La implementación de Buenas Prácticas de Manejo (BPMs) ha supuesto una reducción del 55% en el consumo de combustible y del 11,4% en los costes de producción respecto a una parcela bajo un manejo convencional
El camino hacia una certificación de la producción sostenible de cultivos cerealistas
LIFE Innocereal EU mejora la producción sostenible a nivel económico, social y medioambiental de los cultivos de trigo duro, trigo blando y cebada en la cuenca del Mediterráneo gracias a la implementación de Buenas Prácticas de manejo entre las que se encuentran los principios de la Agricultura de Conservación y la Agricultura Digital.
El proyecto LIFE Innocereal EU trabaja en la mejora de la producción sostenible de cereales, ya sea trigo duro, trigo blando o cebada, y en conectar a toda la cadena de valor cerealista. Pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), hacer un mejor uso de los recursos naturales, mejorar la salud del suelo agrícola y conservar la biodiversidad. Aumentando al mismo tiempo la productividad de las explotaciones agrícolas mediante la obtención de productos cerealistas de alta calidad a menor coste gracias a la aplicación de Buenas Prácticas de Manejo (BPMs).
Estas incluyen los principios de la Agricultura de Conservación (AC) y la Agricultura Digital. La AC es un sistema de manejo del suelo que promueve la mínima alteración del suelo (es decir, supresión del laboreo), el mantenimiento de una cubierta permanente en el suelo y la diversificación de especies vegetales. Además, potencia la biodiversidad y los procesos biológicos naturales por encima y por debajo de la superficie del suelo, lo que contribuye a una mayor eficiencia en el uso del agua y los nutrientes.
Las BPMs deben aplicarse de forma que no perjudiquen a la producción de cereales ni a la seguridad alimentaria de los productos derivados. El objetivo debe ser lograr un equilibrio a largo plazo entre las emisiones y las absorciones antropogénicas manteniendo y mejorando los suelos agrícolas, que son verdaderos depósitos de carbono. Los suelos son la base de nuestro sistema alimentario y de la viabilidad de la agricultura en todo el mundo, así como la clave para ayudar a los agricultores a adaptarse al cambio climático.
Prevenir y revertir la degradación del suelo es esencial para mantener los servicios ecosistémicos que prestan los suelos y garantizar la seguridad alimentaria. Además de la comunidad científica, es esencial involucrar a múltiples partes interesadas para evaluar el alcance de la degradación del suelo y el impacto de las estrategias de mitigación, así como para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, la Política Agrícola Común de la UE y otros objetivos nacionales e internacionales.
Integrantes del proyecto
LIFE Innocereal EU está liderado por el Grupo de Investigación AGR 126 'Mecanización y Tecnología Rural' en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (ETSIAM) de la Universidad de Córdoba (UCO) y participan como beneficiarios la Asociación Española de Agricultura de Conservación (AEACSV), la Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC), Agrifood Sector Communication SL, la European Conservation Agriculture Federation (ECAF), Greenfield Technologies SL y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera y Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA).
Como asociados participan Cooperativas Agroalimentarias de España; U de Coop Sociedad Cooperativa Cuétara (CAE); Productos Alimenticios Gallo SL; Harinas Polo SA; Heineken España SA; Intermalta SA; Limagrain Ibérica SA; Monbake Grupo Empresarial SAU; Artadi Alimentación SL (OKIN); M. Ferreira & Filhas LDA (Pao de Gimonde); Sipcam Iberia SL y Antonio Tarazona SLU.
Tras casi dos años de andadura se está siguiendo fructíferamente la cronología establecida donde ha tenido lugar multitud de hitos. Comenzando con el desarrollo del Manual de Buenas Prácticas para la producción de cereales, en el que se han incluido 11 BPMs a implementar en la red de fincas demostrativas creada en los países de la cuenca Mediterránea, Portugal, España, Italia y Grecia (Figura 1).
Primeros resultados en España
A nivel nacional se cuenta con 6 emplazamientos localizados en distintas comunidades autónomas con alta variabilidad edafoclimática (Figura 2). Los primeros resultados analizados en diferentes tareas realizadas por el Consorcio del proyecto corresponden a la primera campaña agrícola, pero no pueden considerarse representativos, ya que proceden de una sola campaña y se produjo una sequía excepcional. No obstante, los resultados son prometedores. El grado de implantación de las BPMs fue elevado en las parcelas de estudio. A pesar de las condiciones meteorológicas extremas, las parcelas con BPMs obtuvieron en general mejores resultados en términos de rendimiento y calidad del grano que las parcelas bajo un manejo del suelo convencional.
