Feragua critica las restricciones al riego a pesar de las últimas lluvias en Andalucía
El anuncio de restricciones en las dotaciones de agua para el regadío agrícola en la cuenca del Guadalquivir, junto a la estampa de algunos embalses soltando agua, revela la “pésima gestión hidráulica“ por parte de las administraciones en los últimos lustros, denunció la federación de regantes Feragua.
En un comunicado Feragua, que participó en la comisión de desembalse del Guadalquvir, pidió al Ministerio de Transición Ecológica que cumpla con las obras previstas en el plan hidrológico porque ”no se ha puesto ni una sola piedra superado el ecuador del ciclo hidrológico”. También exigió a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir una solución a los problemas en el bombeo de la Breña II, que lleva funcionando cuatro años al 10% de su rendimiento, y pidió la retirada de la repercusión de los costes de la estación de bombeo en los cánones de Breña II y Arenoso propuestos para 2025. En este sentido, advirtió que los regantes no están dispuestos a pagarlo y realizarán un plante fiscal masivo.
Sobre las dotaciones previstas para la próxima campaña, que se acordarán en una próxima comisión de desembalse en abril, el presidente de Feragua, José Manuel Cepeda, lamentó la previsión de restricciones, por séptimo año consecutivo, a pesar de las últimas lluvias.
Pese a la sensación generalizada de que la sequía ha acabado, el organismo de Cuenca anunció que, con el agua que a día de hoy hay en los embalses, las restricciones serían del 60% para la mayor parte de los regantes del Guadalquivir, los que “beben” de la Regulación General, aunque los de otros sistemas tendrían dotaciones completas.
No obstante, la previsión de que entre más agua en los embalses con las últimas lluvias y de que puedan producirse nuevas precipitaciones hasta el inicio de la próxima campaña hace al organismo de cuenca estimar que quizás pueda igualarse la dotación de la última campaña, de 4000 m/ha, con una restricción del 34%, según Feragua.
Cepeda lamentó que, pese a todo lo que ha llovido en esta campaña, los regantes se vean expuestos, por séptimo año consecutivo, a la amenaza de nuevas restricciones y responsabilizó a las administraciones por ello.
