El Irta pone en marcha un nuevo centro de investigación en fruticultura

El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat de Catalunya, Josep M. Pelegrí, acompañado por el alcalde de Lleida y presidente del PCiTAL, Àngel Ros, del rector de la Universidad de Lleida, Roberto Fernández y por el director general del Irta, Josep M. Monfort, inauguró el martes 24 de septiembre las instalaciones del nuevo centro de investigación del Irta dedicado a la fruticultura, el Fruitcentre. Ubicado en el Parque Científico y Tecnológico Agroalimentario de Lleida (PCiTAL), ocupa una parcela de 4.200 m2 y 9.600 m2 construidos. Las obras se iniciaron en 2009 y han supuesto una inversión de 14,3 millones de euros, con financiación de la Unión Europea (a través de los fondos Feder) y del Ministerio de Economía y Competitividad.

La producción de fruta es el segundo sector agrario en importancia en Cataluña, con un 15,5% del PIB Agrario (detrás del porcino: 27,67%), con cerca de 13.000 explotaciones frutales, 300 empresas y un volumen superior a las 400.000 toneladas de fruta en frigoconservación. Es, por tanto, un sector socioeconómico importante que tiene amplios mercados dentro y fuera de nuestras fronteras y con necesidades de calidad e innovación muy altas que permitan competir en los difíciles mercados de la fruta. El Fruitcentre, por tanto, nace de una necesidad de disponer de una infraestructura para la investigación que integre todos los pasos de la cadena de valor de la fruta y con el objetivo de convertirse en centro de referencia a nivel europeo generando y aplicando conocimiento técnico y científico desde el cultivo de la fruta hasta el consumidor, con una concepción integradora tanto conceptual como física, de la fruticultura.

Las investigaciones que se realizarán en el Fruitcentre intentarán dar respuesta científica a las nuevas inquietudes sociales que se han planteado en relación a la producción de frutas y productos derivados, así como aportar soluciones tecnológicas que tengan en cuenta el conjunto de la cadena de valor, y no sólo una parte de la misma. Un conocimiento más exhaustivo de la fruticultura en general y de estos temas en particular, incrementará la confianza de los consumidores en los alimentos que el mercado pondrá a su disposición, asegurando la salubridad y la calidad alimentaria de los mismos, así como la trazabilidad del producto en todas sus fases, y garantizará el sector productor y comercializador un nivel de innovación que les permita afrontar con ventajas competitivas los mercados nacionales e internacionales.