El delantal: pasado y presente
El delantal y la mujer: inseparables durante siglos
El uso del delantal se pierde en el origen de los tiempos. Muy pronto nuestros ancestros descubrieron su practicidad como barrera para no mancharse la indumentaria. En el ámbito femenino, fue adoptado como prenda imprescindible para toda ocasión, en la casa, en el trabajo o en las fiestas. Aunque el vestuario fuera de gala, el delantal siempre complementaba el atuendo. No es de extrañar que todos los trajes típicos de las mujeres, en las diferentes culturas europeas, incluyan esta prenda. No fue así para los hombres que se incorporaron a su uso más tarde cuando proliferaron las tiendas de alimentación. Y fue a finales del siglo XVIII, con la aparición de los primeros hoteles, balnearios y restaurantes, cuando el delantal se introdujo en las cocinas —entorno al que no tenían acceso las mujeres— y, en los establecimientos populares, se extendió en el servicio de sala.
El pueblo llano no se deshizo del delantal hasta el siglo XIX —cambiando la imagen de las calles en las grandes ciudades— y el uso de la prenda se limitó al hogar o al trabajo.
Lo que es innegable es que ni el paso de los siglos ni los cambios de hábito han logrado desterrar al delantal, mientras que desaparecían enaguas, pololos o corsés.
La era del tsunami de los delantales
Hasta aquel momento, el estilo, la transmisión de la imagen corporativa y el interés por agradar al cliente era el coto de las líneas aéreas y de los establecimientos de lujo. Fue cuando el concepto de marketing traspasó las puertas de todas las empresas sujetas a una competencia cada vez más dura, producto de la globalización.
El vestuario laboral se transfiguró. Si bien lo clásico se mantuvo, lo hizo tras su actualización; mientras, las prendas de tendencia atraían a los más audaces. Este sector que resultaba tan aburrido para el consumidor –y con mayor motivo para el usuario-adquirió prestigio y visibilidad. En las ferias especializadas comenzaron a celebrarse desfiles y concursos que captaban una gran concurrencia.
Finalmente, el vestuario laboral atrajo la atención de los diseñadores de moda del momento. Las celebrities se pusieron manos a la obra con la ropa de trabajo y se obtuvo una gran repercusión en el sector.
El delantal, que es nuestro tema, ha llegado a su época de mayor esplendor. Ahora puede ser el toque que define una imagen corporativa.
Aparte de proponer un infinito de diseños, colores y texturas, los fabricantes han hecho un mayor énfasis en su funcionalidad. Una ojeada a los catálogos de las firmas destacadas nos descubre que existe un delantal para cada tarea y para cada estilo de establecimiento.