Entrevista a Mireia Torres, directora de Innovación y Conocimiento en Familia Torres

Mireia Torres Maczassek se ha ganado su propio nombre, a pesar de ser hija del acreditado Miguel Torres. Una mujer que ama el vino y la tierra y que desprende pasión por lo que hace, posiblemente porque lo lleva en la sangre. Mireia Torres es serenidad, sabiduría y razón, motivo por el que actualmente preside la Plataforma Tecnológica del Vino y la bodega Jean Leon. La Familia Torres nunca defrauda.

Representa un orgullo ser parte de la 5ª generación de una familia que tanto ha trabajado para tener este reconocimiento y, al mismo tiempo, una enorme responsabilidad.

En estos momentos de mi vida no siento ningún tipo de presión por ello, pero sí sentido de la responsabilidad.

En la mayoría de negocios familiares esto siempre sucede. Lo bueno es encontrar un punto de equilibrio donde ambas generaciones trabajan conjuntamente. Las nuevas generaciones pueden aportar innovación, dinamismo y nuevas maneras de enfocar los proyectos. Las generaciones anteriores son importantes por toda la experiencia acumulada, por lo que sus consejos son de gran valía.

La verdad es que si miro hacia atrás me siento muy orgullosa de todo lo que he llegado a hacer y muy agradecida por todas las oportunidades que se me han dado. Mis inicios en la empresa fueron en el laboratorio, con el estudio y análisis de aromas en el vino, posteriormente estuve como enóloga y responsable de I+D+i, luego como directora técnica del 2004 al 2010 y a posteriori como directora de pequeñas bodegas como Jean Leon, Torres Priorat y Vardon Kennett. Actualmente sigo como directora de Jean Leon y soy la directora del área de Innovación y Conocimiento de Familia Torres.

En estos momentos en Jean Leon trabajo con Roser Catasús, la enóloga y responsable técnica de los vinos. Tomamos las decisiones conjuntamente para cada vino. Estas decisiones pueden ser desde operaciones en viñedo, momento de la cosecha, tipo de vinificación para cada parcela, tipo de barrica para cada vino, decisión de cupaje y tratamientos finales previos al embotellado. Lo que priorizamos es buscar elegancia y frescor en los vinos y evitar un excesivo dominio de la barrica.

Todo. Es una bodega que te llega al corazón y donde todo es especial: la calidad de los vinos, la historia del fundador, la gente que formamos parte, el paisaje, los viñedos y, sobre todo, el espíritu de superación que nos transmite a cada uno de nosotros el hecho de trabajar allí.

Fui directora de Torres Priorat desde el 2005 hasta principios del 2017. Fue un honor poder tirar adelante este proyecto junto con Jordi Foraster y su equipo. Recuerdo que cuando iba allí, nada más cruzar las montañas, sentía algo especial, el mundo se detenía y me sentía muy relajada solo con la visión de las montañas. Para mí es una tierra mágica, con unas condiciones extraordinarias para elaborar vinos singulares y con un tesoro maravilloso de cepas viejas de hasta 100 años cuya uva es la delicia de cualquier enólogo.

Desde inicios del 2017 tengo esta nueva responsabilidad. Hay 4 grandes áreas que abarcamos. La primera es una línea continuista con el área de I+D+i donde llevamos a cabo proyectos de investigación nacionales y europeos relacionados con enología, viticultura y sostenibilidad. La segunda es Business Innovation, donde estamos fomentando principalmente proyectos de intraemprendimiento a partir de ideas captadas por todos los colaboradores de Familia Torres. La tercera es Corporate Venturing, donde estamos colaborando con start ups que nos aportan una nueva tecnología para mejorar procesos. Finalmente, la cuarta es la innovación tecnológica, donde hacemos pilotos con nuevas tecnologías para analizar su interés en diferentes departamentos de la empresa.

Mireia Torres es directora de las prestigiosas bodegas Jean Leon.

