Estabilidad en materias primas y desafíos regulatorios en un entorno incierto
José Luis Díez Guío, secretario general de Asefapi
06/03/2025
José Luis Díez Guío, secretario general de Asefapi.
Nuestro entorno europeo se encuentra especialmente afectado por una crisis económica que impacta con particular intensidad en mercados clave como Francia y Alemania. Estos países han sido tradicionalmente destinos fundamentales para nuestras exportaciones, por lo que su actual situación de incertidumbre representa un desafío significativo para nuestro sector. La ralentización del crecimiento, las dificultades en la inversión y la reducción de la demanda están generando un contexto en el que las empresas deben adaptarse para mantener su competitividad y rentabilidad.
Uno de los factores que más afectan a las compañías en la actualidad son los costes regulatorios, cuya importancia ha ido en aumento en los últimos años. Las normativas cada vez más exigentes en materia de sostenibilidad, seguridad laboral y control de emisiones han generado una carga adicional para las empresas, lo que repercute directamente en su estructura de costes. A esto se suman los costes laborales, que también han experimentado incrementos debido a la actualización de los convenios colectivos y al preocupante fenómeno del absentismo laboral, que sigue en ascenso. Estas variables combinadas ponen en riesgo la rentabilidad de muchas compañías, especialmente aquellas que operan con márgenes más ajustados.
La incertidumbre en torno a la evolución de la normativa y la posible introducción de nuevas restricciones generan preocupación entre los empresarios, quienes deben estar en constante adaptación para cumplir con las exigencias regulatorias. Sin embargo, a pesar de estos factores adversos, la morosidad no es un elemento que represente una preocupación destacada en estos momentos, lo que aporta cierta estabilidad en el ámbito financiero y de liquidez para las empresas del sector.
En cuanto a la evolución de las materias primas, el año 2024 se ha caracterizado por una situación de relativa estabilidad, sin grandes fluctuaciones en los precios. Este comportamiento ha permitido a las empresas planificar sus costes con mayor precisión, evitando el impacto negativo que generan los periodos de volatilidad extrema en los mercados de materias primas. Para el año 2025, se espera una continuidad en esta tendencia de estabilidad generalizada, aunque se prevén algunas excepciones en ciertos insumos específicos que podrían experimentar variaciones en sus costes. Estas excepciones podrían responder a factores externos como la disponibilidad de recursos, la evolución del comercio internacional o la implementación de nuevas regulaciones medioambientales.

“La actual situación de incertidumbre en mercados clave como Francia o Alemania representa un desafío significativo para nuestro sector”, explica José Luis Díez Guío.
El sector de la decoración ha mostrado un comportamiento irregular a lo largo del año, con periodos de menor actividad que han generado incertidumbre en las empresas dedicadas a este segmento. En particular, los meses de agosto y septiembre han sido especialmente flojos en términos de demanda, lo que ha afectado a la facturación de muchas compañías. Los clientes han adoptado una actitud de extrema prudencia y han optado por reducir sus niveles de stock, priorizando compras más ajustadas y bajo pedido. Este cambio en el comportamiento de compra ha impactado en el mix de producto, que ha experimentado un deterioro en términos de rentabilidad y volumen de ventas.
El segmento de protective e industria ha registrado ligeras caídas en sus ventas durante el año 2024. A pesar de ello, las previsiones para el 2025 trasladan un mensaje de relativa estabilidad, aunque existen factores de preocupación en el horizonte. Uno de ellos es la reducción en la demanda del mercado eólico, que ha experimentado un retroceso debido a cambios en la inversión y en la planificación de proyectos de energías renovables. A esto se suma la ralentización en el sector de petróleo y energía fósil, donde se han retrasado algunas inversiones estratégicas. Estos factores podrían afectar la actividad de las empresas vinculadas a estos segmentos, generando la necesidad de explorar nuevas oportunidades de negocio o mercados alternativos.
En el ámbito de la pintura para automóviles, se ha observado una progresiva recuperación tras las caídas registradas en el 2022 y años anteriores. El 2024 cerró con una caída del 2,5% en la producción de automóviles, aunque veníamos de un 2023 de clara recuperación. Este comportamiento positivo responde, en parte, a la reactivación de la industria automotriz y al aumento de la producción de vehículos en varios mercados clave. La mejora en la demanda de pintura para automóviles es una señal alentadora para el sector, ya que podría consolidarse como una tendencia en los próximos años, impulsada por la innovación en recubrimientos y el desarrollo de nuevas tecnologías en el ámbito de la automoción.
En lo que respecta a los barnices para madera, el año 2024 ha transcurrido con relativa estabilidad, sin grandes fluctuaciones en la demanda ni en los precios. Este comportamiento ha permitido a las empresas del sector mantener un equilibrio en su actividad, sin enfrentar cambios drásticos que afecten su planificación o estrategia comercial. La continuidad de esta estabilidad en el 2025 dependerá en gran medida de la evolución del mercado de la construcción y de la demanda de mobiliario, dos sectores que tienen una fuerte incidencia en el consumo de barnices para madera. Concretamente la fabricación de muebles creció un 1% en el 2024.

Mientras que el segmento de protective e industria ha registrado ligeras caídas, en el ámbito de la pintura automotriz se ha observado una progresiva recuperación. Por su parte, las tintas de embalaje han registrado leves crecimientos y el sector de los barnices para madera ha mostrado un comportamiento estable.
Por último, en el segmento de tintas de embalaje, se han registrado leves crecimientos durante el año 2024, impulsados por el incremento de un 2,2% de la industria de la alimentación beneficiada por cifras de turismo récord. Es importante destacar que la creciente demanda de soluciones de embalaje innovadoras han contribuido a esta evolución favorable. Como referente podemos destacar un incremento del 4,8% en la industria del papel. De cara al 2025, se espera que esta tendencia continúe, impulsada por la necesidad de envases más sostenibles y eficientes, así como por la evolución de la industria del packaging en respuesta a las nuevas normativas medioambientales.
En conclusión, el panorama para el sector en Europa se presenta con desafíos importantes, pero también con oportunidades para aquellas empresas que sepan adaptarse a los cambios y encontrar nuevas formas de fortalecer su competitividad. La crisis económica que afecta a mercados clave como Francia y Alemania obliga a las compañías a replantear sus estrategias y a buscar alternativas para mitigar los impactos negativos. Los costes regulatorios y laborales siguen siendo una preocupación central, al igual que los cambios legislativos que pueden alterar la rentabilidad de muchas empresas.
"La clave para afrontar el 2025 con éxito radicará en la capacidad de adaptación de las empresas, la optimización de sus procesos y la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio en un entorno cada vez más dinámico y exigente"