EE. UU. establece nuevas normas para reducir la exposición infantil al polvo de pintura con plomo
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha introducido normas más estrictas para la detección y limpieza del polvo de pintura con plomo en viviendas y centros infantiles construidos antes de 1978. La implementación de estas nuevas regulaciones prevé reducir la exposición al plomo para aproximadamente 1,2 millones de personas anualmente, incluyendo entre 178.000 y 326.000 niños menores de seis años.
El plomo, un metal tóxico utilizado históricamente en pinturas, representa graves riesgos para la salud. En los niños, incluso niveles bajos de exposición pueden provocar problemas de desarrollo cognitivo, conductual y físico. En adultos, la exposición continuada al plomo aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Con estas nuevas disposiciones, la EPA da un paso hacia la reducción de desigualdades raciales, étnicas y socioeconómicas en la exposición al plomo, una situación que afecta de manera desproporcionada a comunidades de bajos ingresos.
Las normas actualizadas introducen límites más bajos para los niveles de plomo permitidos en el polvo de viviendas antiguas y centros infantiles. La nueva normativa establece que cualquier nivel reportable de plomo en polvo debe ser identificado y eliminado. Además, se han reducido los niveles máximos permitidos de plomo en superficies como suelos, alféizares y surcos de ventanas, pasando de 10 a 5 microgramos por pie cuadrado (µg/ft²) en suelos, de 100 a 40 µg/ft² en alféizares y de 400 a 100 µg/ft² en surcos.
Este avance regula las condiciones bajo las cuales deben realizarse las actividades de eliminación de plomo en construcciones antiguas. La EPA exige que las personas y empresas dedicadas a estos trabajos estén certificadas y empleen prácticas de trabajo específicas que minimicen el riesgo de contaminación. Tras realizar una eliminación de plomo, se requiere una verificación de los niveles de plomo en el polvo, asegurando que los niveles estén por debajo de los nuevos límites antes de dar por concluido el proceso. Esta norma responde también a una decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito en 2021, que determinó que los niveles notificables de plomo en polvo deben basarse exclusivamente en factores de salud, mientras que los niveles de acción pueden incluir consideraciones de seguridad y eficacia.
Aunque la prohibición de la pintura con plomo para uso residencial entró en vigor en 1978, se calcula que alrededor de 31 millones de viviendas construidas antes de esa fecha aún contienen este tipo de pintura. De estas, 3,8 millones albergan a niños menores de seis años, un grupo especialmente propenso a la exposición al polvo de plomo debido a sus actividades cotidianas. Según la EPA, el polvo de plomo se genera con frecuencia cuando la pintura deteriorada se desgasta o se manipula, lo que pone a los niños en riesgo de ingestión debido al contacto frecuente de sus manos con superficies contaminadas.
Para complementar estas medidas, la EPA también está impulsando la identificación y reemplazo de tuberías de plomo en sistemas de agua potable, una medida que busca garantizar agua segura en las comunidades afectadas. Con la reciente aprobación de un presupuesto de 2.600 millones de dólares a través de la Ley Bipartidista de Infraestructura, se están destinando fondos para proyectos de inventario y reemplazo de tuberías de plomo en todo el país, un paso adicional para reducir la exposición al plomo en múltiples frentes.