Un proyecto transforma las deyecciones en ingresos extras para los ganaderos
El proyecto, en el que estas familias han invertido 1,5 millones, nació de la inquietud de los ganaderos por cumplir con las diferentes normativas europeas, estatales y autonómicas. “Somos los primeros interesados en gestionar las deyecciones correctamente”, según el responsable del sector Porcino de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Jaume Bernis.
Durante el proceso de búsqueda de soluciones para la gestión de estos residuos, vieron que las deyecciones se pueden utilizar para generar productos como fertilizantes, celulosa, glucosa o lignina y, por tanto, valorizarlos para generar ingresos alternativos a la actividad ganadera o agrícola. “Vimos que un problema se podía transformar en oportunidad”, subraya Bernis, que apunta que el primer paso ha sido la construcción de una planta de compostaje, con capacidad para 30.000 toneladas al año, y a la que en un futuro se unirá una planta de biogas.
En la planta dan salida al estiércol de los terneros y la materia seca de los purines, así como a los restos leñosos procedentes de podas de árboles frutales, que son usados como estructurante. “Estamos muy satisfechos porque tenemos lista de espera para nuestro producto, que es cien por cien orgánico”, según Bernis, quien subraya que la alta demanda viene impulsada por el encarecimiento de los abonos o fertilizantes minerales, cuyos precios se han disparado un 150%.
“Por cada tonelada de materia orgánica sacamos unos 60 o 70 euros. Nosotros no contábamos con esto, buscábamos cumplir con la normativa, pero estos ingresos nos están ayudando mucho, sobre todo en estos momentos”, explica durante su intervención en una jornada sobre economía organizada por Funseam y Repsol Fundación.
Por su parte, Enrique Aymerich, investigador del CEIT, repasó el proyecto Interreg Sudoe CircRural4.0 de mejora de la gestión de aguas residuales en zona rurales mediante el aprovechamiento de recursos y potenciando la economía circular en pequeños municipios mediante sus Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR). La solución propuesta pro CircRural es “viable técnica y económicamente” y, además, permite, gracias a la automatización de procesos, ahorros del 20% en aireación y del 10% en reactivos químicos.
El objetivo, manipular de forma diferenciada el nitrógeno, el fósforo y la materia orgánica del fango procedente de las estaciones depuradoras para, a partir de estos, fabricar fertilizantes a medida para cada tipo de cultivo.