No lo creo… Como yo hay muchas mujeres que están trabajando en el mundo del vino y tengo que reconocer que me llena de satisfacción ver que cada día hay más. Lo que falta conseguir todavía en este país es que haya más mujeres en cargos directivos y que haya realmente igualdad.

Vardon Kennett es un proyecto llevado a cabo conjuntamente con la enóloga Anna Velázquez y que iniciamos en 2013. Vendría a ser como un Franciacorta español, es decir, una alternativa al Champagne elaborado con variedad Pinot Noir y Chardonnay mayoritariamente, con método tradicional y que procede de viñedos de altura donde podemos conseguir unas condiciones climáticas que dan lugar a un espumoso de muchísima calidad, frescor y, sobre todo, elegancia.

Es un proyecto iniciado por mi padre en los años 80 con el que queremos recuperar y seleccionar las mejores variedades catalanas que se habían perdido con la filoxera. Hoy en día tenemos unas 47 variedades recuperadas y 7 ya han estado aprobadas por el Ministerio de Agricultura y por la Generalitat a través del INCAVI. Cada una de estas variedades tiene un comportamiento óptimo en un suelo y clima diferentes. Esta es la segunda etapa del proyecto en el que queremos identificar la región óptima para su difusión en Cataluña.

De momento tenemos muy buen resultado con la Forcada en blancos y la Moneu, Querol y Gonfaus en tintos.

Las últimas proyecciones climáticas en España prevén un incremento de temperaturas de 2 a 6 °C en función de si el escenario es más optimista o pesimista. Al mismo tiempo, las precipitaciones se prevé que disminuyan de un 10 a un 15% y que llueva de forma más irregular (CC. Physical Science Basis AR5. MAGRAMA 2013). Como resultado, el periodo de crecimiento del viñedo puede llegar a reducirse hasta 32 días a finales de siglo en el caso del escenario más pesimista. Esto implica un periodo de maduración más corto que va provocar importantes cambios desde el punto de vista organoléptico en los vinos. Ante estas condiciones extremas, los vinos en general van a tender a ser más alcohólicos y tener menor acidez.

Se están llevando a cabo muchos ensayos diferentes como puede ser la plantación de viñedos en altitud (por cada 100 m que se gana en altura, baja 0,7 °C en promedio la temperatura), mejorar la orientación de los viñedos, mejorar el sistema de conducción, riego por goteo, micorrizas, variedades más resistentes a las condiciones de sequía, etc.

Son una excelente oportunidad. Prueba de ello es el Vardon Kennett que se caracteriza por un gran frescor y elegancia.

No tengo una bola mágica, pero vamos a tener que ir adaptándonos a los retos que nos vayan surgiendo. A parte del cambio climático, otro gran reto es conseguir que la cultura del vino no se pierda en las nuevas generaciones y tenemos competidores como la cerveza que están ganando la partida. En un país con la mayor superficie del viñedo del mundo, no se entiende que el consumo de vino baje año tras año. El vino forma parte de nuestra cultura (siempre entendido desde una visión de consumo moderado), en España tenemos una riqueza extraordinaria de variedades y climas, lo hemos de saber transmitir y potenciar.

Es fundamental y crítico apostar por la innovación. En España, actualmente tenemos la Plataforma Tecnológica del Vino que es el organismo que ayuda a todas las bodegas e industrias del sector a dinamizar proyectos de I+D+i, tanto aquí como en el extranjero. Esta plataforma, que actualmente presido, tiene el soporte de la Interprofesional del Vino y de la Federación Española del Vino. A través de la página web se ofrece a las bodegas y empresas españolas la oportunidad de participar en proyectos de I+D+i de gran interés para el sector. Asimismo, en esta plataforma colaboran los mejores investigadores españoles para publicar, cada dos años, un plan estratégico del sector y llevan a cabo formaciones de gran interés.

Me cuesta decirlo porque todas las zonas son especiales hoy por hoy. Espero que las previsiones climáticas más catastrofistas no se cumplan… Si en el 2050 tenemos la oportunidad de retomar esta conversación, seguramente le podré contestar con más rotundidad.