construcción (Andimac), la Fundación Ecolum, Anrepa, Hispack, Ecophir y Cartonplast ibérica.
Además, el SCRAP basa el desarrollo de su trabajo en la transparencia. Todas las decisiones se toman de forma conjunta entre las empresas adheridas a través de las comisiones.
IMPLICA agrupa actualmente a los sectores de pinturas, tintas y barnices, detergentes, jabones y otros productos de limpieza, química, construcción, juguetes, artes gráficas, material eléctrico, metalurgia, alimentación, y cosmética. El SCRAP ayuda en la gestión, reciclado y reutilización de los siguientes materiales: metal, plástico, madera, papel y cartón y compuestos.
Por tanto, IMPLICA es el SCRAP que responde a la necesidad de las empresas de cumplir las nuevas obligaciones legales de la RAP gracias a la implicación de la cadena de valor completa, incluyendo a fabricantes, envasadores, poseedores finales y gestores; a través de medidas de economía circular pensadas para los envases, y mediante acciones para la prevención, reutilización y reciclado de los componentes.