En cuanto a la evaluación de la salud del suelo, los resultados obtenidos en términos de contenido de materia orgánica no son suficientes para detectar cambios significativos, pero son útiles para observar tendencias en cada una de las fincas. Lo mismo ha ocurrido con el carbono orgánico del suelo, que se ha mantenido prácticamente estable hasta la fecha. Sin embargo, la biodiversidad, analizada mediante el número de nematodos, ha mostrado un aumento del número de nematodos en las parcelas con BPMs en comparación con el manejo convencional.
Por otro lado, la implementación de las BPMs condujo a una reducción del 37% en el uso de combustible, mientras que las emisiones asociadas a la energía consumida en la producción agrícola han sido similares entre las parcelas con diferentes sistemas de manejo. Sin embargo, la implementación de las BPMs ha reducido las emisiones de GEI por kilogramo de cereal cosechado para todos los cultivos estudiados.
Las BPMs descritas se han implementado en una parcela de la finca piloto 'Rabanales' de la Universidad de Córdoba ubicada en el Campus de Rabanales (Córdoba) (Figura 3).
Figura 3. Emplazamiento de ensayos demostrativos en la finca piloto 'Rabanales'.
'Cereal Certificado Bajo en Emisiones (CCBE)'
Este estudio minucioso a distintos niveles de replicabilidad tiene como objetivo desarrollar una certificación de cereales, denominado 'Cereal Certificado Bajo en Emisiones (CCBE)' y los productos intermedios y finales, elaborados a partir de los cereales estudiados. Este distintivo de calidad ambiental pretende establecer una marca de garantía respecto a la sostenibilidad de su sistema de producción, transmitiendo confianza y seguridad al consumidor, y protegiendo al mismo tiempo la sostenibilidad económica de los agricultores que realicen las BMPs.
El sistema de certificación se prevé que esté listo para mediados del año 2024 y se aplicará a todas las fases de producción, almacenamiento, transformación y distribución, especificando la frecuencia de los controles y las medidas aplicables a los operadores cuando se constate un incumplimiento. A finales de esta campaña, una vez listo el sistema de certificación, se harán las primeras visitas por parte de la certificadora a la red de fincas demostrativas. Así, la industria transformadora podrá certificar productos derivados de los cereales bajo el sello de sostenibilidad 'Innocereal EU'.
Por otro lado, se está desarrollando un sistema de alertas al agricultor basado en la identificación de anomalías en el comportamiento del cultivo de cereal y la puesta en conocimiento a los mismos a través de una plataforma online. Este sistema de alertas realizará el seguimiento por satélite de las explotaciones agrícolas a lo largo de la campaña, comparando la variabilidad espacial y temporal del desarrollo vegetativo y otros factores frente a un modelo general de comportamiento.
Este sistema (Figura 6) está ya en fase de pruebas realizando comprobaciones típicas para el visionado correcto del entorno sobre un banco de pruebas, donde el entorno se somete a distintas situaciones posibles sobre el uso de motores gráficos, planteando soluciones de problemas que pudieran darse posteriormente.
Conclusiones
En definitiva, los esfuerzos del LIFE Innocereal EU persiguen mitigar la huella de carbono de la producción de cereales a través de la adopción de sistemas agrarios sostenibles, mejorar la rentabilidad económica de las explotaciones cerealistas, mejorar el manejo de los cultivos de trigo duro, trigo blando y cebada, así como la mejora varietal para una mejor adaptación a diferentes condiciones edafoclimáticas, y generar y compartir conocimiento a nivel internacional. Los resultados del proyecto tratan de influir positivamente en las nuevas estrategias políticas a nivel europeo y nacional, como el apoyo de la Agricultura de Conservación en la nueva PAC.
Toda la actualidad del proyecto LIFE Innocereal EU puede seguirse a través de la página web oficial: https://www.uco.es/investigacion/proyectos/lifeinnocereal/
El Consorcio de este proyecto agradece a la Unión Europea por cofinanciar el LIFE Innocereal EU 'Connecting the cereal value chain and creating sustainable certification for carbon neutral production in Europe' (LIFE21-CCM-ES-101074009).
El distintivo de calidad ambiental que se quiere desarrollar pretende establecer una marca de garantía respecto a la sostenibilidad del sistema de producción de cereales, transmitiendo confianza y seguridad al consumidor y protegiendo al mismo tiempo la sostenibilidad económica de los agricultores que realicen las BMPs